Archivo por meses: noviembre 2020

“Apocalipsis conyugal” Comentario para Matrimonios: Lucas 21, 20-28

EVANGELIO

Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 20-28

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que entonces está cerca su destrucción.
Entonces los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en medio de Jerusalén, que se alejen; los que estén en los campos, que no entren en ella; porque estos son “días de venganza” para que se cumpla todo lo que está escrito.
¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días!
Porque habrá una gran calamidad en esta tierra y un castigo para este pueblo.
“Caerán a filo de espada”, los llevarán cautivos “a todas las naciones”, y “Jerusalén será pisoteada por los gentiles”, hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles.
Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación».

Palabra del Señor.

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“Apocalipsis conyugal”

Jerusalén era ese lugar santo, del que sacaron a Dios y que acabó siendo pisoteado por los gentiles. Jerusalén, la novia de Dios, se entrega en brazos de otros y acaba siendo profanada. Hoy veo nuestro matrimonio representado en la relación entre Dios y Jerusalén. Un lugar santo, en el que reside el mismísimo Dios, pero del que hemos sacado a Dios y está siendo sitiado, destruido y profanado. Son “días de venganza” entre los esposos… ¡Ay de los hijos de aquellos! Porque habrá calamidades y castigos para esa familia. Vendrán las angustias, los miedos y la ansiedad… Hoy hay muchos que viven el “apocalipsis conyugal”.

Pero nosotros, esposos cristianos, levantaremos nuestra cabeza, porque se acerca nuestra liberación. El Espíritu suscita nuevos carismas, nuevas esperanzas. Resurge la verdad del matrimonio como Dios lo pensó. Resurge Cristo en nuestro matrimonio y en muchos matrimonios de nuestro alrededor. ¡Viva el Matrimonio! ¡Viva Cristo Rey!

Aterrizado a la vida matrimonial:

Álex: Estaba sumido en una tiniebla, confundido por los destellos del mundo. Los negocios, las riquezas, sitios lujosos, restaurantes caros… Ese ambiente lujurioso en el que los adultos juegan a ser adolescentes, visten como adolescentes, se camuflan como pueden, dándose a sí mismos la licencia de vivir como ellos. El atractivo sexual es moneda de cambio. O estás fantástico o estás fuera. Perfumes caros, tratamientos, deporte… El glamour se impone a lo sano y el disfrute a la templanza. Hundí mi matrimonio, hundí mi familia, hundí mi vida y acabé hundido.
Matrimonio Tutor: Y ¿qué te mueve a estar aquí?
Álex: La esperanza. Creo que podéis ayudarme a reconducir mi vida y recuperar todo lo que tenía valor real para mí. Sé que tengo muchos vicios adquiridos, pero creo que Dios puede salvarme a través de vosotros.
Matrimonio Tutor: Has dado un gran paso, Álex. El Señor te ha rescatado y no va a dejar su obra a medias. Si tú no le abandonas, Él no te abandonará. ¿Confías en Él?
Álex: Confío.

Madre,

A veces es necesario que se hunda nuestro mundo para buscar la conversión del corazón y la salvación. Para la liberación, tenemos que pasar por la esclavitud. Es la historia de nuestra vida: Caer para ser rescatados por Dios. Alabado sea el Señor!!

RETIRO PARA MATRIMONIOS EN SAN SEBASTIÁN (ZUMARRAGA) 22-24 ENERO 2021

RETIRO MATRIMONIOS SAN SEBASTIÁN (ZUMÁRRAGA) 22-24 ENERO 2021

Proyecto Amor Conyugal en colaboración con la Delegación diocesana de familia y vida de San Sebastián, os invita a participar en un retiro para Matrimonios, con el objetivo de adentrarnos juntos en la Verdad del Matrimonio (según San Juan Pablo II) y experimentar la Alegría del Amor (según el Papa Francisco).

¿A quién va dirigido este retiro? A todos los esposos unidos por el Sacramento del Matrimonio y que quieran vivir una EXPERIENCIA de AMOR juntos, estén en crisis o no. A todos los que quieran fortalecer y reavivar su Sacramento del Matrimonio.

FECHAS: Será desde el viernes 22 de enero a las 18:00h hasta el domingo 24 de enero a las 17:30h.

 

LUGAR: Hotel Etxeberri
Barrio Etxeberri, s/n, Zumárraga, 20700

 

PRECIO: (Incluye alojamiento, pensión completa y gastos diversos)

– Adultos: 285 € por matrimonio.

Suplemento económico para ayuda a otras familias: Podéis aportar una cantidad adicional, a voluntad, que es muy importante para ayudar a otros matrimonios con dificultades económicas que quieren hacer el retiro.

 

INSCRIPCIÓN: COMPLETO https://forms.gle/f3NtfNKyujNtiTRu7

¿Cuándo? Lo antes posible. Se suele llenar en pocos minutos.

Nos pondremos en contacto con vosotros para confirmaros la reserva de plaza y daros las instrucciones para realizar el pago

 o indicaros si estáis en lista de espera. En caso de que no hubiese plazas disponibles.

