Jesús nos enseña que no es la impureza la que nos separa, sino la falta de misericordia. Mediante el perdón, es posible acoger al esposo/a cuando peca. ¡Señor, si quieres, puedes limpiar nuestro matrimonio!
No es la impureza la que separa. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 5, 12-16
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