Archivo por días: 24 febrero, 2021

Viacrucis del Matrimonio 8 Estación

8ª Estación El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz

V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Padrenuestro y un Avemaría.

A Jesús le fallan las fuerzas. Pero los soldados quieren que llegue hasta el lugar de la ejecución. Y obligan a un hombre, Simón de Cirene, que viene de su trabajo, a llevar durante un trecho la cruz del Señor.

Del Evangelio según San Lucas 23, 26:

Cuando le llevaban echaron mano de un tal Simón de Cirene, que venía del campo y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús.
(cf. Mt 27, 32-33; Mc 15, 21).

Comentario

Nos encontramos con la cruz sin buscarla. Simón de Cirene tampoco contaba con ella. Había realizado, como todos los días, su trabajo en el campo, y volvía a casa para el merecido descanso. Sin embargo, los planes de Dios, son distintos y se le exige un esfuerzo añadido.
Jesús sale a buscarnos cuando menos lo esperamos, y nos pide que le ayudemos a llevar tantas cargas… La redención no es una empresa que hizo el Hijo de Dios, y como tal ya está olvidada. El Señor nos pide que seamos corredentores, que seamos sus hombros en nuestro camino como esposo/a. Dichosa el alma que acompaña a Jesús acompañando a su esposo/a, porque terminará llena del amor de Dios. Al Cirineo le obligaron, lo aceptó y terminó creyendo él y sus hijos. Jesús miró con tal amor al Cirineo, que le convirtió a él y a su familia. El alma unida a Jesús gana muchas almas ¿Cómo no va a ganar la de su esposo/a llamados a ser uno?
¿Estoy dispuesto/a a ser cirineo de mi esposo/a y ayudarle a cargar con su cruz?

Oración

Señor, estás fatigado y nos pides ayuda: Has querido necesitar de nuestro apoyo. Enséñanos a tener la humildad de pedir ayuda cuando lo necesitemos. Ayúdame a ser cirineo de mi esposo/a e hijos, sin humillarlos. Haz Señor, que sepamos descubrir Tu rostro en el sufrimiento, en el enfado y en la pobreza de mi esposo/a, para que sea su apoyo y su consuelo.

V/ Señor, pequé.
R/ Señor, ten piedad de mí y de mi familia.

La “celda espiritual” Comentario para Matrimonios: Lucas 11, 29-32

EVANGELIO

A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

Palabra del Señor.

 

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La “celda espiritual”

¿Puede haber algo de perverso en mi corazón? Lo cierto es que puede que esté proyectando mi mal sobre mi esposo, contribuyendo así a la corrupción de su corazón. Cuando le juzgo, cuando estoy pendiente de la obra del diablo en él/ella y no de la de Dios, y le recrimino proyectando ese mal sobre él/ella, ¿no estaré teniendo un corazón perverso? Como Jonás, cuando mi esposo me ofende, no pido misericordia para él/ella, sino que pido un castigo ¡Para que aprenda! ¡Para que descubra el daño que me hace y se arrepienta de una vez! A Dios en cambio, le basta cualquier gesto de arrepentimiento para volcar sobre él/ella, toda Su misericordia.
La Virgen de Fátima decía: “Huid de lo malo, porque esa es la obra de satanás. Mirad todo lo bello y lo bueno, porque esa es la obra de Dios.” Muchas veces nos hemos planteado que nos gustaría vivir una especie de “clausura espiritual” en la que, aunque anduviésemos por el mundo, estuviésemos contemplando a Dios en todo momento. Las Hermanas de Belén, del Monasterio de la Cartuja de Jerez, en su hábito, tienen una capucha. Dicen que es para llevar la celda consigo. La celda es ese lugar donde están con el Señor, y llevando la capucha, permanecen con Él aunque estén fuera de su celda.
Pues bien, hoy llego a la conclusión de que de las muchas ventanas que tiene mi “celda espiritual”, debo abrir al mundo sólo una, y es la ventana por la que mira Dios, desde dentro de mí, a todo y a todos. Así, mirando el mundo y a mi esposo desde Su mirada, permaneceré unido a Él en todo momento y brotará de mí esa misericordia que me falta con mi esposo.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Carmen: Perdona esposo por no ver todo lo bueno y bello que hay en ti, por matar mi fe en el Dios que hay en ti. Veo mal en ti y dejo de creer en ti y en las gracias que Dios me quiere dar a través de ti. Mi corazón es malvado porque se fija y guarda lo malo que veo en ti. Tus ofensas las guardo en mis recuerdos y las rememoro sintiéndote indigno de mí y de mi amor. Me instalo en mi tristeza para hacerme protagonista de nuestra historia apartando a Dios y Su misericordia. Y así, proyecto mi mal sobre ti hundiéndote y desanimándote. Señor dame un corazón humilde como el tuyo, que cuando ves una pizca de bien en un corazón, lo engrandeces para darle vida, porque Tú, ante todo, olvidas el pecado y salvas al pecador. Ayúdame a ver todo lo bello y bueno que hay en mi esposo. Sólo eso.

Madre,

Concédeme vivir contigo en mi celda espiritual, para que esté siempre contigo y con Dios, allá donde esté. Abrázame fuerte y no dejes que me aparte de tu lado. Amén.