Archivo por meses: julio 2017

Más allá de la tolerancia. Comentario del evangelio para Matrimonios: Mateo 12, 1-8

EVANGELIO

El Hijo del hombre es señor del sábado
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 12, 1-8

En aquel tiempo, atravesó Jesús en sábado un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas.
Los fariseos, al verlo, le dijeron:
«Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado».
Les replicó:
«¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes de la proposición, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes.
¿Y no habéis leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa?
Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo.
Si comprendierais lo que significa «quiero misericordia y no sacrificio», no condenaríais a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado».

Palabra del Señor.

Más allá de la tolerancia.

(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Esto es lo que ocurre cuando ponemos la ley por encima del amor. Nuestra ley es el Señor. Claramente, utilizamos nuestra justicia como arma arrojadiza contra el amor, y como dice el Señor, si nuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraremos en el reino de los cielos.

Hoy se habla de respeto y tolerancia, pero la misericordia empieza donde acaba lo que parece razonable para la comprensión terrenal.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ramón: Llego tarde a todos lados por culpa de mi esposa, y claro, salimos de casa cabreados ¿Qué puedo hacer para que cambie de una vez?
Álex: Creo que el problema aquí no es la puntualidad realmente, porque si lo analizas, en realidad no te importan los demás, sino tú. Es tu ley de la puntualidad, que te hace sentirte incómodo, pero que nunca se puede prevalecer por encima de la ley del amor. Te “molesta” llegar tarde. Se supone que la puntualidad sana consiste en querer llegar a la hora por amor a los demás, es decir, por no fastidiar a otros. Pero ¿Tiene sentido entonces enfadarte con tu esposa? Por no fastidiar a otros ¿Fastidias a tu esposa?
Ramón: Hombre, visto así, es verdad. No estoy actuando con amor ni por amor, sino porque a mí me molesta. Quizás por no quedar mal…
Álex: Pues esta noche, cuando reces con tu esposa, hazte estas preguntas y respóndete a ti mismo. ¿Querrá Dios que me enfade con mi esposa en esas situaciones? ¿Llevo a mi esposa más hacia Dios cuando actúo de esa manera? ¿Qué es más importante, mi ley de puntualidad o mi comunión con mi esposa?. Después, con un corazón contrito y humillado, le pides perdón a Dios y a ella.
Ramón: Esta vocación nuestra es exigente ¿Eh?.
Álex: Pero es hermosa, porque es un camino de santidad. Nos lleva a Dios, ni más ni menos.

Madre,

Qué terrenal sigue siendo nuestra justicia. “Misericordia quiero y no sacrificios” nos dice el Señor. Cuántas oportunidades hay en el matrimonio para ser misericordiosos, es la oportunidad de actuar como el Padre, con la dignidad de hijos. Él lo es con nosotros. No tenemos derecho a ser más exigentes entre nosotros. Alabado sea el Señor que nos enseña a amar, día a día.

El descanso es del alma. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 11, 28-30

EVANGELIO
Soy manso y humilde de corazón
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 28-30

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra del Señor.

El descanso es del alma.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Estamos cansados y agobiados porque pretendemos que las cosas sean a nuestra manera, como creemos que deberían ser. El alma descansa cuando aprendemos a ser mansos y humildes. Jesús pone el acento en el estado del alma, y es que el verdadero descanso no es el del cuerpo, sino del alma. Es así como dejamos de estar cansados y agobiados.

El Señor nos da la vida a través de la gracia y la fe. Cuando somos dóciles al Espíritu, abiertos a lo que pase, comprensivos con todo lo que Dios permite, mi alma descansa en Cristo que nos conduce. Si ofrecemos nuestros sacrificios por amor voluntariamente, nos da mucha fuerza para sobrellevarlos y el gozo de haber amado.

