EVANGELIO
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 13, 31-33a. 34-35
Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».
Palabra del Señor.
Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí: http://wp.me/P6AdRz-D1
“En construcción”
El amor entre el esposo y la esposa refleja el amor de Dios. Hemos sido creados para amarnos como Él, y ese es nuestro mandamiento principal. Sin embargo, nuestro amor es un proyecto. No nos podemos exigir el uno al otro vivir este amor como Dios, sino que tenemos que construirlo juntos. Así que, deberíamos colgar entre nosotros un cartel que pusiese “en construcción”. Y con esa naturalidad, lo iremos viviendo. Hoy avanzará más la obra y mañana menos, pero todos los días pondremos la maquinaria a funcionar. Cualquiera que se acerque a la “obra” verá primero una enorme zanja, después los cimientos, la estructura, luego paredes que se van construyendo ladrillo a ladrillo… En cada fase de nuestra obra, podrán intuir qué es lo que estamos construyendo: Un amor de comunión, que refleja el del mismísimo Dios. Pero… que conste, que al final, es posible verlo terminado. Dios nos ha creado el uno para el otro, para hacernos uno como Él. ¿Cuántos esposos estamos construyendo nuestro matrimonio en serio?
Aterrizado a la vida matrimonial:
Matrimonio Tutor: Bueno, ¿cómo vais esta semana?
Carlos: Yo estoy con eso que me dijisteis de obedecer a mi esposa. El que obedece no se equivoca y se asemeja a Cristo.
Matrimonio Tutor: Y ¿qué tal te ha ido?
Carlos: Esta semana regular. Me he revelado alguna que otra vez y he contestado de malas formas. Pero al final lo he hecho a regañadientes. Otras veces sí lo he hecho bien.
Matrimonio Tutor: ¡Muy bien! Enhorabuena por tu esfuerzo. Estás construyendo. ¿Y tú Ana?
Ana (esposa de Carlos): Yo estoy con lo de mirar sólo lo bello y lo bueno, y apartar los pensamientos oscuros. Llenar mi corazón de la bueno porque lo bueno viene de Dios. Y he caído alguna vez juzgando mal a mi esposo y en alguna ocasión, criticando en mi corazón a mis suegros. Pero estoy mucho más pendiente de los dones que recibo de ellos, y voy sabiendo valorarlos.
Matrimonio Tutor: ¡Genial, Ana! Enhorabuena, también. Estás construyendo un matrimonio. Alabado sea Dios por vuestros progresos.
Madre,
Dios no va a valorar el resultado, porque es Él quien lo hace. Dios va a valorar mi esfuerzo, y yo me estoy esforzando. Espero algún día disfrutar de Su abrazo eterno. Confío en su misericordia. Amén.