EVANGELIO
Este es el discípulo que ha escrito todo esto, y su testimonio es verdadero.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 21, 20-25
En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?».
Al verlo, Pedro dice a Jesús:
«Señor, y éste ¿qué?».
Jesús le contesta:
«Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme».
Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?».
Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.
Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni el mundo entero podría contener los libros que habría que escribir.
Palabra del Señor.
Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí: http://wp.me/P6AdRz-D1
¿A ti qué?
Estamos acostumbrados a compararnos con los demás. Es lo que nos produce la “tortícolis conyugal”, de tanto mirar para el de al lado, dejamos de mirar hacia arriba y no seguimos a Jesús. Siempre pedimos cuentas sobre lo que el otro hace o deja de hacer. Jesús me dice hoy: “A ti ¿Qué?” Tú sígueme. Él es Dios y Él decide, Él juzga, Él perdona… Yo te miro, Señor, y te sigo. Y a mi esposo lo miro a través de tus ojos.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Marta: Le digo que rece la Coronilla conmigo y no quiere.
Matrimonio Tutor: Y ¿Por qué tiene que tener el mismo fervor que tú?
Juan: Le digo que trate a mis padres como yo trato a los suyos, y no hay manera.
Matrimonio Tutor: Y ¿Por qué tiene que actuar como tú?
Marta: Siempre le cuento yo mis cosas y él no me cuenta nada.
Matrimonio Tutor: ¿Y por qué tiene que ser tan expresivo y emocional como tú?
Juan: Es que quiere cambiarme. Parece como si no le gustase cómo soy realmente.
Matrimonio Tutor: ¿Y no te viene bien que te propongan mejoras?
Marta: Si cambiara un poquito, todo sería más fácil.
Juan: Si cambiara ella…
Matrimonio Tutor: Y en todas esas situaciones, os lo preguntamos a los dos individualmente: ¿Amas al otro o estás pendiente de tu “yo”? Eso es lo que consigue el demonio, apartaros del amor acusando al otro o pendientes de lo que te viene bien o te gustaría. Ahora os proponemos, dejar de observar lo malo el uno al otro, observar a Jesús e imitarle. Os irá mucho mejor en vuestro matrimonio.
Marta y Juan: Tenéis razón. Nos estamos apartando del amor. Queremos mirar al Señor y lo demás dejarlo en Sus manos. Él sabrá qué hacer.
Madre,
Normalmente pensamos que no somos envidiosos, hasta que hacemos algo que nos cuesta y el otro no, hasta que damos algo que el otro no da. Es una envidia muy sutil que se nos cuela. Pero el Señor nos anima hoy a mirarle a Él cuando tengamos esas tentaciones, y seguirle. Alabado sea el Señor, que conoce nuestros corazones y nos guía. Amén.