
Este amor conyugal mío que no da ni para alimentar a mi propio/a esposo/a, el Señor me pide que lo ponga totalmente en juego porque Él va a hacer el milagro de alimentar con él mi matrimonio y el de miles de matrimonios más.

Este amor conyugal mío que no da ni para alimentar a mi propio/a esposo/a, el Señor me pide que lo ponga totalmente en juego porque Él va a hacer el milagro de alimentar con él mi matrimonio y el de miles de matrimonios más.