Archivo por meses: agosto 2022

Plan 7. Comentario para Matrimonios: Lucas 14, 1. 7-14

EVANGELIO

 

El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 14, 1. 7-14

Un sábado, Jesús entró en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando.
Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola:
«Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os convidó a ti y al otro y te diga:
“Cédele el puesto a éste”.
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.
Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga:
“Amigo, sube más arriba”.
Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.
Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Y dijo al que lo había invitado:
«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos».

Palabra del Señor.

 

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Plan 7.

Está más que comprobado que el mayor enemigo del matrimonio es el orgullo. Podríamos identificarlo con la dureza de corazón. Pero ¿cómo vencerlo? De ello depende nuestra felicidad. Que un matrimonio sea feliz depende sólo de dos personas: Del esposo y de la esposa. ¿Por qué no serlo? Queremos, pero el orgullo nos asalta y nos ciega. ¿Qué hacer? Un plan de 7 semanas para dinamitar el orgullo sin ir contra él directamente. Los explicamos en el caso de hoy.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Juanjo: Marina, he leído un artículo que creo que me puede ayudar. Son pautas para mejorar en el tema del orgullo.
Marina: ¡Ah! Qué bien. Cuenta, cuenta.
Juanjo: Comenzar la primera semana esforzándome por descubrir lo mejor de ti. Todos tienen algo que enseñarme, pero especialmente tú, que eres un inmenso don de Dios para mí.
Marina: Mira, eso está bien. Me gusta cómo suena. (Se ríe)
Juanjo: El segundo paso es decírtelo, mostrarte mi admiración. Esto sin dejar de hacer lo de la primera semana.
Marina: Muy bien. Imagino que eso hará que me sienta valorada y, por lo tanto, querida. Creo que funcionará…
Juanjo: La tercera semana, añado lo de reconocer rápidamente mis errores. Está claro que tiendo a excusarlos…
Marina: Veo que te habías percatado. Es habitual que lo hagamos. A mí también me pasa.
Juanjo: La cuarta semana, me tengo que centrar en pedir perdón por los propios errores.
Marina: Ahí lo más duro es, sobre todo, ser el primero en pedir perdón en caso de que nos hayamos enfrascado los dos.
Juanjo: Sí, eso lo hace más difícil… La quinta semana el plan es no ir de autosuficiente y pedir ayuda. Es importante admitir las propias limitaciones y necesidades. Sobre todo, en el plano espiritual.
Marina: Está claro. Si no la pedimos, será imposible avanzar. No tenemos la fuerza o la perseverancia suficiente. Me parece precioso este punto.
Juanjo: La sexta semana dedicarme sobre todo a servirte. Dice el artículo que esto ayuda mucho a crecer en humildad, habituarse a servir, sobre todo en cosas que parece que no tienen ningún valor o importancia. Tareas que podría hacer cualquiera como fregar, barrer, pelar patatas…
Marina: ¡Hala! Robot aspirador a la basura… Jaja. Imagino que además de hacer las tareas hay que hacerlas con alegría. Porque claro, si se está uno quejando todo el rato, supongo que no valdrá de mucho el esfuerzo.
Juanjo: Importante puntualización. Sí señora. Y, por último, la séptima semana, reconocerle a Dios el mérito de todas mis cualidades y mis actos buenos. En realidad, son dones Suyos, o mociones del Espíritu, por lo tanto, la gloria es para Él.
Marina: Oye, muy interesante tu plan. ¿Me puedo apuntar yo también a hacerlo? A ver quién lo hace mejor… ¿vale?
Juanjo: ¡Ehhh! ¡Eso no! Que competir por ser más humilde ya es soberbia. Digo yo… Jajaja
Marina: Menudo lío…

Madre,

Danos en este curso un corazón de esposos mansos y humildes. Amén.

Virtudes y gracias. Comentario para Matrimonios: Mateo 25, 14-30

EVANGELIO

 

Como has sido fiel en lo poco, pasa el banquete de tu Señor.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 25, 14-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
– «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
– «Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.»
Su señor le dijo:
– ”Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor».
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
– «Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos».
Su señor le dijo:
– «Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor».
Se acercó el que había recibido un talento y dijo:
– «Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.»
El señor le respondió:
– «Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y rechinar de dientes»».

Palabra del Señor.

 

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Virtudes y gracias.

El Evangelio podría parecer un poco injusto, porque al que se le ha dado un talento, digamos que parte con menos “alegría” que aquel al que se le han dado 10. El Señor nos da una serie de dones: virtudes infusas y medios para desarrollar las virtudes adquiridas. Ambas se pueden desarrollar o se pueden incluso perder. Puede que por nuestro temperamento tengamos de partida poca paciencia, pocas habilidades sociales o poca templanza… Pero da igual. Ante nosotros se presentan dos caminos y no hay más. Crecer en el amor o dejarnos llevar por nuestros impulsos más animales. Y de eso se nos examinará: ¡de amor!
El Señor pondrá encima de la mesa las virtudes y gracias que nos ha dado y nosotros tendremos que presentar lo que hemos crecido con ellas en el amor. ¿Seremos fieles en lo poco para recibirlo todo?

