Archivo por meses: enero 2021

Lo que realmente separa. Comentario para Matrimonios: Marcos 1, 40-45

EVANGELIO

La lepra se la quitó y quedó limpio.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 40-45

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
-«Si quieres, puedes limpiarme».
Compadecido, extendió la mano y lo tocó, diciendo:
-«Quiero: queda limpio».
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente:
-«No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés, para que sirva de testimonio».
Pero, cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a el de todas partes.

Palabra del Señor.

 

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

Lo que realmente separa.

Cuando uno se enamora, no puede evitar gritarlo a los 4 vientos. Las calles están llenas de pintadas con corazones y declaraciones de amor eterno. Pero ¿Qué pasa después? ¿Dónde está ahora la belleza de nuestro amor? Seguramente nos habremos decepcionado mutuamente y hemos dejado de ser una prioridad el uno para el otro.
Jesús nos enseña que no es la impureza la que nos separa, sino la falta de misericordia. Si Tú Señor que eres puro acoges con tanto cariño, ¿Por qué a nosotros que no somos puros nos cuesta acoger a nuestro esposo cuando peca?.
Hoy en día hacen falta matrimonios que se acojan mutuamente y griten a los 4 vientos el amor que sienten el uno por el otro. Pero para ello, es necesario pedir perdón y pedirnos perdón.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Marga: Mamá, Juan me ha sido infiel ¿recuerdas? ¿Cómo me dices ahora que le perdone?
Alicia (Madre de Marga): Comprendiéndole, Marga. Entrando en su corazón y comprendiendo su debilidad. No hay otro camino. No mires la ofensa, mira a la persona, mira su fragilidad, su necesidad de ayuda para llegar a la santidad.
Marga: Ya, pero eso que dices es muy difícil.
Alicia: Eso que digo es amor. Lo otro es amor propio, es orgullo, es soberbia de no creerle digno de ti. No puedes mirarle desde arriba y machacarle el resto de su vida por haber sido un ruin despreciable. Eso destruye a las personas. Tenéis que reconocer la gravedad del acto, pero luego tienes que poner todo tu empeño en recuperar su dignidad, que vuelva a verse digno de ti.
Marga: Gracias, Mamá. Tú sí que eres una madre. Conozco otras muchas que odiarían a su yerno por lo que ha hecho Juan. Tú en cambio sabes reconocer el valor de las personas y del matrimonio.
Marga: El Señor nos lo enseña. Contémplale en el pesebre y lo entenderás.

Madre,

Es el momento de acercarnos a Jesús y suplicarle juntos de rodillas: Señor, si quieres puedes limpiar nuestro matrimonio. El Señor quiere, se comprometió con nosotros el día de nuestra boda. Sólo Él nos puede llevar a vivir el matrimonio tal como Dios lo pensó. Alabado sea el Señor.

RETIRO PARA MATRIMONIOS EN MURCIA 26-28 FEBRERO

RETIRO PARA MATRIMONIOS EN MURCIA 26-28 FEBRERO DE 2021

Proyecto Amor Conyugal en colaboración con la Delegación diocesana de familia y vida de Cartagena, os invita a participar en un retiro para Matrimonios, con el objetivo de adentrarnos juntos en la Verdad del Matrimonio  (según San Juan Pablo II) y experimentar la Alegría del Amor (según el Papa Francisco).

¿A quién va dirigido este retiro? A todos los esposos unidos por el Sacramento del Matrimonio y que quieran vivir una EXPERIENCIA de AMOR juntos, estén en crisis o no. A todos los que quieran fortalecer y reavivar su Sacramento del Matrimonio.

FECHAS: Será desde el viernes 26 de febrero a las 18:00h hasta el domingo 28 de febrero a las 17:30h.

LUGAR: Casa de Ejercicios Sagrado Corazón (Murcia). Av. de los Jerónimos, 2, 30107 Guadalupe, Murcia.

PRECIOS: 290 euros por matrimonio. Incluye alojamiento, pensión completa y gastos diversos.

