Apostamos Todo al Mesías.
Esposos ¿Quién decís que es Cristo en vuestro matrimonio? ¿Cómo ha intervenido en él? ¿Y en vuestro trabajo? ¿Y en vuestros hijos?.
Si la respuesta es: “No ha intervenido mucho”, es que no tenéis esa relación continua y cercana con Él, como la que podían tener los Apóstoles.
Proyecto Amor Conyugal, no es un proyecto para un rato. Necesita de una constante presencia de Cristo en nuestras vidas. Si no, no lo dejamos actuar. Si solamente acudimos a Él los 45 min de la Eucaristía dominical o similar, es como cerrarle las puertas de nuestra vida el resto del día, según nos convenga. ¿Qué influencia suya esperamos cada día, en cada momento si no estamos contando con Él?.
¿Quién eres para nosotros? No hace mucho que nos lo preguntabas en este mismo Evangelio. Pero, las circunstancias van cambiando, y es bueno que muy de vez en cuando nos lo preguntemos: ¿Cómo ha cambiado en este tiempo nuestra percepción sobre Cristo? ¿Hemos ganado en confianza?.
Nosotros y todos los que hemos apostado por Ti, y experimentamos Tu presencia constante en nuestras vidas, te lo debemos todo, porque Tú nos has salvado. Has hecho posible que seamos hijos de Dios Padre y hermanos Tuyos. Además nos has rescatado de nuestra situación personal. Has redimido nuestro matrimonio, y lo has hecho posible. Has entrado en nosotros, y cada día Te vas haciendo más grande en nuestro interior. Y en la medida en que nuestro yo va menguando mientras Tú vas creciendo, vamos descubriendo más y más quiénes somos y para qué hemos sido creados, y quién eres Tú, en cada momento y en una eternidad. Proclama nuestra alma la grandeza del Señor.
Simultáneamente, has ido entrando en nuestro matrimonio y nos has ido mostrando el misterio, la belleza y el sentido tan profundo que tiene nuestra vocación. Y lo has ido transformando en algo nuevo, cada día más pleno, cada día más admirable, cada día Tu Santo Rostro nos mira, nos habla, nos corrige, enseña, nos sorprende, juntos nos alegramos… Desde luego es un camino nada monótono, nada rutinario.
¿Quién eres, nos preguntas? Nuestra salvación, nuestra fuerza, nuestro camino, nuestra verdad, nuestro amor, nuestro modelo, nuestra esperanza, nuestro destino, nuestra alegría, nuestra unión, nuestro Creador…
Hoy oramos con la preciosidad de la 2ª lectura: ¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!… Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.