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EVANGELIO
Si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 5-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: «¿Adónde vas?» Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré.
Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».
Palabra del Señor.
Nuestra tarea.
La justicia humana condenó injustamente al Señor. La justicia divina se impondrá al final y se desvelará todo pecado y vendrá la condena al príncipe que gobierna este mundo.
Por eso, no me toca a mí hacer justicia, esa es tarea del Señor.
Mientras, nuestra tarea es salvarnos mutuamente con nuestra entrega.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Juanjo: Señor, durante muchos años he juzgado y condenado a mi esposa por cada uno de sus pecados, pero ahora que te conozco, Señor, quiero ofrecerme por ella para que no le tengas en cuenta el sufrimiento que me ha causado y sólo mires todos y cada uno de sus actos de entrega que han sido muchos.
Marisa: Señor, durante muchos años he estado muy atenta al dolor de mi corazón por las heridas infligidas por mi esposo. Pero ahora, Señor, ante Tú Sagrado Corazón, te pido que olvides todas sus faltas de caridad y sólo mires cuánto ha querido quererme siempre. Yo me ofrezco por su salvación.
(Y el Sagrado Corazón de Jesús es consolado en el cielo)
Madre,
Nos amamos y queremos la mutua redención. Viviremos por y para eso. Alabado sea el Espíritu Santo.
El comentario parece estar hecho para mí. Me identifico con Marisa. Gracias por vuestra labor.