Suplemento económico para ayuda a otras familias: a voluntad (importante para ayudar a otros matrimonios con dificultades económicas que quieren hacer el retiro).

(Nota: Si alguna familia no puede asistir por problemas económicos que nos lo comente, por favor)

INSCRIPCIÓN: Para realizar la inscripción, pincha aquí (A partir del 16 de enero de 2021 a las 16:00 h).

¿Cuándo? Lo antes posible. Se suele llenar en pocos minutos.

Nos pondremos en contacto con vosotros para confirmaros la reserva de plaza y daros las instrucciones para realizar el pago

 o indicaros si estáis en lista de espera. En caso de que no hubiese plazas disponibles.

Para consultar cualquier duda sobre el retiro o ponerte en contacto con nosotros, escríbenos a muproyectoamorconyugal@gmail.com.

Sobre Proyecto Amor Conyugal: https://proyectoamorconyugal.es/acerca-de está compuesto por matrimonios católicos que profundizamos en nuestra vocación conyugal y que ayudamos a otros a convertir su matrimonio en algo GRANDE.

La clave del amor. Comentario para Matrimonios: Marcos 1, 29-39

EVANGELIO

Curó a muchos enfermos de diversos males.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 29-39

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés.
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y, al encontrarlo, le dijeron:
-«Todo el mundo te busca».
Él les responde:
-«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido».
Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.

Palabra del Señor.

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

La clave del amor.

Se puede sentir dolor y no estar triste. Cuando me hacen daño, me hacen daño y es inevitable que esto me provoque dolor, pero en cambio, la tristeza, es algo que yo añado a ese dolor por mi soberbia. Lo más grande de esos momentos en los que siento dolor es que Jesús se acerca a mí atraído por mi sufrimiento y movido por Su compasión. Jesús podría estar terriblemente cansado, que no dejaba a nadie sin atender, porque Su amor supera Su sufrimiento y los sana porque Su amor también supera el sufrimiento de aquellos que son atendidos por Él.
Esta es la clave del amor, que siempre es mayor que el dolor y el sufrimiento. Si me siento amado por Él, no puedo estar triste, porque sé que Él está conmigo, y Su amor supera y sana mi dolor.
La prueba de mi amor a mi esposo tiene que ser esa misma, que mi amor sea mayor que mi dolor y mayor que el suyo.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ramón: Hoy estoy especialmente cansado. Tengo unas ganas de llegar a casa…
(Al llegar a casa)
Ramón: Hola, Marta. ¿Qué te pasa? Te pasa algo, te noto rara.
Marta: Si no sabes lo que me pasa, empezamos mal.
Ramón: Vaya… algo he hecho mal, claramente. Pues perdona mi torpeza, pero no sé qué he hecho mal, de verdad.
Marta: Hace tiempo que estoy mal, te lo he dicho ya muchas veces, y no haces nada.
Ramón: (Piensa: Antes pensaría que ya está otra vez con lo mismo, que siempre está mal, que siempre está reclamando y con su victimismo… pero ahora sé que esto son síntomas de que necesita más atención, sentirse querida y valorada, así que es el momento de renunciar a mi cansancio y acercarme a ella hasta que me cuente todo lo que le pasa. Después descansará).
Al acabar aquel día, Marta se abrazó a Ramón. Marta se sentía mucho mejor, y Ramón sentía haber hecho lo que ella se merecía, porque su esposa vale un montón.

Madre,

Hoy vemos a Jesús, cercano al sufriente: Sobre todos y cada uno de los enfermos, ponía Sus santas manos, cerca de ellos, tocando su dolor. Cuando me acerco a mi esposo y “toco” su dolor, entonces comprendo su valor. Vale mucho y me duele verle sufrir. Enséñame a amar, Madre. Alabado sea el Señor y Su misericordia.

