Archivo por meses: octubre 2021

Muy tranquilizador. Comentario para Matrimonios: Lucas 11, 15-26

EVANGELIO

Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 15-26

En aquel tiempo, habiendo expulsado Jesús a un demonio, algunos de entre la multitud dijeron:
«Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo:
«Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.
Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por lugares áridos, buscando un sitio para descansar, y, al no encontrarlo, dice:
“Volveré a mi casa de donde salí”.
Al volver se la encuentra barrida y arreglada.
Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí.
Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio».

Palabra del Señor.

 

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

Muy tranquilizador.

Cuando con el tiempo van saliendo “demonios” de nosotros, por la gracia de Dios, eso es señal de que el Reino de Dios ha llegado a nosotros.
San Juan Pablo habla de un camino eficaz y progresivo para nuestro corazón. Si no hay un progreso, quizás es que hayamos equivocado el rumbo. Si lo hay, es porque el Reino ha llegado a nosotros. Y esto es por un lado muy fuerte y por otro, muy tranquilizador.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Laura: Hoy es un día para la alabanza a Dios. Cariño, veo en nosotros un hombre viejo y un hombre nuevo. Y me da mucha alegría, porque eso significa que Dios está con nosotros, y que Su Gracia está actuando.
Paco (esposo de Laura): A mí, lo que me pasa es que me da mucho respeto contemplar nuestros avances, porque puede colarse la vanidad muy sutilmente y sentirnos orgullosos de nuestro esfuerzo. Ahí el riesgo es caer en el orgullo y entonces vuelven a entrar todos los “demonios” de los que nos habíamos librado por la gracia de Dios.
Laura: Tienes razón, tenemos que ser muy conscientes de que todo avance es obra de Dios, pero por eso también, alabarle y darle gracias es un reconocimiento a Su obra.
Paco: Tienes razón. Alabémosle entonces con todo el corazón, con toda el alma y con todo nuestro ser.

Madre,

Gracias por ser canal de la gracia para nosotros. Dios desde el principio de la creación ya puso su dedo en todos los dones que te concedió. Gracias por tus cuidados, a Jesús, por alimentarle… gracias por tus cuidados a Nuestro Redentor. Bendita seas, Madre.

Imposible dialogar. Comentario para Matrimonios: Lucas 11, 5-13

EVANGELIO

Pedid y se os dará.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 5-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos:
«Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:
“Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde:
“No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se le piden?».

Palabra del Señor.

 

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

Imposible dialogar.

Necesitamos sentirnos escuchados. Necesitamos transmitir sobre todo nuestras necesidades, nuestras dudas, nuestros pecados. Pedir necesidades, buscar respuestas y pedir acogida cuando he pecado y necesito recuperar mi dignidad.
A veces a nuestro esposo, no le escuchamos en sus necesidades, ni le ayudamos a encontrar respuestas, ni le acogemos en su pecado. Esto es lo que hace que no se sienta comprendido, obviamente.
La oración es ese lugar en el que le pedimos a Dios, buscamos orientaciones sobre la verdad y llamamos al Corazón de Cristo para que nos lo vuelva a abrir. Cuando comparto mi oración a Dios con mi esposo, hablándole en alto, él/ella escucha lo que pido, lo que busco y los momentos en que vuelvo a llamar a la casa de Dios porque me había marchado de su lado. Es una oportunidad para compartir juntos una intimidad que a veces no somos capaces de transmitirnos directamente el uno al otro, pero a través del Señor, el yugo se vuelve llevadero y la carga ligera. ¡Gloria a Dios!

Aterrizado a la vida matrimonial:

Manolo: Nos cuesta mucho hablar, porque en seguida hay reproches y agresiones mutuas. Al final no hablamos. Discutimos. Y no somos capaces de arreglar nada.
Matrimonio Tutor: Os recomendamos la oración conyugal. Es la solución, también cuando el diálogo se vuelve imposible. Cuando rezamos juntos, se crea un ambiente de paz que nos permite compartir cosas que en cualquier otra situación provocarían una discusión. Se tratan temas profundos y en profundidad. Además, como le estamos hablando a Dios (aunque sea delante del otro), no hay ofensas entre nosotros, hay más sinceridad, más ternura, más humildad… El Espíritu está presente, sin duda y hace Su trabajo: Unirnos.
Raquel (esposa de Manolo): ¡Suena bien!
Matrimonio Tutor: Además, Dios siempre os escucha, y se hace presente entre vosotros. ¿Qué más podrías pedir?

