Archivo por días: 19 enero, 2023

Diavolus. Comentario para Matrimonios: Marcos 3, 7-12

EVANGELIO

 

Los espíritus inmundos gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios», pero él les prohibía que lo diesen a conocer.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 3, 7-12

En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea.
Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén, Idumea, Transjordania y cercanías de Tiro y Sidón.
Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una barca, no lo fuera a estrujar el gentío.
Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo.
Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante él, y gritaban:
«Tú eres el Hijo de Dios».
Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.

Palabra del Señor.

 

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

Diavolus.

Una de las tácticas favoritas del demonio es «pasar desapercibido» o hacerle creer a la gente que no existe, sin embargo, el testimonio de la Biblia y la experiencia de su acción en nosotros no dejan lugar a dudas. Era aproximadamente enero de 1885, en el Vaticano, en la capilla privada de León XIIII. Después de haber celebrado la misa, el Papa, según su costumbre, asistió a una segunda misa. Hacia el final, se le vio levantar la cabeza de repente y mirar fijamente hacia el altar, encima del tabernáculo. El rostro del Papa palideció y sus rasgos se tensaron. Acabada la misa, León XIII se levantó y, todavía bajo los efectos de una intensa emoción, se dirigió hacia su estudio. El Papa se encerró en su estudio. Media hora más tarde, hizo llamar al secretario de la Congregación de Ritos. Le dio una hoja, y le pidió que la hiciera imprimir y la enviara a los obispos de todo el mundo. Esa hoja contenía la oración a San Miguel Arcángel, con la que acabaremos este comentario.
El término «diablo» indica una función de satanás, que es la de dividir (del latín «diavolus»). Actúa por medio de la seducción que provoca en nosotros un deseo engañoso, bajo apariencia de bien. Lo vemos en las tentaciones de Jesús en las que le ofrece el placer, el poder y la gloria. ¿Nos suenan estos tres deseos? Cuando una víctima cae en el engaño, descarga sobre él todo su odio, destruyendo su vida y todo cuanto tiene a su alrededor.
Nos conviene estar bien cerca de Señor. Él es inmensamente más fuerte.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Almudena: (Piensa: Hay que ver que ha tomado la decisión sin contar conmigo. Es que no cuenta conmigo para nada. Quizás me esté mirando en este momento… No. No debo dejarlo pasar, porque debe aprender a tratarme con más respeto, que no soy un cero a la izquierda.) ¿Por qué no me has preguntado antes de tomar la decisión? Deberías haber contado conmigo. ¿No te parece?
Juan: (Piensa: Me dice que no he contado con ella y sé que le pregunté varias veces. No me presta atención. Encima que me esfuerzo por contar con ella, me ignora y ahora me echa la culpa a mí. Tengo que decírselo, para que la próxima vez me preste más atención. Aunque le va a sentar mal, y nos va a distanciar… Bueno, pero debo hacerlo para que no piense que ha sido culpa mía). Perdona, te lo dije varias veces, pero como siempre, me ignoras. No me prestas atención y encima las consecuencias son para mí…
Almudena: ¿Cómo? Que me lo dijiste varias veces… ¡Encima! Eres como tu hijo, nunca reconoces tus errores…
(Y se acabó liando parda…)
Juan (Por la noche en la oración conyugal): Señor, perdóname porque hoy he respondido mal a mi esposa intuyendo que no le iba a gustar mi respuesta y nos iba a distanciar. Todo por no quedar yo mal. Pura vanagloria. Perdón, Señor. ¿Me perdonas, Almudena?
Almudena: Sí, claro que te perdono. Perdón Señor porque he buscado ser tomada en cuenta por pura vanagloria y he provocado un distanciamiento con mi esposo. ¿Me perdonas, Juan?
Juan: Sí, te perdono. Es tremendo cómo caemos en las tentaciones del demonio. Nos lo viste de bien, y nos engaña. A partir de ahora, antes de tomar un camino, pondré como prioridad si traerá como consecuencia que nos va a separar o nos va a unir. Si nos separa lo rechazaré y si nos une lo cogeré. Así impediré que me engañe el demonio. Ayúdame Señor a discernir.
Almudena: Ayúdanos Señor.

Oración (León XIII):

Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la adversidad y las asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes. Y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno, con el divino poder, a Satanás y a los otros malos espíritus que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.