Archivo por días: 27 febrero, 2021

Viacrucis del matrimonio 11 Estación

11ª Estación Jesús promete su Reino al ladrón arrepentido

V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Padrenuestro y un Avemaría.

A la derecha e izquierda de Jesús han crucificado a dos malhechores. Y mientras uno lo insulta, el otro reconoce sus errores y se da cuenta de la grandeza del que va a morir junto a él.

Del Evangelio según San Lucas 23,39-43:

Uno de los ladrones crucificados le injuriaba diciendo: ¿No eres tú el Cristo? Sálvate a ti mismo y a nosotros. Pero el otro le reprendía: ¿Ni siquiera tú que estás en el mismo suplicio, temes a Dios? Nosotros, en verdad, estamos merecidamente, pues recibimos lo debido por lo que hemos hecho; pero éste, no hizo mal alguno. Y le decía: Jesús, acuérdate de mí, cuando llegues a tu Reino. Y le respondió: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso.
(cf. Mt 27,44; Mc 15,32b).

Comentario

Allí está Jesús, cosido al madero, contado entre los malhechores. Estas dos vidas, que también se están apagando junto a Él, son el ejemplo de tantas existencias apartadas de Dios; apartadas incluso de los hombres, porque están ancladas en el egoísmo, en la desesperanza, en la falta de ideales nobles.
A pesar de mis limitaciones y pecados, no puedo tener una visión pesimista y oscura de mi vida. La Misericordia y la Gracia de Dios son más grandes que nuestros pecados. La promesa de Cristo al buen ladrón es una invitación a luchar por amor hasta el último instante. No podemos tener miedo a acogernos al perdón de Dios. No nos ha de preocupar perder alguna escaramuza, lo importante es luchar por ganar la última batalla.

Oración

Señor, nos vemos pecadores, y nos avergüenza no haber estado, no estar, a la altura de las circunstancias. Que no permanezcamos indiferentes o desesperados ante nuestros errores. Enséñanos a reaccionar, a luchar para salir del pecado, y ayudar también a mi esposo/a a salir de él. Que sepamos estar muy pegados a Ti; y nos lleves al cielo cuando te lo «roguemos», como el ladrón arrepentido.

V/ Señor, pequé.
R/ Señor, ten piedad de mí y de mi familia.

Más allá de la resignación. Comentario para Matrimonios: Mateo 5, 43-48

EVANGELIO

Sed perfectos como vuestro Padre celestial.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo» y aborrecerás a tu enemigo.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

Palabra del Señor.

 

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Más allá de la resignación.

Lo que nos distingue como esposos cristianos, es precisamente que amamos cuando nuestro esposo no nos ama, cuando está en oposición a mí o cuando me persigue. Eso demuestra que soy hijo de Dios, porque amo como Él, que hace salir el sol sobre justos de injustos.
El Señor me pide que dé un paso más en el amor, que ame en esa situación que me parece injusta, para ser más perfecto como el Padre. Ya no se trata solo de resistir o de resignarse cuando mi esposo no está bien conmigo, sino de amar, entrar en el esposo para descubrir qué hay en su corazón y qué necesita de mí.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Marta: Se encuentra que el desayuno se lo ha dejado encima de la mesa de la cocina. Después va al cuarto de los niños y se encuentra que todo está tirado. También hay unos calcetines del esposo en el suelo. Pero el Señor le pide amar en la injusticia, porque eso se ser hija de Dios. Entonces, decide volver a empezar: “Padre, ahora voy a ser tu hija, porque me das la oportunidad de vivir amando”. Y recoge el desayuno con una sonrisa, y los juguetes y los calcetines… y piensa: Pobre esposo mío. No se da cuenta. Y luego es verdad que llega tarde y trabaja mucho por sacarnos adelante. ¿No voy a ayudarle yo a que su vida sea más fácil?

Madre,

Los criterios de Dios son contrarios a los del mundo, porque los de Dios son criterios de amor. Ayúdanos a superar nuestro orgullo y ser mansos y humildes de corazón. Por Jesucristo Tu Hijo nuestro Señor. Amén.