Archivo por días: 26 mayo, 2025

Testigos en las duras. Comentario para Matrimonios: Juan 15, 26-16, 4a

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 26-16, 4a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».

Testigos en las duras.

Cuando damos testimonio solemos hablar de lo bien que nos ha acabado yendo en la vida, eso sí, gracias a Dios. Pero la realidad es que podremos dar testimonio de Cristo sólo en la cruz y con la intervención del Espíritu Santo. Sólo cuando se ama en situaciones duras en que el mundo es incapaz de amar, entonces podrán ver en nosotros la acción sobrenatural del Espíritu Santo.
La pregunta es ¿Y me ofrezco yo como testigo víctima? Si la respuesta es «sí», como dice Jesús: «cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Magdalena: Santi, amo tanto al Señor que deseo a toda costa que todo el mundo lo conozca.
Santi: Para eso tienes que dar testimonio de él como esposa. ¿Cómo piensas hacerlo?
Magdalena: Sólo hay una manera, que es amándote en los momentos más difíciles.
Santi: El reto es duro, porque cuando yo me pongo difícil… Te lo pongo pero que muy difícil.
Magdalena: Ya, dímelo a mí… Pero me ofrezco como testigo, dispuesta a amarte sufriendo, para que el Espíritu Santo lo haga si así lo dispone.
Santi: Veo que amas mucho al Señor.
Magdalena: Pero me ofrezco también porque quiero amarte mucho a ti, en todas esas situaciones en las que no he sido capaz de amarte aún.

Madre,

Queremos ser esposos testigos del Amor de Cristo. Alabado sea por siempre.