Aterrizado a la vida matrimonial:

Carmen: Cariño, me he dado cuenta que me cuesta amarte compartiendo contigo mis debilidades y tentaciones. Me da miedo que me juzgues o me corrijas duramente. Me da miedo la imagen que te puedas crear de mí. Y por otro lado, sé que Dios te ha puesto como mi ayuda adecuada y sin ti no podré avanzar hacia Él.
Álvaro: Carmen, yo te quiero. Sé que no eres perfecta, pero te quiero y quiero tu bien. Sé que Dios me ha puesto en esta vida para ayudarte a crecer en el amor, no para juzgarte y quitarte la esperanza.
Carmen: Ya, pero ha habido veces que te he compartido algo feo de mi corazón y te ha dolido y te has sentido dolido contra mí.
Álvaro: Lo sé, Carmen. Sé que lo he hecho mal. Pero dame otra oportunidad. Quiero aprender a amarte en esas situaciones en las que vives tentaciones o prejuicios hacia mí. Con la ayuda de Dios sé que puedo amarte y ayudarte.
Carmen: Bueno. Te comparto mi corazón ¿vale?
Javi: ¿Y papá y mamá?
Riki: Shhh ¡calla! Están en la terraza juntitos y enamorados.
(Los dos se ríen)

Madre,

Dios nos ha dado mucho: virtudes, gracias santificantes, dones del Espíritu Santo… y también una Madre. Tú, María. Te pedimos que nos ayudes a responder a tanta generosidad de Dios. Alabado sea por siempre.

Saborear el amor. Comentario para Matrimonios: Mateo 25, 1-13

EVANGELIO

 

¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 25, 1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron a encuentro del esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.
Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una voz:
“¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”.
Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a las sensatas:
«Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas».
Pero las prudentes contestaron:
«Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis».
Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.
Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo:
«Señor, señor, ábrenos».
Pero él respondió:
«En verdad os digo que no os conozco».
Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

Palabra del Señor.

 

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Saborear el amor.

No es lo mismo ser listillo que poseer el don de la sabiduría de Dios. El esposo listillo mira para sí, es egoísta, es oportunista y se aprovecha de su esposa y si puede, de otras mujeres. El esposo que posee el don de la sabiduría quiere el bien de su esposa e hijos por encima de todo, incluso de sí mismo. Eso le lleva a disfrutar entregándose por ellos y a darles lo más grande que tiene: Su fe. Necedad para los listillos, pero el esposo sabio ha sabido construir una relación de amor más fuerte que la muerte.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Juan: Hoy hace años de la muerte de Carolina. Mi esposa era santa, creo yo.
Alicia: ¿Por qué lo dices?
Juan: Porque yo sé lo que mi esposa amaba a Dios, cómo confiaba en Él en todo lo que acontecía, porque se sabía amada por Él. Todo ese amor del que se iba llenando, lo volcaba sobre mí, y cada vez me amaba más y mejor. Yo notaba cómo iba superando sus dificultades por amor a mí.
Alicia: Sí, sólo Dios es Santo. Sólo Él hace a los santos. Y sólo Él nos enseña a amar de verdad.
Juan: Entiendo que será Dios quien la juzgue, pero si yo que era su esposo y la conocía perfectamente la veo así, como alguien que ha sabido saborear el amor de Dios ¿No la verá Dios incluso mejor que yo?

Madre,

Quiero agradar a Dios con mi vida. Sólo tengo esta oportunidad para hacerlo. Quiero que Él se sienta a gusto dentro de mí, que mi corazón sea su consuelo. Alabado sea el Señor por siempre.

Grande es la promesa. Comentario para Matrimonios: Mateo 24, 42-51

EVANGELIO

 

Estad preparados.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 24, 42-51

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.
¿Quién es el criado fiel y prudente, a quien el señor encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas?
Bienaventurado ese criado, si el señor, al llegar, lo encuentra portándose así. En verdad os digo que le confiará la administración de todos sus bienes.
Pero si dijere aquel mal siervo para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo castigará con rigor y le hará compartir la suerte de los hipócritas.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes».

Palabra del Señor.

 

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Grande es la promesa.

