La experiencia de ser tentado. Comentario para Matrimonios: Marcos 1, 12-15

EVANGELIO

Era tentado por Satanás, y los ángeles le servían.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 12-15

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto.
Se quedó en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; vivía con las fieras y los ángeles lo servían.
Después de que Juan, fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:
«Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».

Palabra del Señor.

 

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La experiencia de ser tentado.

Para poder ayudar a alguien de verdad hay que ponerse en su misma situación. Jesús tiene que vivir la experiencia de ser tentado para poder después evangelizar, decirnos a los que somos tentados cómo debemos aplicar el Evangelio en esas situaciones de tentación. De nada sirve corregir a mi esposo como si yo estuviera por encima del bien y del mal.
Ayudo mucho más si reconozco que experimenta las mismas situaciones de dificultad que yo. Ya sólo falta preguntarme si actúo como las fieras que amenazan o como los ángeles que nos sirven.

Aterrizado a la vida matrimonial.

Ana: me cuesta muchísimo perdonar a Teresa después de lo que me he enterado que dice de mí por ahí. No puedo entender que siendo amiga mía me critique a mis espaladas. Creo que ya nunca podré volver a poner mi confianza en ella.
Juan (esposo de Ana): Vaya Teresa, tienes que estar pasándolo fatal. Yo también viví una situación similar el año pasado cuando mi socio me la jugó y se convirtió en mi mayor competidor. Cada vez que lo recuerdo, siento un dolor interior, y durante mucho tiempo había en mí como una rabia contenida. Sólo me ayudó entender su debilidad. Verle preso de una ambición que lo ciega. Y él es la primera víctima de su propia ambición, y no encontrará consuelo hasta que no se libere de ella. Desde entonces el dolor que siento es por él, no contra él.
Sé que es difícil, esposa mía, pero quiero ayudarte a vivir la grandeza de la misericordia de Dios. Estoy a tu servicio para lo que necesites. Juntos podremos con ello, ya lo verás.

Madre,

Sé que es importante ser tentado, para crecer, para fortalecerme. Pero también sé que soy débil y necesito mucho de la Gracia para no caer en ellas. Madre, que sea como ese ángel que consuela en las tentaciones de mi esposo y de otros matrimonios. Me pongo a tu servicio, Madre, para ayudar a muchos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

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