Madre,

Pedimos que el Padre nos envíe el Espíritu Santo en nuestras oraciones conyugales, para que Él nos una como sólo Él sabe hacerlo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

¿De qué va esto? Comentario para Matrimonios: Lucas 11, 1-4

EVANGELIO

Señor, enséñanos a orar.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 1-4

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
«Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo:
«Cuando oréis decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación”».

Palabra del Señor.

 

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

¿De qué va esto?

Me encanta el Padrenuestro. Es la oración que salió de los labios de Jesús como recomendación para nosotros. Poder rezarla, es muy fuerte, pero entender lo que decimos la hace más potente aún. Como decía San Juan Pablo II, es una oración tan sencilla que la entiende hasta un niño, y tan profunda que podríamos estar toda la vida adentrándonos en ella y meditándola sin agotarla del todo.
¿Qué implicaciones tiene que Dios sea nuestro Padre en cuanto a derechos y deberes? Lo de que Dios sea nuestro Padre, es para reventar de alegría. Ahí es nada… Pero claro, no puedo acceder a tales derechos si renuncio a la “herencia”, y reniego de Él no santificando Su nombre con mi comportamiento de hijo de tal Padre. La otra obligación es que luche por construir Su reino en mi familia. El mundo estará como esté, pero eso no es excusa. ¿Qué me impide construir Su reino en mi casa?

Aterrizado a la vida matrimonial:

Matrimonio Tutor: Alicia, Juan, sabemos que os veis el uno al otro como el malo, pero en realidad, la batalla es del demonio contra Dios, por conquistarnos. Dios actúa por amor y el demonio por herir a Dios destruyéndonos a nosotros. Dios utiliza las armas de Su amor, Su entrega, Su sacrificio… y nuestra libertad. El Demonio en cambio juega con las suyas, que son: Estudiar los puntos flacos del hombre, utilizar la astucia para engañarlo y seducirlo con las cosas del mundo y utiliza de refuerzo a esos otros hombres a los que ya ha engañado y tiene atrapados en sus tinieblas. Así, acabamos luchando unos contra otros, destrozándonos por creernos enemigos unos de otros, mientras que el verdadero enemigo queda oculto a nuestros ojos. Mirad, el único enemigo es el diablo y tenemos que ayudarnos los unos a los otros con las armas de Dios, para que Él pueda actuar como Padre, pueda perdonaros y pueda libraros del maligno. Y así, que pueda reinar Dios en vuestro matrimonio y en vuestro hogar ¿Entendéis ya de qué va esto?
Alicia: ¡Qué ciega he estado! Tenéis toda la razón.
Juan (Esposo de Alicia): ¡Qué ciego he estado! Es cierto que se nos cuela por nuestros puntos débiles. Como nos decíais el otro día, hemos estado en actitud de “oposición”, en lugar de la ayuda mutua para la que hemos sido creados.
Matrimonio Tutor: Anda, rezad cada día al levantaros un Padrenuestro juntos, muy muy despacio, mirándoos a los ojos, comprendiendo qué decís en cada palabra, a qué os comprometéis durante el día y qué necesitáis de vuestro Padre. Él os bendecirá.

Madre,

¿Rezáis un Padrenuestro con nosotros? Padrenuestro que estás en el cielo… Amén.

Lo mejor es irresistible. Comentario para Matrimonios: Mateo 7, 7-11

EVANGELIO

Todo el que pide recibe.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 7-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!».

Palabra del Señor.

 

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

Lo mejor es irresistible.

