PEREGRINACION A FATIMA “PROYECTO AMOR CONYUGAL” 05-07 SEPTIEMBRE 2025
Queridos matrimonios,
Proyecto Amor Conyugal organiza un año más la peregrinación anual a Fátima, que este año tendrá lugar el fin de semana del 5 al 7 de septiembre de 2025.
Nos acompañarán como todos los años José Luis y Magüi.
La Peregrinación está abierta a todos los matrimonios y familias de cualquier parte del mundo que quieran venir.
Check-in: viernes 5 septiembre a las 15.00h (horario portugués).
Llegada de cada familia en coches particulares.
Check-out: domingo 7 septiembre 2025 sobre las 15.00h (después de comer).
Precio: 135€ por adulto y 70€ niños hasta 12 años.
El precio incluye
2 noches en hotel en régimen de pensión completa (cena de viernes a comida de domingo, sin bebidas extra).
Entradas a los distintos encuentros en las salas alquiladas del Santuario.
Equipo de monitores que cuidarán de nuestros hijos (desde 3 años, sin pañales, hasta 14 años incluidos) en los momentos de la peregrinación que serán sólo para matrimonios.
El plazo de INSCRIPCIÓN se abrirá el próximo 24 de junio de 2025 a las 20.00h (hora peninsular española)
Una vez inscritos, se enviará un email con las instrucciones de pago para la confirmación de la inscripción. Una vez realizado el pago, se enviará un email con el hotel que se os asigne en Fátima.
NOTAS IMPORTANTES:
1. Por motivos de aforo de las salas, no podremos admitir a nadie que no esté inscrito en la peregrinación.
2. Para la confirmación y asignación de hoteles se tendrá cuenta el orden de inscripción.
3. A partir del 15 de agosto, en caso de causar baja por cualquier motivo no se tendrá derecho a la devolución de las cantidades abonadas.
Lectura del santo Evangelios según san Mateo 7, 1-5
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque seréis juzgados como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame que te saque la mota del ojo”, teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.
Ser mota.
Estamos llamados a amarnos con el mismo amor que Dios nos ama, con la misma caridad que Dios nos acoge y así llegar a amarnos con auténtica caridad conyugal.
Con que facilidad nos hacemos señores el uno del otro juzgándonos y acusándonos de lo que hacemos bien o mal, queriendo estar por encima del otro y tener razón en todo. Pero el Señor nos dice que tenemos la gracia de nuestro sacramento para darle la vuelta y aprender a mirarnos con la mirada que Él nos mira y nos invita a diario en nuestro matrimonio. Tenemos que cambiar mota por viga y viga por cruz. Solo el Señor puede sacar de un mal algo mejor. Al ver la mota en el ojo de mi esposo me doy cuenta de la viga en mi ojo y así aprendo a hacerme pequeño ante el otro ayudándole a mejorar en todo a la luz del Señor. Pidamos al Espíritu Santo la gracia de juzgar a nuestro esposo solo para mejorar, que el fallo del otro nos ayude a coger nuestra cruz, aprendiendo a ver nuestro pecado a través del pecado del otro y así acogerle y amarle con mayor intensidad.
Que vayamos descubriendo en nuestro esposo la persona única e irrepetible, que me conforma como complementaria, en su valor infinito y así practicar y buscar la donación mutua en plenitud, por Cristo y en Cristo, manifestando la perfección del amor en la caridad conyugal.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Mar: Rafa, has vuelto a dejarte el café del desayuno sin recoger como siempre y una vez más he tenido que ir yo recogiendo lo que vas dejando por medio.
Rafa: Perdóname Mar, se me pasó del todo, estuve más pendiente que los niños dejaran la habitación recogida para que no te tuvieras que ocupar de eso.
Mar: Ya estás otra vez con lo mismo, siempre tienes una excusa. Sabes que no puedo con el desorden de la cocina y tú siempre sales con alguna cosa para disculparte.
Rafa: Lo siento, no soy perfecto y solo ves lo que te interesa. A veces por mucho que haga nunca es suficiente.
(Más tarde, durante su rato de oración conyugal)
Rafa: Gracias Señor por lo ordenada que es Mar, ya sabes lo desastre que soy y a veces sin darme cuenta no llego y con mi despiste hago sufrir a Mar. Perdóname Señor por ser tan despistado y poner excusas en lugar de reconocer mis errores.
Mar: Gracias Señor por Rafa y por su despiste, una vez más ha sido consecuencia de mi preocupación por mi exceso de orden. Gracias por que ha hecho un esfuerzo y pensando en mi ha ayudado a los niños a recoger la habitación, que han dejado perfecta, bueno, casi perfecta. Perdóname Señor por no saber poner mis dones al servicio de mi esposo y echárselo en cara, hoy he vuelto a ver la mota en su ojo a través de mi exceso de orden y la viga de la soberbia en mi ojo no me ha dejado ver el esfuerzo que hace a diario por acoger mi don.
Rafa: Ves Señor como es una esposa maravillosa, gracias por su cariño y por la paciencia que tiene conmigo.
Mar: Gracias Señor por este esposo tan increíble y por todo lo que se esfuerza por mí.
Madre,
Madre, que mi corazón sea semejante al de tu Hijo, manso y humilde, que no juzgue a mi esposo, sino que mi mirada sea limpia y misericordiosa, que le vea con tus ojos. Alabado sea Dios.