Archivo por meses: marzo 2024

De justos e injustos. Comentario para Matrimonios: Juan 11, 45-57

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EVANGELIO

Para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 11, 45-57

En aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron:
«¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación».
Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo:
«Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera».
Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos.
Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban:
«¿Qué os parece? ¿Vendrá a la fiesta?».
Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.

Palabra del Señor.

De justos e injustos.

El Espíritu puede hablar incluso por boca de los enemigos de Dios. Es significativo que el Sumo Sacerdote, por el hecho de serlo, fuera un canal de Dios incluso cuando le estaba traicionando. Así es el poder de Dios que gobierna sobre buenos y malos, sobre justos e injustos.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Luis: Me pasa que, por ver tu pecado, porque lo tienes como yo lo tengo, ya me cuesta creer que Dios me habla a través de ti.
Maite: Te entiendo, porque a mí me pasa igual.
Luis: Pero la realidad es que ha sido Él quien te ha elegido para ser ministro de las gracias de Dios para mí. Y ese es el motivo por el que debería estar atento a la voz de Dios a través de ti.
Maite: Me parece una reflexión muy oportuna. Yo hay veces que descarto lo que viene de ti por las formas, porque no veo caridad en tus correcciones y considero que ya no pueden venir de Dios, pero esta reflexión me da qué pensar.
Luis: Dios es Dios y se manifiesta a través de sus ministros, sean o no santos.

Madre,

Que estemos más atentos a la acción de Dios a través de nuestro esposo. Es canal de gracia para mí. Alabado sea Dios.

Familia en obras. Comentario para Matrimonios: Juan 10, 31-42

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EVANGELIO

Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 31-42

 

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.

Él les replicó:
«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».

Los judíos le contestaron:
«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».

Jesús les replicó:
«¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».

Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.

Muchos acudieron a él y decían:
«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».

Y muchos creyeron en él allí.

Palabra del Señor.

 

Familia en obras.

Señor, gracias por tantas obras buenas que haces cada día en nuestras vidas. Desde luego que son las obras del Padre, esas y sólo esas, porque siempre actúas en Su nombre. Hoy siento que me preguntas si yo también me comporto como hijo, haciendo las obras de mi Padre. Reviso estos días a fondo y me lo pregunto.

Nosotros también podemos hacer las obras del Padre: Recuerdo aquel esposo, que no tenía fe. Pero alguien que Dios había puesto en su camino le dijo, si no puedes rezar tú, rezaré yo por ti. Al cabo de un tiempo, de manera inexplicable, aquel esposo se convirtió, y de qué manera. Su relación con Dios pasó a ser una prioridad en su vida.

 

Aterrizado a la vida matrimonial:

Carlos: Para estos días, te propongo un plan familiar. Podemos hacer cosas extraordinarias, si Dios quiere a través de nosotros. Podemos hacer obras que hablen de Dios ¿Qué te parece? Podemos alcanzar el amor en casa, siendo una “Familia en obras”: Contigo, esposa, hasta cuando estés enfadada conmigo, o si soy yo quien se enfada… En cada detalle pequeño del hogar… Cuando hablamos con Dios y nuestros hijos, que necesitan profundizar en sus cosas…

Carmen: Haciendo obras para que reine el amor y el calor de un hogar, creando un ambiente donde todos deseemos estar. Esto tiene que ser como un trocito de cielo para nuestra familia. Un sitio donde descanse nuestro corazón, donde compartamos las penas y las alegrías, donde descanse también nuestra alma en Jesús. ¿No es así el hogar de Dios? Esas son las obras de Dios que podemos hacer en la familia, y que demuestran que somos Sus hijos.

 

Madre,

Ya nadie me puede decir que no existes, porque he experimentado Tu acción en mi vida. Sé que estás a mi lado. Sé que me llevas hacia tu Hijo. No me dejes Madre. Vivo para Ti. Gloria a Dios. Amén.

La paciencia de Dios. Comentario para Matrimonios: Juan 8, 51-59

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EVANGELIO

Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 51-59

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
– «En verdad, en verdad os digo: quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre».
Los judíos le dijeron:
– «Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: «Quien guarde mi palabra no gustará la muerte para siempre»? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?».
Jesús contestó:
– «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: «Es nuestro Dios», aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera: «No lo conozco» sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría».
Los judíos le dijeron:
– «No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?».
Jesús les dijo:
– «En verdad, en verdad os digo: antes de que Abrahán existiera, yo soy».
Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.

Palabra del Señor.

La paciencia de Dios.

