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RETIRO MATRIMONIOS VITORIA GASTEIZ 10-12 DICIEMBRE DE 2021

RETIRO MATRIMONIOS VITORIA GASTEIZ 10-12 DICIEMBRE DE 2021

Proyecto Amor Conyugal en colaboración con la Diócesis de Vitoria-Gasteiz os invita a participar en un retiro para Matrimonios, con el objetivo de adentrarnos juntos en la Verdad del Matrimonio (según San Juan Pablo II) y experimentar la Alegría del Amor (según el Papa Francisco).

¿A quién va dirigido este retiro? A todos los esposos unidos por el Sacramento del Matrimonio y que quieran vivir una EXPERIENCIA de AMOR juntos, estén en crisis o no. A todos los que quieran fortalecer y reavivar su Sacramento del Matrimonio.

FECHAS: Será desde el viernes 10 de diciembre a las 18:00h hasta el domingo 12 de diciembre a las 17:30h.

LUGAR: Gran Hotel Lakua – Calle Tarragona, 8 , 01010 Vitoria (España). Geolocalización: https://goo.gl/maps/bFR6sGHW5GXCCMMGA

 

PRECIOS: (Incluye alojamiento, pensión completa y gastos diversos)

  • Adultos: 295 € por matrimonio.

Suplemento económico para ayuda a otras familias: Podéis aportar una cantidad adicional, a voluntad, que es muy importante para ayudar a otros matrimonios con dificultades económicas que quieren hacer el retiro.

Subvenciones: Si alguna familia no puede asistir por problemas económicos que nos lo comente, por favor.

INSCRIPCIÓN: Para realizar la inscripción, pincha aquí (a partir del jueves 14 de octubre a las 20h):

¿Cuándo? Lo antes posible. Se suele llenar en pocos minutos.

Nos pondremos en contacto con vosotros para confirmaros la reserva de plaza y daros las instrucciones para realizar el pago o indicaros si estáis en lista de espera. En caso de que no hubiese plazas disponibles.

Para consultar cualquier duda o ponerte en contacto con nosotros, escríbenos a retiros.vitoria@proyectoamorconyugal.es

Sobre Proyecto Amor Conyugal: https://proyectoamorconyugal.es/acerca-de está compuesto por matrimonios católicos que profundizamos en nuestra vocación conyugal y que ayudamos a otros a convertir su matrimonio en algo GRANDE.

Porque no quiero. Comentario para Matrimonios: Lucas 11, 27-28

EVANGELIO

Bienaventurado el vientre que te llevó.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 27-28

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío levantando la voz, le dijo:
«Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».
Pero él dijo:
«Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».

Palabra del Señor.

 

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Porque no quiero.

Lo único que da la felicidad es el amor y la comunión se consigue aplicando el Evangelio a nuestra unión. Esa es la clave. Felices los que cumplen el Evangelio, es decir, los que aman como Cristo, porque es la promesa de Dios. Sabiendo esto, si no soy feliz, es porque no quiero.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Mercedes: Estoy tan a gusto él, me siento tan bien, tan comprendida, somos tan iguales.
María (Madre de Mercedes): Eso es el enamoramiento, hija. Todavía no os queréis de verdad. El amor es entregarse uno al otro, es desear lo mejor para el otro, desear que no muera nunca, no sentirse muy a gusto. Eso se llama complacencia.
(A los 10 años de casados)
Mercedes: Este hombre es un suplicio. No me conoce, no me comprende, siempre está a su bola, no se ocupa nada de mí. ¿Y esto es el amor? ¿Me habré equivocado de hombre?
María: Mercedes, te voy a decir lo mismo que te dije hace 10 años. El amor es entregarse uno al otro, es desear ante todo que el otro se salve, es perdonar, es saber ver el valor del otro a pesar de sus defectos. Por lo que me dices, el problema es que no estás amando a tu esposo. Esperas que él te ame a ti, y esa no es tu misión. Cuando apliques el Evangelio a tu relación con él, entonces estarás amando. Hace un rato he hablado con tu hermano Pablo, que me ha llamado quejándose, y le he dicho exactamente lo mismo. Ese es el amor que Dios quiere, el que nos llena, el que nos dignifica, el que nos hace felices, aunque nos parezca que no. Si de verdad quieres ser feliz con tu esposo, ya sabes lo que tienes que hacer.

Madre,

Queremos cumplir el Evangelio con nuestro esposo. Madre, sigue asistiéndonos, porque sabemos que contigo es posible. Bendita seas. Amén.

El “bien estar”. Comentario para Matrimonios: Lucas 11, 29-32

EVANGELIO

A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

Palabra del Señor.

 

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El “bien estar”.

Muchas veces ponemos nuestra atención en nuestros afectos. Busco que me llegue, que me impresione, que me…
En definitiva, es una búsqueda egoísta. Pero ¿quién se preocupa de estar? Simplemente, estar. Estar, compartir el momento, participar de Su corazón, estar disponible. No sólo estoy contigo en los triunfos, en las celebraciones, en las alegrías. El que ama siempre está. Estoy porque valoro a la persona con la que estoy y me siento valorado por la persona con la que estoy. Estar siempre es amar.
Yo pienso esforzarme para darle consuelo por los que no responder a Su llamada ¿Y tú?

Aterrizado a la vida matrimonial:

Andrés: Una de las cosas que he descubierto que más valora mi esposa es que esté en los momentos que son importantes para ella, o en las situaciones difíciles.
Carlos: ¿Y para qué?
Andrés: No hay un “para qué”. Simplemente estar a su lado. Que se sienta acompañada. Que comparta sus experiencias con ellas. No hay más motivos. Cuando se siente acompañada, se siente querida.