Aterrizado a la vida matrimonial:
Ella: (Rezando) Señor, voy a casa de mis suegros. Sé que no soy aceptada como una más entre ellos. Sé que me criticarán, pero yo acepto esta situación como voluntad tuya y pongo en Tus manos mi sacrificio para mayor gloria de Dios y la salvación de mi esposo y de su familia de origen.
Él: (Rezando) Señor, mi esposa viene conmigo a casa de mis padres. Sé que la situación puede ser incómoda para ella y puede que me la haga incómoda a mí también. Pero comprendo las dificultades que está viviendo con ellos, y te ofrezco el sufrimiento que pueda surgir para mayor gloria de Dios y la salvación de mi esposa.
Ella: Cariño, ¿Nos vamos? Anda, que no les hagamos esperar que ya sabes que no les gusta que lleguemos tarde.
Él: Sí, yo estoy listo. ¿Tú estás bien, necesitas algo?
Ella: Sólo sentir que estás conmigo. Que nuestras almas estén unidas en todo momento.
Él: De acuerdo. Yo en ti, tú en mí, y ambos unidos para mayor gloria de Dios.
Ella: Señor, quiero estar contigo cuando Tú quieras, como Tú quieras, donde Tú quieras. En ti descanso.
Él: Amén.

Madre,
Es el Señor quien nos sostiene. ¿Cómo voy a pretender marcar yo el rumbo?. Él sabe más, Él me guiará, Él me ayudará. Alabado sea mi Señor. Amén.

Pequeños, grandes esposos. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 11, 25-27

EVANGELIO

Has escondido estas cosas a los sabios y se las has revelado a los pequeños
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-27

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Si, Padre, así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

Palabra del Señor.

Nota: Testimonio de Marcus y Maribel sobre el retiro de junio de Proyecto Amor Conyugal. Accede aquí:

http://movil.religionenlibertad.com/articulo_rel.asp?idarticulo=58139&accion=

Pequeños, grandes esposos.

(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Es la única vez en todo el Evangelio que Jesús se refiere al Padre como “Señor de cielo y tierra”. El Gran Dios, el Todopoderoso, se fija en los más pequeños y se esconde ante los que se creen grandes. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Teresa: Rafa, tenemos que aceptar esta dura situación como una oportunidad para purificar nuestro corazón. Hay demasiado orgullo entre nosotros.
Rafa: Eso ¿Cómo va a ser? Dios no quiere que suframos. Esto es del Demonio y no estoy dispuesto a creer en tus tonterías. Pienso ponerles una demanda. Se van a enterar.
Teresa: Rafa, con eso, lo que vas a hacer es empeorar las cosas. No devuelvas mal por mal. Los vecinos son muy difíciles en el trato, pero eso no significa que nosotros tengamos que pagarles con la misma moneda. Aceptemos esta humillación en el nombre del Señor y ofrezcamos nuestro sufrimiento en reparación por nuestro orgullo.
(Meses más tarde…)
Rafa: Tenías razón, Teresa. Menos mal que me dejé influir por ti. Ahora, los vecinos están peleados con toda la comunidad menos con nosotros. Doy gracias a Dios por haberte hecho mi esposa, y haberme mostrado Su camino a través de ti. Ahora entiendo mejor Sus criterios. Gloria a Dios.
Teresa: Y yo le doy gracias por tu docilidad a Él. Alabado sea el Señor Todopoderoso.

Madre,

Nos empeñamos en ser grandes y nos perdemos lo más Grande, a Dios mismo. Nos perdemos la grandeza de nuestra vocación por culpa de la vanidad y el orgullo de pretender ser más de lo que somos. Te damos gracias, Madre, por todas las situaciones de purificación que pones en nuestro camino, para ayudarnos a mirarnos con la mirada del Creador. Alabado sea el Dios, Señor de cielo y tierra.

Rodeados de milagros. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 11, 20-24

EVANGELIO
El día del juicio le será más llevadero a Tiro y Sidón y a Sodoma que a vosotras.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 20-24

En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían convertido:
«¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza.
Pues os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.
Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy.
Pues os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti».

Palabra del Señor.

Nota: El 19 de julio a las 20:00, primer encuentro de Proyecto Amor Conyugal en Barcelona. Para más info:

Anuncio Barcelona 19-07-17

Rodeados de milagros.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Yo puedo estar viviendo en mi propio Cafarnaún, rodeado de milagros que no valoro. Porque ¿Qué es más fácil, separar las aguas del mar Rojo o unir a un matrimonio herido? O simplemente el milagro de hacer uno a un hombre y una mujer.