Lejos de sentir aversión hacia los no creyentes o los alejados, debemos sentir compasión. ¡Cuánto querrían ellos ver lo que nosotros vemos! Y el drama es que no lo ven.
Por otro lado, nosotros debemos tener cuidado para que no se nos suba a la cabeza el don de la fe, vaya a ser que dejemos de ver a Cristo, como les pasó a los fariseos que tenían al Hijo de Dios delante y por creer que ya se lo sabían todo, sólo veían lo que ven los ojos de la carne.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Teresa: ¿Qué habremos hecho mal? Nuestros hijos andan todavía con un pie en el mundo.
Manuel: Bueno… Creo que es el momento de la fe. No se trata ya tanto en que les insistamos en lo que ya les hemos contado muchas veces.
Teresa: Es cierto. Es tal el ansia de que lo descubran y de que tomen una determinada determinación, que a veces hasta les exasperamos.
Manuel: Por eso te digo, es mejor que recemos y ofrezcamos sacrificios por ellos y tener la paciencia que Dios está teniendo con ellos, como la tuvo con nosotros. Es la hora de demostrar nuestra fe.

Madre,

El demonio quiere que se instale en nosotros la soberbia para que dejemos de ver con los ojos de la fe. Tú qué por gracia de Dios eres la Omnipotencia Suplicante, líbranos de ese mal. Amén.

RETIRO MATRIMONIOS PARÍS (FRANCIA) 3-5 MAYO 2024

RETIRO MATRIMONIOS – PARÍS (FRANCIA) 3-5 MAYO 2024

Proyecto Amor Conyugal en colaboración con la Diócesis de Beauvais os invita a participar en un retiro para Matrimonios, con el objetivo de adentrarnos juntos en la Verdad del Matrimonio (según San Juan Pablo II) y experimentar la Alegría del Amor (según el Papa Francisco).

¿A quién va dirigido este retiro? A todos los esposos unidos por el Sacramento del Matrimonio o aquellos que en el momento de la inscripción no tienen impedimento alguno para contraer el Sacramento del Matrimonio, y que quieran vivir una EXPERIENCIA de AMOR juntos, estén en crisis o no. A todos los que quieran fortalecer y reavivar su Sacramento del Matrimonio.

FECHAS: Será desde el viernes 3 de mayo a las 16:30 h hasta el domingo 5 de mayo a las 17:30 h.

LUGAR: Maison Concordes – 31 rue d’Hugny
77260 la Ferté sous Jouarre – FRANCIA

PRECIO: (Incluye alojamiento, pensión completa y gastos diversos)

  • Adultos: 400 euros  por matrimonio.

Suplemento económico para ayuda a otras familias: Podéis aportar una cantidad adicional, a voluntad, que es muy importante para ayudar a otros matrimonios con dificultades económicas que quieren hacer el retiro.

Subvenciones: Si alguna familia no puede asistir por problemas económicos que nos lo comente, por favor.

 

INSCRIPCIÓN: Para realizar la inscripción, pincha aquí. A partir del miércoles 20 de marzo a las 20:00 h

¿Cuándo? Lo antes posible. Se suele llenar en pocos minutos.

Nos pondremos en contacto con vosotros para confirmaros la reserva de plaza y daros las instrucciones para realizar el pago o indicaros si estáis en lista de espera. En caso de que no hubiese plazas disponibles.

Para consultar cualquier duda o ponerte en contacto con nosotros, escríbenos a luxemburgo@proyectoamorconyugal.es

Sobre Proyecto Amor Conyugal: https://proyectoamorconyugal.es/acerca-de está compuesto por matrimonios católicos que profundizamos en nuestra vocación conyugal y que ayudamos a otros a convertir su matrimonio en algo GRANDE.

La prueba del algodón. Comentario para Matrimonios: Juan 8, 31-42

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EVANGELIO

Si el Hijo os hace libres, sois realmente libres.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 31-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:
– «Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».
Le replicaron:
– «Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: «Seréis libres»?».
Jesús les contestó:
– «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre».
Ellos replicaron:
– «Nuestro padre es Abrahán».
Jesús les dijo:
– «Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre».
Le replicaron:
– «Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios».
Jesús les contestó:
– «Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió».

Palabra del Señor.

La prueba del algodón.

Si Dios fuera nuestro Padre amaríamos a Jesús sobre todas las cosas y a nuestro esposo como Él lo ama. De lo contrario no nos podemos llamar hijos de Dios, o al menos, no podemos considerar que nos estemos comportando como tales. Esa es la «prueba del algodón», la que no engaña. ¿Amo a mi esposo más que a mí? Entonces amo a Dios.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Julia: Le preguntaba al Señor hoy que si sabe cuánto le amó. Y ¿sabes qué me ha respondido en oración? Que le amo tanto como te ame a ti.
Emilio: Buena respuesta. Y ¿cómo podemos medir el amor que nos tenemos?
Julia: Bueno Emilio, medir medir, no se puede, pero sí me puedo hacer una idea revisando mi amor a ti con el himno a la caridad de San Pablo, especialmente centrándome en las tres últimas afirmaciones: La caridad «todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta». Así sabré si te amo con la caridad de Dios o no.
Emilio: Gracias Julia. Sólo con ese «todo lo excusa» ya me hago una idea de la medida de mi amor.

Madre,

Admirando el amor de Dios, hoy le alabamos muy especialmente. Alabado sea Dios.