Madre,

En el estado del “bienestar”, hay poca gente feliz. Hay mucha ansiedad, depresión, dolor, tristeza, angustia… En el estado del bienestar, hay más malestar que nunca, porque no nos esforzamos por amarnos ¿somos quizás una generación perversa?. Estar por amor, eso sí que favorece el bienestar. Danos Madre perseverancia en el amor, porque un día nos examinarán de amor. Amén.

¿Cuánto me falta? Comentario para Matrimonios: Marcos 10, 17-30

EVANGELIO

Vende lo que tienes y sígueme.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 17-30

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó:
«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».
Jesús le contestó:
«¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».
Él replicó:
«Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud».
Jesús se quedó mirándolo, lo amó y le dijo:
«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven sígueme».
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste, porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:
«¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!»
Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras. Peros Jesús añadió:
«Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».
Ellos se espantaron y comentaban:
«Entonces, ¿quién puede salvarse?».
Jesús se les quedó mirando. y les dijo:
«Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo».
Pedro se puso a decirle:
«Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».
Jesús dijo:
«En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más – casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones – y en la edad futura, vida eterna».

Palabra del Señor.

 

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¿Cuánto me falta?

Nos llama la atención la autenticidad. Alguien auténtico, nos cautiva. Un amor auténtico es lo que deseamos. La autenticidad exige la totalidad, y el amor entre esposos requiere la entrega en totalidad. No se puede amar al 90% o si no, el esposo buscará desesperadamente ese 10% que le falta.
El joven rico, no era un auténtico cristiano, una cosa le faltaba, renunciar a sus riquezas. ¿Qué me impide ser un esposo cristiano auténtico? ¿Qué me impide entregarme totalmente en mi matrimonio? Siempre resonarán en nuestros oídos esas palabras del Señor: “una cosa te falta”. ¿Será mi soberbia? Seguramente, puesto que el orgullo es la fuente de los demás males del matrimonio. No me entrego porque quiero salvaguardar algo de mí, como si me perteneciera.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Matrimonio Tutor: ¿Qué os impide o impedía entregaros totalmente el uno al otro?
Laura: Mi esposo no tiene fe, y eso hace nuestra relación imposible.
Ramón: Llego tarde de trabajar y cuando llego, mi esposa está ya dormida. Pero no puedo llegar antes porque podría perder el trabajo.
Lucía: No me comprende.
Jaime: No tenemos tiempo para rezar juntos y dedicarnos a nuestra relación.
Alicia: Es demasiado dependiente de su madre, y ella siempre se está metiendo en todo.
Andrés: No es capaz de olvidar lo malo que le hice.
Paula: No soporto que me mienta.
Javier: Es muy violenta y me dice cosas muy duras.
Matrimonio Tutor: No somos capaces de amar en cada una de esas situaciones, porque “una cosa nos falta” para ser esposos cristianos. Nuestro esposo o esposa vale mucho más que todas las dificultades que pueda generarme. Merece ser amado. Esposos cristianos son esposos que aman como Cristo en Su Pasión. Su Esposa la Iglesia ¿Tenía fe? ¿Lo trató bien? ¿Le reconoció su entrega? ¿Fue para Él su prioridad?

Madre,

Nuestro “yo” sigue siendo incapaz de entregarse totalmente en lo malo, sigue “midiendo” el amor del otro. Enséñanos a amar, Madre. Amén.

¿El roce…? Comentario para Matrimonios: Lucas 11, 27-28

EVANGELIO

Bienaventurado el vientre que te llevó. Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 27-28

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo:
«Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».
Pero él dijo:
«Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».

Palabra del Señor.

 

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¿El roce…?

Jesús nos empuja a vivir una relación más allá de la puramente carnal. Es verdad que “el roce hace el cariño”, pero el Espíritu de Dios nos hace UNO. Todo en la vida tiene dos maneras de mirarse: Desde el punto de vista terrenal o dándole una dimensión trascendental, desde la mirada de Dios. Cuando miramos desde los ojos de Dios, vemos todo bueno, muy bueno. Vivimos en Su reino.
No es lo mismo cuando veo un problema que cuando soy capaz de ver en él una cruz que será un medio para la salvación de muchos. No es lo mismo que me mire y mire a mi esposo como es ahora, con nuestros “pegotillos”, que mirar nuestro matrimonio con la esperanza de lo que estamos destinados a ser por la gracia de Dios. No es lo mismo aspirar a que me valoren, que aspirar a una intimidad entre nosotros y juntos con Dios.
El Señor quiere la unión de los cuerpos a la par que se unen nuestros corazones y se unen nuestras almas. Sólo el matrimonio cristiano puede vivir esa experiencia, y es que, el matrimonio cristiano es mucho más. Es bienaventurado.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ana: Antes aspirábamos a tener pactados los servicios que debíamos realizar el uno y el otro para que fueran equitativos. Ahora nos servimos el uno al otro como al Señor.
Juanjo: Antes aspirábamos a valorarnos por lo que hacíamos, ahora nos valoramos por la dignidad de hijos de Dios que Él nos ha dado. Antes podíamos aspirar a admirarnos mutuamente, ahora sentimos veneración el uno por el otro.
Ana: Antes aspirábamos a tener unas relaciones sexuales placenteras sobre las que pudiéramos hablar con naturalidad. Ahora vivimos una unión íntima con Dios, que nos hace llorar de alegría.
Juanjo: Antes buscábamos el premio a nuestros esfuerzos en el descanso de las vacaciones o de los fines de semana. Ahora vivimos con la esperanza de alcanzar algún día la vida eterna, juntos.

Madre,

Ser cristiano es aspirar a lo más alto, a lo más feliz, a lo más verdadero, al amor más grande. El camino es el de Cristo y la cruz, pero merece la pena. Alabado sea el Señor que nos ha mostrado el camino. Amén.