Parece que asociamos los placeres al demonio y esta asociación es completamente falsa. Los placeres los inventó Dios, y son buenos. El pecado viene antes del placer, cuando lo buscamos egoístamente. Hagamos la voluntad de Dios y Él sabrá darnos lo mejor.
Para el Señor, darnos lo mejor, es irresistible.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Pedro: Antes buscaba disfrutar y era un amargado. Ahora busco hacer la voluntad de Dios y es verdad que me cuesta, pero Él me hace vivir unas experiencias maravillosas: La paz, el amor de comunión, la alegría, veo la belleza en todo, veo su mano en todo…
Marina (Esposa de Pedro): A mí me pasa igual. Recuerdo que estaba muy obcecada con la ropa, la estética en general. Tú lo estabas con el trabajo, el deporte… Pero nuestra casa era un infierno. No éramos felices. Entonces tuvimos ese encuentro con el Señor y le dijimos: “Señor, yo me encargo de tus cosas y Tú encárgate de las mías”. Y pusimos como prioridad todo lo que Él nos había pedido: Nuestra vocación al matrimonio, la unidad de nuestra familia, la ayuda a los matrimonios de nuestro alrededor. Y es cierto que Dios da el ciento por uno. Yo soy testigo de eso. ¡Qué grande has sido con nosotros, Señor!

Madre,

Somos muy afortunados de tener un Padre que nos ame tanto. No somos conscientes de hasta qué punto somos afortunados. Alabado sea nuestro Dios, sea por siempre bendito y alabado. Amén.

El esposo apaleado. Comentario para Matrimonios: Lucas 10, 25-37

EVANGELIO

¿Quién es mi prójimo?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 25-37

En aquel tiempo, se levantó un maestro de la Ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?»
Él le dijo:
«¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?».
Él respondió:
«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo».
Él le dijo:
«Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida».
Pero el maestro de la Ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
«¿Y quién es mi prójimo?».
Respondió Jesús diciendo:
«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.
Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo:
«Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva».
¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?».
Él contestó:
«El que practicó la misericordia con él».
Jesús le dijo:
«Anda, haz tú lo mismo».

Palabra del Señor.

 

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

El esposo apaleado.

El Evangelio de hoy, nos empuja a considerar esa frase que ya hemos remarcado alguna vez: “Cuando tu esposo menos se lo merece, es cuando más te necesita”. Porque nuestra misión es llevarle al cielo, actuando en el nombre del Señor. Él/ella, no será lo que es ahora. Allí no tendrá pecados, y tengo que poner en juego todo lo que Dios me ha dado para llevarle hacia Él con Sus armas: Sacrificio y entrega, pero respetando su libertad. Él nos envía a sanar lo que está herido, en su nombre.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Patricia: Mi esposo ha sido atacado por los ladrones del amor verdadero. La ira descontrolada le tiene al margen de la virtud de la templanza, y su orgullo le ha molido a palos impidiéndole disfrutar de las bondades de la paz que da la humildad. En esas circunstancias, acudí a un sacerdote y me dijo que le dejara, que ha había sufrido suficiente. (Con todo el respeto para los muchos sacerdotes que sí son fieles a la voluntad de Dios y que tanto nos ayudan)
Jaime: Mi esposa ha sido vapuleada por su victimismo lo que la mantiene apartada de la belleza de los dones que Dios le ha dado. También el rencor la ha tenido tirada en la cuneta del amor. En esas circunstancias me acerque a un terapeuta y me dijo que debía dejar de sufrir y recuperar mi “autoestima”. (Con perdón también para todos los terapeutas que trabajan en el nombre del Señor).
Patricia: Pero yo decidí salir en la ayuda de mi esposo. Le calmaba cuando empezaba a ponerse nervioso, le amaba en esos momentos más, para que se sintiese querido. Le ayudé a comprender la grandeza de Dios y nuestra pequeñez, y le hice descubrir la grandeza de vivir confiados en la providencia Divina. Hoy es un hombre nuevo, y doy gracias a Dios por haber podido ser su mediadora en la tarea de la salvación de mi esposo.
Jaime: El Espíritu me guio y le ayudé a descubrir cuánto bien había a su alrededor y no estaba siendo capaz de disfrutarlo. Cuánta bondad hay en Dios que había sido muy generoso con ella. Hoy mi esposa, es una mujer nueva, tiene en su vida esa alegría que sólo viene de Dios.

Madre,

Que no dejemos a nuestro esposo apaleado por los pecados, tirado en la cuneta del amor, muerto en vida. Porque al que le falta el amor, no tiene nada. Ayúdanos a entender nuestra misión de esposos. Somos responsables de su santidad. Alabado sea el Señor que nos concede tan hermosa misión. Amén.