Archivo por días: 12 febrero, 2022

Hacerte feliz. Comentario para Matrimonios: Marcos 8, 1-10

EVANGELIO

La gente comió hasta quedar saciada.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 1-10

Por aquellos días, como de nuevo se había reunido mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en ayunas, van a desfallecer por el camino. Además, algunos han venido desde lejos».
Le replicaron sus discípulos:
«¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado, para saciar a tantos?».
Él les preguntó:
«¿Cuántos panes tenéis?».
Ellos contestaron:
«Siete».
Mandó que la gente se sentara en el suelo, tomando los siete panes, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente.
Tenían también unos cuantos peces; y Jesús pronunció sobre ellos la bendición, y mandó que los sirvieran también.
La gente comió hasta quedar saciada y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil y los despidió; y enseguida montó en la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.

Palabra del Señor.

Anuncio de Proyecto Amor Conyugal en Benalmádena: HOY 12 de febrero a las 20h En la parroquia de la Virgen del Carmen (C. Bonanza)

Málaga: Recorrido por vuestro corazón de esposos, con José Luis y Magüi, profundizando en «Los frutos del Amor Conyugal» el miércoles 16 de febrero en la Casa Hermandad del Sepulcro a las 20h

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Hacerte feliz.

El Señor siente compasión. Y vemos además la generosidad con la que nos cuida, hasta que sobra y sobra. Él nos quiere enseñar a dar con generosidad. Dar lo que tenemos pero contando con Él. Primero tenemos que ponerlo todo y entregárselo a Él. Es la compasión del Señor la que nos mueve a entregarnos y es Su poder el que nos plenifica.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Juan: Cuando yo intentaba hacerte feliz, me frustraba porque no había resultados. Siempre esperaba que tú reconocieses mi amor y tú lo único que decías es que no te sentías amada. No entendía nada. Me parecías insaciable.
Alicia: Ahora veo que tu intención era buena, pero no me dabas lo que yo necesitaba. Necesitaba construir contigo una unión en la carne, en el corazón y en nuestras almas, y tú no ibas mucho más allá de la unión en la carne. Pero no había mucho más. También algo de afectividad, pero faltaba lo principal. Tu amor era un amor como “hueco”.
Juan: Desde que todo lo hago por y para María, Ella lo embellece y se lo presenta al Señor y Él hace el milagro.
Alicia: La unión en el Espíritu, esa era la solución que mi alma ansiaba. Ahora, unidos por Él, ahora sí te experimento como hueso de mis huesos y carne de mi carne.
Juan: Bendito sea el Señor.

Madre,

Gracias por mostrarnos el camino para alcanzar el amor verdadero entre nosotros. No sospechábamos que fuese tan grande y tan hermoso. Alabado sea Dios que por su compasión, transforma nuestro poco en lo sobreabundante.