Cambio de táctica. Comentario para Matrimonios: Marcos 1, 21-28

EVANGELIO

Les enseñaba con autoridad.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 21-28

En la ciudad de Cafarnaún, el sábado entró Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar:
«¿Qué tenemos que ver nosotros, contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Jesús lo increpó:
«Cállate y sal de él».
El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:
«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen».
Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra del Señor.

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

Cambio de táctica.

Los escribas y fariseos difundían la Palabra de Dios, pero no sacaban los espíritus inmundos de la gente. Cristo en cambio, transmite la Palabra con autoridad, porque los espíritus inmundos lo obedecen, y sólo Dios es capaz de echar a los demonios.
Hay veces que intento realizar “correcciones” a mi esposo con un “debes hacer esto o lo otro”, y ¿qué descubro? Que no tengo ninguna autoridad sobre él/ella, y que no consigo echar los espíritus inmundos que le hacen caer, más bien al contrario, consigo que se instalen más si cabe en esa debilidad de mi esposo, provocándole además para que se revuelva contra mí o quizás huya por no oírme. Sólo si echo los espíritus inmundos, estaré transmitiendo la Palabra en el nombre del Señor.
Así que he decidido cambiar de táctica. Voy a dejar de exigirle a mi esposo que sea más perfecto de lo que es, y en su lugar, voy a hacerle feliz. Voy a hacer que se sienta acogido por mí, que descanse en mí cuando llegue cansado, que tenga confianza en mí y me cuente sus cosas sin miedo a una reprimenda. Voy a ser su amigo, su confidente, quien le mima, quien le hace sentirse valorado, quien más misericordia tiene con él/ella. Creo que eso es lo que Dios me pide que le dé. En definitiva, voy a ser quien más le ame. Quizás así, comportándome como un verdadero esposo, y con la autoridad que Dios me ha dado, le ayudaré a sacar lo mejor de él/ella.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Pedro: Cariño, reconozco que te estoy haciendo la vida imposible con tantas quejas sobre ti. Entiendo perfectamente que no te sientas valorada porque de mis labios no sale casi nada bueno cuando te hablo de ti. Pero quiero que sepas, que en realidad te valoro muchísimo, y quiero que cuando estés conmigo descanses en mí, que puedas estar relajada conmigo, que te sientas importante a mi lado, que puedas ser tú sin miedo a que te recrimine nada. Quiero que me sientas parte de ti porque te comprenda. No quiero enterrar nuestro amor en un montón de razonamientos y leyes que te impongo. Quiero que nuestro amor florezca hermoso, lleno de color.
María: (Llorando) Gracias, cariño. Ahora me siento mucho mejor. Yo haré lo mismo. Voy a quererte como eres, a dejar que seas tú y que te sientas admirado siendo tú. Sólo me importa una cosa en la vida, y es verte feliz. Todo lo demás es secundario para mí. Si tú eres feliz conmigo, yo soy feliz. Así que, no te juzgaré cuando te vea nervioso, te refugies en algo, cuando te vea amargado o abatido. En su lugar, me dedicaré a calmarte cuando estés nervioso, acompañarte cuando te sientas solo, a alegrarte cuando te vea triste, a animarte cuando te vea cansado. Creo que esa es la misión de esposa que Dios me ha encomendado.
Pedro: Gracias, preciosa. Te amo.
María: Te amo.

Madre,

A veces, a pesar de las dificultades de la vida, nos lo ponemos más difícil el uno al otro con tantas exigencias y tantos reclamos. Siempre pidiéndonos más, en lugar de hacernos la vida más sencilla, aliviarnos la carga mutuamente. Dios no quiere que actuemos como los fariseos, cargando fardos pesados sobre el otro, Dios quiere que nos amemos como Él, con ternura, comprensión y misericordia. Alabado sea el Señor que nos habla del amor con tanta autoridad. Él es el único Maestro. Amén.

Dejarás padre y madre. Comentario para Matrimonios: Marcos 1, 14-20

EVANGELIO

Convertíos y creed en el Evangelio.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 14-20

Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:
«Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».
Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.

