EVANGELIO
El que hace la voluntad del Padre entrará en el reino de los cielos.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7,21.24-27
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande».
Palabra del Señor.
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Crisis? What crisis?
Había un disco de Supertramp con ese nombre. En la portada aparecía de fondo una zona industrial oscura y sucia, pero en primer plano aparecía un hombre tomando el sol a todo color, como si no fuese con él aquel entorno ni le afectase en absoluto. Así es un matrimonio asentado sobre roca en el mundo de hoy: Un matrimonio asentado sobre roca, no sufre crisis, entendiendo por crisis una situación grave y decisiva que pone en peligro la continuidad o el desarrollo de su matrimonio. Un matrimonio asentado sobre roca, no se pone en peligro. Sufrirá los embates de las dificultades (La lluvia, los ríos, los vientos) que romperán contra la estructura matrimonial y familiar, pero los cimientos no se mueven ni un ápice.
Si quiero construir mi matrimonio sobre roca, tenemos que escuchar la Palabra de Dios y ponerla en práctica en mi vocación concreta. Eso es lo que Dios quiere por nuestro bien y para poder darnos esa vida tan grande que nos tiene reservada. Un amor más fuerte que la muerte.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Matrimonio Tutor: La grandeza de vuestro matrimonio reside en que es un sacramento por el cual Dios ha hecho de vosotros dos una sola carne. La potencia de esa unión es impresionante, si la alimentáis espiritual y carnalmente. Pero por eso mismo, porque es muy grande y muy fuerte, porque es cosa de Dios, no se puede destruir. Por tanto, la palabra “divorcio” entre vosotros está prohibida. En un matrimonio hay líneas rojas que no se deben atravesar, y esta es una de ellas.
Javier: A ver, nosotros nos lo decimos en algunas discusiones, pero en realidad no queremos separarnos.
Matrimonio Tutor: A eso nos referimos. Nuestra recomendación es que no lo volváis a decir jamás. En una discusión, se tiende a proferir amenazas para que el otro se dé cuenta de la gravedad de la situación que está provocando, y esto nos lleva a amenazarnos con la separación. Sin querer, el oído se va haciendo a la idea. Pero entended, que un divorcio es ir contra vuestro Sacramento, contra algo Sagrado, porque es Cristo quien está entre vosotros. Hablar de divorcio podríamos decir que es hacer referencia a un sacrilegio. Por favor, acostumbraos a trataros con el respeto que merecéis por vuestra dignidad y tratad con veneración vuestro sacramento. La Palabra de Dios rezada juntos, os irá ayudando a cambiar vuestra lógica por la lógica de Dios. Vuestra voluntad por la voluntad de Dios.
Madre,
La voluntad de Dios es la clave para mi vida. Eso quiero, quiero obedecerle, quiero ser fiel a Su voluntad. Señor Tú tienes Palabras de Vida eterna. Alabado seas por siempre.