Aterrizado a la vida matrimonial:
María: Pedro, hemos presenciado cómo el Señor ha rescatado muchos matrimonios que se han salvado. Hemos visto cómo ahora para ellos la prioridad es el matrimonio. Hemos oído su testimonio. Y darán vida, y este Proyecto de Amor se prolongará y se trasmitirá a sus hijos y a los hijos de sus hijos, si son fieles, generación tras generación, por obra de la Santísima Virgen.
Pedro: Y nuestro propio milagro. El Señor nos ha revelado mutuamente la belleza del otro, una belleza como criaturas Suyas, que no se ve con los ojos de este mundo. Es la belleza del que sufre por ti, del que se entrega por ti, de la que es madre, del que es padre, de los que trabajan, se caen y vuelven a levantarse, de los que se animan mutuamente… Es la grandeza de que Dios te dé un esposo. Es la belleza de dos que comparten una vida y se hacen entrega de su intimidad. Y sólo ellos pueden ver su belleza mutua juntos en oración ante Dios. Es el increíble milagro del don de los hijos…
María: La verdad es que estamos rodeados de milagros. Tenemos que dar muchas gracias a Dios. Pedro, no podemos fallarle, nos ha dado mucho y mucho se nos pedirá.
Pedro: Sí, no somos dignos. Es impresionante la grandeza y la belleza de las cosas de Dios. Alabado sea nuestro Señor.
María: Alabado sea por siempre.

Madre,
Recuérdame todos los milagros que Dios hace a mi alrededor, cada vez que vaya a quejarme, cada vez que vaya a ser orgulloso. Debería dedicar todo mi tiempo de negatividades a alabar al Señor por lo generoso que ha sido conmigo. Gloria y alabanzas a Dios por los siglos. Amén.

El ejército de María. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 10, 34-11,1

EVANGELIO
No he venido sembrar paz, sino espadas
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 34-11,1

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espada. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.
El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mi; y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de justo.
El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, sólo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa».
Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.

Palabra del Señor.

Nota: El 19 de julio a las 20:00, primer encuentro de Proyecto Amor Conyugal en Barcelona. Para más info:

Anuncio Barcelona 19-07-17

El ejército de María.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Aterrizado a la vida matrimonial:
María: Cariño, estamos empezando a descubrir la belleza de nuestro matrimonio. El Señor está cambiando nuestra manera de verlo y de vivirlo.
Pedro: Sí, empezamos a saborear la maravilla del plan de Dios para nosotros. Pero me da la impresión que se nos escapa de las manos, somos demasiado frágiles y en cuanto hay un descuido, volvemos a caer y la fastidiamos.
María: Ya, estamos afectados por nuestras propias tentaciones, bombardeados por un mundo que es enemigo de Dios y de Sus criterios a través de la televisión, de la publicidad, de las películas, de las corrientes de opinión…
Pedro: Tenemos que luchar a fondo, redoblar nuestros esfuerzos, nuestros sacrificios el uno por el otro, nuestra oración, recurrir a los Sacramentos incluido el nuestro, de entregarnos y acogernos el uno al otro para que Cristo se haga presente entre nosotros. Tenemos que profundizar en la verdad revelada y seguir nadando contracorriente, pero yo quiero seguir creciendo contigo, quiero el Proyecto de Dios para nosotros, por encima de todo. Nada nos separará del amor de Dios, así que merece la pena mantener las espadas en alto, luchar contra el mal que hay en mí mismo, olvidándome de mí y entregándome a ti. Lo deseo, María.
María: Qué bonito, y qué importante. Se lo pedimos a Dios.
Pedro: Te lo pedimos, Señor. Amén.

Madre,
Somos Tu ejército, el ejército que vamos a luchar por la reforma del matrimonio, por recuperar la esencia y la belleza del matrimonio. No dejes que nos relajemos, queremos seguir fortaleciendo nuestra relación de comunión, para estar listos en la batalla contra las potestades y dominaciones. Sabemos que estás con nosotros. Bendita seas, Madre.