Archivo por días: 25 junio, 2025

RETIRO MATRIMONIOS BADAJOZ 3 – 5 OCTUBRE 2025

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RETIRO MATRIMONIOS BUENOS AIRES 19  – 21 SEPTIEMBRE 2025

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RETIRO MATRIMONIOS MADRID 19  – 21 SEPTIEMBRE 2025

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RETIRO PARA NOVIOS EN SEVILLA 19 – 21 SEPTIEMBRE 2025

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El árbol del corazón. Comentario para matrimonios: Mt 7, 15-20

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Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 15-20.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así, todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis».

El árbol del corazón.

El Señor nos dice que para dar fruto bueno, el árbol tiene que estar sano, porque el árbol dañado da frutos malos. ¿Cómo está mi corazón? No en las emociones superficiales, no en la piel, sino en lo profundo ¿qué parte tengo dañada? Porque eso es lo que me impide dar fruto bueno.
Señor, hoy me enseñas la importancia de estar atento y no dejarme engañar por las apariencias, no es mi esposo y sus cosas, ni son las circunstancias, ni las dificultades de fuera, las que me impiden dar fruto bueno; es mi corazón dañado.
¿Qué estoy haciendo? ¿Estoy acudiendo a la gracia, colaborando con el Espíritu Santo para sanar mi corazón y así poder dar frutos buenos? ¿Estoy ayudando a mi esposo a sanar lo dañado de su corazón? El Señor, que nos ama con locura y quiere que abunden los frutos buenos en nuestro matrimonio, es el que nos hace esta advertencia, que no nos dejemos engañar y miremos lo que sale de nuestro corazón.
Voy a poner todo mi empeño en sanar mi corazón, y ayudar a sanar el de mi esposo, para que nuestro matrimonio pueda dar los mejores frutos.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

(Sandra recuerda un incidente pasado con su suegra y pide ayuda a Héctor)
Sandra: cariño, necesito que me ayudes, me viene a la memoria lo que me dijo tu madre y me estoy enfadando porque tenía que haberle contestado…
Héctor: cariño, es sólo una tentación… estoy orgulloso de ti y sé el esfuerzo que hiciste callándote, sé lo mucho que te esfuerzas por aceptar a mi madre y quererla…
Sandra: ya, pero…
Héctor: ¿Para qué recordar eso ahora? ¡El pasado está en la misericordia del Señor! Sé que tu corazón tiene una parte herida, pero con la gracia de Dios se terminará de sanar y dará grandes frutos.
Sandra: ¡Muchas gracias por ayudarme, no sé qué haría sin ti! ¡Perdóname por volver al pasado!

Madre,

Enséñanos y ayúdanos a estar atentos como Tú siempre estuviste, atenta y solícita. ¡Bendita seas por siempre!