Palabra del Señor.

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

Dejarás padre y madre.

Siempre me he preguntado cómo se quedaría el pobre Zebedeo, cuando llega un desconocido, invita a sus hijos a seguirle y se marchan con él, dejándole solo con la barca y las redes. También me he preguntado ¿Qué pasa con Jesús? ¿No le importa que dejen al Zebedeo solo? Podría al menos haber llamado a uno y dejado al otro… Pero Dios no se equivoca. Cuando te llama, te llama, y debemos responderle a pesar de todo lo que dejemos atrás.
Es relativamente frecuente que uno de los dos esposos tenga cierto “apego” a su familia de origen. Primero porque tiene la costumbre de vivir sometido a sus padres, y depender de ellos, segundo, porque hay cariño y tercero porque con su familia de origen se siente “como en casa”, pues es donde ha nacido y se ha criado. Pero cuando me caso, Dios me llama a realizar un servicio desde mi matrimonio, y eso implica desapegarme de mis padres. ¿Puede esto causarles algún tipo de “dolor”? Pues sí, pero es la llamada de Dios y Él no se equivoca. Puede también que viva la tentación de que mis padres me necesitan, y puede ser verdad, pero solo en casos de enfermedad grave o similar. No en vano, la familia de origen acaba siendo uno de los principales motivos de ruptura entre los matrimonios. Tiene triste gracia.
Por eso, hay un mandato expreso de Dios: “Dejará el hombre (o la mujer) a su padre y a su madre y se unirá a su mujer (o marido) y los dos serán una sola carne. Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”. Expresamente lo menciona Cristo, porque es posible que viva esa tentación de “dejar” a mi esposo por sentir lástima o cierta preferencia hacia mis padres o hermanos, y eso no es lo que Dios quiere. Él quiere que me haga una sola carne con mi esposo, que para eso me ha creado, y lo decimos nosotros que ya nos toca ser “dejados”.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Jaime: Dice mi madre que si vamos a comer el sábado.
Laura: Jaime, no puede ser que estemos todos los fines de semana metidos en casa de tus padres. Si entre semana casi no nos vemos, el sábado estamos con tus padres y el domingo con los míos ¿Qué tiempo queda para nosotros?
Jaime: Bueno… a ellos les hace ilusión, y es un rato, el rato de comer.
Laura: No, Jaime. Al final, no hacemos otra cosa en todo el día. Entre que vas, que empezamos a comer tarde, que luego viene una sobremesa eterna, que después ayudamos a recoger la mesa y después, que ya es la hora de merendar los niños… Acabamos ya sin ganas de nada más, y nos volvemos a casa al sofá. No hacemos excursiones juntos, ya no tenemos nuestros ratos para hablar, no hay momentos para cultivar nuestra familia, la nuestra.
Jaime: Lo entiendo. Eso no debe faltar. Si te parece, a partir de ahora programaremos los fines de semana en función de nuestros planes. Primero tú y yo, segundo nuestra propia familia y el tiempo que sobre lo dedicamos a la familia más amplia, amigos y demás. ¿Te parece?
Laura: Sí, gracias por comprenderme Jaime. También, necesitaba saber que para ti soy tu prioridad. A veces tengo la sensación de que te preocupas más de tus padres que de nosotros.
Jaime: No, tontorrona… Tú eres mi vida, y siempre lo serás. Y después de ti, nuestros niños. Te quiero, te amo.

Madre,

A veces no somos conscientes de la importancia de nuestra vocación, de que es Dios quien nos llama al matrimonio, y es Dios quien desea que nos centremos en hacernos uno. A veces disfrazamos de bien, centrar nuestra atención y nuestra caridad en otras cosas o personas que nos distraen de nuestra vocación. Madre, enséñanos a ser fieles a nuestra llamada, como Tú lo fuiste. Tú subyugaste cualquier otra cosa a tu vocación de Madre de Dios. Enséñame a hacer yo lo mismo con mi vocación. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.