Archivo por meses: julio 2024

Fe en la cerrazón. Comentario para Matrimonios: Juan 20, 24-29

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EVANGELIO

¡Señor mío y Dios mío!
Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 24-29

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».

Palabra del Señor.

Fe en la cerrazón.

Ante la pregunta de por qué Tomás no estaba aquel día con los demás apóstoles, dicen los entendidos que probablemente fue porque su desesperanza tras la muerte de Jesús le empujó a marcharse. Los Apóstoles llevarían 8 días en Jerusalén en lugar de ir a Galilea como había dicho Jesús, por no marcharse sin él, y andaban buscándole. Finalmente dieron con él y le comunicaron la buena noticia de que Jesús se había hecho presente entre ellos. Esa noticia hizo que volviera, pero si tozudez le impedía creer, hasta que el Señor vuelve a presentarse y le anima a meter los dedos en sus llagas y la mano en Su costado. Es entonces cuando Tomás hace si confesión de fe.
Pero qué bonito cómo la comunidad de los Apóstoles no se va sin Tomás y le sostienen con su fe a pesar de la cerrazón de Tomás.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Marta: Es durísimo ver que nuestro hijo dejó de ir a Misa y claro, ha perdido la fe.
Alfonso: Sí. Es durísimo. Tenemos una misión y es rezar por él y ofrecernos por él para que vuelva a los brazos de María.
Marta: Y ¿No deberíamos hablar con él?
Alfonso: Ya lo hemos hecho varias veces, y no sirve. Pero nuestra ofrenda Dios no permitirá que caiga en saco roto. Ya verás.
Marta: Es mucho el sufrimiento que podemos ofrecer. Confío en ti y confío en el Señor.
Alfonso: Amén. Aunque no lo vemaos, Cristo siempre puede más.

Madre,

Hoy te pedimos por esos hijos y seres queridos que se han separado de la fe y de la comunidad eclesial. En tus manos los ponemos, Madre. Tú ya sabes qué hacer. Gracias porque Tú nunca defraudas.

El temor del miedo. Comentario para Matrimonios: Mateo 8, 23-27

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EVANGELIO

Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 8, 23-27

En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; Él dormía.
Se acercaron y lo despertaron gritándole:
«¡Señor, sálvanos, que perecemos!».
Él les dice:
«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?».
Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma. Los hombres se decían asombrados:
¿Quién es este, que hasta el viento y el mar lo obedecen?».

Palabra del Señor.

 

El temor del miedo.

En la biblia hay 365 referencias al miedo, una por cada día del año. Podemos tener miedo a la vida de hoy en día y a la muerte del mañana, a decir que sí y a decir que no… En cambio el miedo sólo teme una cosa contra la que no puede subsistir, y es la fe. El Señor quiere que tengamos fe y dejemos de tener miedo.
Sólo hay miedo cuando falta el amor. Las personas que no han experimentado el amor incondicional, viven para «merecer»  la aceptación, consideran que tienen que luchar para ganarse el afecto de los demás. En cambio, quien tiene experiencia del Amor de Dios, no tiene miedo porque se sabe infinitamente amado.

 

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Mónica: Andrés, ¿Me quieres?
Andrés: Muchísimo.
Mónica: Ya, pero ¿por qué me quieres?
Andrés: No sé, no hay un por qué. Simplemente, eres muy importante para mí, y mereces que te entregue mi vida.
Mónica: Entonces, si tan importante soy ¿Por qué no valoras mi trabajo y mis capacidades?
Andrés: Sí que los valoro, pero tú eres más importante que tus capacidades. Tus capacidades puedes perderlas algún día, y yo te seguiré queriendo. Si mi amor dependiera de tus resultados, no vendría de Dios, porque Él nos ama por nosotros mismos, no por nuestros éxitos cosechados, que además se los debemos siempre a Él.

 

Madre,

Cuánto miedo tenemos cuando nos falta la caridad, y la caridad está unida a la fe. Alabado sea Señor por infundirnos las virtudes teologales.

RETIRO MATRIMONIOS SEVILLA 20 – 22 SEPTIEMBRE 2024

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Sorry 4 that much!! Comentario para Matrimonios: Mateo 8, 18-22

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EVANGELIO

Sígueme
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 8, 18-22

En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de cruzar a la otra orilla.
Se le acercó un escriba y le dijo:
– «Maestro, te seguiré adonde vayas»
Jesús le respondió:
– «Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».
Otro, que era de los discípulos, le dijo:
– «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre».
Jesús le replicó:
– «Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos».

Palabra del Señor.

Sorry 4 that much!!

Es habitual que deseemos una estabilidad. Un entorno donde nos sintamos cómodos y que no sufra alteraciones.
Pero el camino del Señor no encuentra la estabilidad en la comodidad de vivir sin sobresaltos, busca la estabilidad en permanecer en Dios y sorprenderse todos los días haciendo Su voluntad movidos por Su Espíritu.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Paula: Si pudieras, ¿Qué cambiarías de mí?
Gabriel: Nada, absolutamente nada.
Paula: Pero hay cosas que te turban a veces.
Gabriel: Pero no es por ti. Tú eres como Dios ha querido que seas. Eso no es superable. Y tú ¿qué cambiarías de mí?
Paula: Lo que Dios quiera cambiar en ti. Sólo Él sabe quién estás llamado a ser. De momento a mí me gustas bastante.
Gabriel: ¿Sólo bastante?
Paula: Bastante más que yo a ti.
Gabriel: No, tú a mí más.
Paula: Anda que parecemos dos novios que no encuentran el momento de colgar. Jajaja
Gabriel: Jajaja. Cuelga tú…

Madre,

No sé qué pretendemos cambiar en nuestro esposo si aún no hemos descubierto toda Su grandeza. Dios me ha dado mucho y no he sido capaz de apreciarlo. Sorry 4 that much!!