Al administrador fiel y prudente Dios le confiará la administración de todos Sus bienes. Tela marinera lo que nos dice el Señor en este Evangelio. Sin lugar a dudas, es mucho más potente esta promesa que el miedo al castigo por no administrarlos. Si el miedo a ese llanto y rechinar de dientes es sobrecogedor, cuánto más hermosa y grande es la promesa de la administración de todos los bienes Divinos, ni más ni menos. María fue el gran modelo en esto de ser fiel y prudente con las cosas de Dios y por eso ahora es Reina de Universo. Medianera de todas las gracias de Dios. Es ella quien las administra todas. Portémonos como Ella para ser dignos del reino de Dios.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Andrés: Lucía, ¿sabes qué te digo? Es mentira que no recemos y no vayamos a la Eucaristía diaria porque no tenemos tiempo. Y las consecuencias de no hacerlo son graves, porque si no nos llenamos de la gracia, no podremos darnos el uno al otro la ayuda que Dios quiere.
Lucía: Sí, yo también lo tengo claro. Este verano hemos tenido todo el tiempo del mundo y sin embargo hemos ido a Misa menos que durante el curso y hemos rezado bastante poco, la verdad. Y las consecuencias están ahí. En este mes nos hemos distanciado bastante el uno del otro.
Andrés: En cierto modo, me alegro mucho de volver a nuestra vida normal. Es en el día a día cotidiano cuando tenemos la oportunidad de crecer y entregarnos.
Lucía: Sí. La vida es hermosa, pero cuando se entrega, claro.
Miguelito: Mamá, entonces ¿Vais a volver a quereros como antes?

Madre,

Gracias por tu ejemplo como administradora fiel y prudente. Alabamos a Dios por haberte hecho administradora de todas las gracias. Acuérdate de nosotros, que nos hemos puesto a tu servicio. Amén.

Esposos sin engaño. Comentario para Matrimonios: Juan 1, 45-51

EVANGELIO

 

Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 1, 45-51

En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo:
«Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Natanael le replicó:
«¿De Nazaret puede salir algo bueno?».
Felipe le contestó:
«Ven y verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
«¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
– «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

Palabra del Señor.

 

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Esposos sin engaño.

Hoy es el día de San Bartolomé (hijo e Bartolo), cuyo nombre real era Natanael, original de Caná de Galilea. A pesar de sus dudas, Natanael luchaba por lo que hoy llamaríamos permanecer en Gracia de Dios.
Qué bonito sería escuchar de labios de Jesús esa frase: Ahí tenéis (referido a mí), un esposo cristiano de verdad, en quien no hay engaño. No es un esposo que aparenta ser una cosa y es otra, no es un esposo que se deja llevar por sus emociones y sus deseos o por su orgullo, es un esposo que lucha todos los días por entregarse y no sucumbir a la tentación: Lucha por estar alegre y confiar en Dios, por apartar de sí todo egoísmo, enfado, amargura, malos pensamientos… y esforzándose por el camino de la virtud, siendo fiel a la vocación que Dios le ha encomendado.
El secreto hoy, esposos, consiste en estar siempre en gracia. Arrepentirme en cuanto caiga, confesarme, comulgar a menudo, y así estar a merced del Espíritu, listo para que el Señor pueda seguir conduciendo mi vida.
Esposo, el Señor también se fija en ti. ¿Qué ve?

Aterrizado a la vida matrimonial:

Marta: (Pensando) Hay que ver, siempre tengo que estar yo tirando de todo, y Pablo tan tranquilo, parece que nada va con él. Estoy cansada de tirar de los niños y tener que tirar también de él… ¡Para ya! Pero ¿Qué estoy haciendo? Estoy cayendo en la tentación de pensar mal de mi esposo, y el Señor me está mirando. No lo puedo consentir, no me puedo dejar llevar por mis quejas y mi victimismo, o no seré capaz de ver la belleza de mi esposo y del plan de Dios para nosotros. ¡Lo siento Satanás! Pero te digo ¡No! Un ¡No! Rotundo. Alabado sea el Señor, gracias Señor por mi esposo, por mi familia, por mi vocación…
Pablo: (Pensando) Ahora que me doy cuenta, ayer fui bastante orgulloso con Marta y no me he confesado. ¡Claro! Así estoy más expuesto al Demonio. Yo quiero seguir siendo fiel a Dios y fiel a mi vocación. Voy a confesarme hoy antes de Misa y a pedirle perdón también a Marta por mi actitud de ayer.
Miki : Señor, veo que mis padres luchan de verdad por quererte y por quererse. Mis padres son esposos verdaderos ¿A que sí?

Madre,

Abrázame fuerte en la lucha contra toda tentación, para que en ella elija siempre el camino de la Verdad, a tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Y el día que vea el cielo abierto y los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre, un ángel me lleve hasta Él, porque no se haya encontrado engaño en mi corazón. A ti te lo pido, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.