Archivo por días: 2 marzo, 2023

¡Un planazo! Comentario para Matrimonios: Mateo 7, 7-12

EVANGELIO

 

Todo el que pide recibe.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 7-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!
Así, pues, todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos; pues esta es la Ley y los profetas».

Palabra del Señor.

 

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¡Un planazo!

¿Quién no tiene una preocupación relacionada con el futuro? ¿Qué pasará si…? Puede que viva con miedo o con agobio o me provoque estrés o angustia… ese “qué pasará si…” El demonio quiere que centremos nuestra atención en este tipo de cosas para que no estemos pendientes de lo verdaderamente importante. Muy bien, pues el ejercicio ahora es coger ese motivo que me tiene preocupado, ponerlo en manos del Señor y no volver a darle vueltas, confiado en que Él se encargará. Porque sí, Él se encargará. Y ahora a centrar mi atención en hacer con mi esposo lo que me gustaría que hiciese: Valorarle, conocerle, comprenderle… quererle tal como es. Así y ahora.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Alfonso: Cristina, llevo mucho tiempo pendiente de tus pecados y tus carencias, y ahora quiero descubrir tu misterio y aprender a valorarte más. Voy a apartar mi mirada de lo oscuro, porque eso es obra de satanás y la pondré en lo bello y lo bueno que hay en ti, porque eso es obra de Dios, como dijo la Virgen. Qué mejor estrategia que hacer caso a Ntra. Madre.
Cristina: Gracias, Alfonso. Me quitas un enorme peso de encima. Me encanta tu propuesta. Había ya mucha oscuridad entre nosotros, y estamos tan afanados en mejorarnos mutuamente que no paramos de señalar lo que nos falta o aquello en lo que fallamos. Si te parece, cada cosa que veamos que el otro no hace bien, le pedimos a Dios que Él se encargue, lo dejamos en Sus manos, y nos centramos en valorarnos y conocernos, conocer el don de Dios en nosotros.
Alfonso: Me parece genial. ¡Un planazo para construir un matrimonio!

Madre,

Hacernos responsables de aquello que no está en nuestras manos, nos agobia y nos estresa. A partir de hoy, dejaremos a Dios ser Dios y nos limitaremos a aquello que nos ha encomendado. Alabado sea el Señor que cuida de nosotros siempre, siempre.

Vía Crucis del Matrimonio Estación 9ª

9ª Estación Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén

 

V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Padrenuestro y un Avemaría.

Jesús carga con la cruz y crece en torno a Él la expectación y la curiosidad: hay gente de todo tipo y condición, entre ellos algunas mujeres, que se lamentan al ver la injusticia que se está cometiendo contra aquel inocente.

Del Evangelio según san Lucas 23, 27-31:

Le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres, que lloraban y se lamentaban por él. Jesús, volviéndose a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos, porque he aquí que vienen días en que se dirá: dichosas las estériles y los vientres que no engendraron y los pechos que no amamantaron. Entonces comenzarán a decir a los montes: caed sobre nosotras; y a los collados: sepultadnos; porque si en el leño verde hacen esto, ¿qué se hará en el seco?

Comentario

Ante el dolor, no valen los lamentos estériles, ni siquiera la «resignación cristiana», sino volver la mirada hacia Jesús, que me amó, cargando con el peso de todos mis pecados.
Es el momento de salir de la autocompasión, de esperar que me consuelen, de renunciar a ser al orgullo de pretender ser el centro a causa de mi sufrimiento. Es el momento de unirme a Cristo y, caer como el grano de trigo, para dar fruto abundante con alegría.
Somos también administradores de la gracia de Dios para nuestros hijos, ayúdanos Señor a caer en tierra por ellos. Ha llegado ese momento que profetizaste, en el que la madres abortan, donde se ve más dicha en no tener hijos que en tenerlos, ha llegado la cultura de la muerte, pero Señor, unidos a ti en oración y en el sacrificio, confiamos en que Tú lo harás todo nuevo para ellos.

Oración

Señor, enséñanos a acoger el dolor como un don que nos acerque a Ti para engendrar vida. Porque Tú lo has asumido y le has dado un valor redentor. Que no nos rebelemos cuando las cosas no salen según nuestros deseos. Que te encontremos en las dificultades y en los dolores, propios y ajenos. Enséñanos, Señor, a tener un corazón a la medida del Tuyo.

V/ Señor, pequé.
R/ Señor, ten piedad de mí y de mi familia.