(Nota: Si alguna familia no puede asistir por problemas económicos que nos lo comente, por favor)

Para consultar cualquier duda, escríbenos a amorconyugalsanse@gmail.com

Sobre Proyecto Amor Conyugal: https://proyectoamorconyugal.es/acerca-de está compuesto por matrimonios católicos que profundizamos en nuestra vocación conyugal y que ayudamos a otros a convertir su matrimonio en algo GRANDE.

En las pruebas. Comentario para Matrimonios: Lucas 21, 12-19

EVANGELIO

Todos os odiarán a causa de mi nombre, pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 12-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

Palabra del Señor.

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En las pruebas.

Los cristianos estamos llamados a dar testimonio de nuestra fe, y en última instancia podemos estar llamados al martirio. Sin llegar a esos extremos, damos testimonio de la Verdad cuando somos capaces de pasar dificultades con alegría por amor a Dios o a nuestro esposo como respuesta a la vocación a la que nos ha llamado. En las situaciones fáciles no damos testimonio, pues esas las vive cualquiera. Son precisamente en aquellas que son complicadas de superar humanamente, en las que damos testimonio de que Cristo actúa por nosotros y que para Dios no hay nada imposible.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ana: ¿Sabíais que el padre de Juanjo estuvo enganchado a la pornografía?
Marta: Tuvo que ser muy duro de soportar para su mujer. ¿Y ella? ¿Qué hizo?
Ana: Marga al principio le machacaba a él porque se creía la buena de la película. Además, no le perdonaba sus infidelidades.
Marta: La reacción típica en estos casos, vaya. Y ¿Qué es de ellos ahora?
Ana: Se convirtieron, se enamoraron del Señor y después de mucha oración juntos y de trabajar duramente su matrimonio, hoy en día viven una comunión que ni ellos mismos se pueden creer. Mira, hablando del rey de Roma…
Marta: ¿Son esos de ahí?
Ana: Sí.
Marta: Es alucinante. ¡No me lo puedo creer! Si siempre se les ve super unidos. Tienen una relación envidiable.
Ana: Ellos reconocen que con sus fuerzas el cambio que han experimentado hubiera sido imposible, que Cristo ha actuado en ellos.
Marta: ¿Y sus hijos?
Ana: Son increíbles…
Marta: Jo, qué envidia.
Ana: Dios ha actuado, pero porque ellos se lo han currado también, desde luego.

Madre,

No podemos avergonzarnos del Señor y de su obra después de haberse entregado por nosotros y por nuestra salvación. Merece que estemos dispuestos a dar la vida por ser Sus testigos. Cuánto más, a superar las pequeñas cosas del día a día de nuestro matrimonio. Envíanos el Espíritu del Señor, para que nos dé la fortaleza necesaria y haga posible lo imposible. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Nos rescataron. Comentario para Matrimonios: Lucas 21, 5-11

EVANGELIO

No quedará piedra sobre piedra
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 5-11
En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra caliza y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: «Yo soy», o bien «Está llegando el tiempo»; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo».

Palabra del Señor.

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Nos rescataron.

De todo lo que construyamos aquí en la Tierra, habrá un día en que no quede piedra sobre piedra.
Entonces ¿Qué quedará del fruto de mis esfuerzos y de mi trabajo? Con todo lo importante que me parece lo que hago cada día, con toda la responsabilidad que siento, sólo el amor que ponga en lo que hago, permanecerá. Sólo lo que contribuya a que mi esposo y mis hijos vayan al cielo, permanecerá. Es la oportunidad que Dios me da para que colabore con Él.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Pedro: María, he tenido un sueño. Llegaba el fin del mundo, y veía cómo, entre fuertes temblores y fogonazos se iba destruyendo todo. Simplemente se desintegraba. Veía el mueble ese que tantos berrinches me costó cada vez que me parecía que Pedrito lo iba a arañar con su triciclo, y lo veía astillarse y pulverizarse hasta desaparecer. Me pregunté, ¿Y para qué hice sufrir tanto a nuestro hijo por aquel mueble? Mi reloj de pedida, el que siempre escondía para que no me lo robaran, se fundía. El oro se mezclaba con el acero y chorreaba y se perdía por las rendijas del suelo hasta no dejar rastro… Después de lo mucho que lo protegí y lo cuidé como un auténtico tesoro, por su valor, por los recuerdos… pero se esfumó. Poco a poco íbamos viendo desaparecer todo lo que tanto nos ha costado conseguir y mantener, la casa misma, se volatilizaba ante nuestros ojos atónitos… Quedábamos tú, yo y nuestros hijos, y ¡Nada más! Quedaban también nuestros vecinos, unos 100 metros más allá…

De repente aparecieron como unas luces y unas sombras que empezaban a girar en torno de cada uno de nosotros. Nos observaban para ver cómo nos mirábamos. Vi cómo entre los vecinos crecía una especie de muro que los aislaba a unos de otros, hasta que quedaban completamente encarcelados. Vi como a nuestro alrededor empezaban también a formarse esos muros. Eran nuestros rencores, nuestras heridas que nos separan y que no hemos sabido perdonarnos. Eran nuestros desprecios, nuestro orgullo, nuestros egoísmos… Pero a la altura de la rodilla se interrumpían y surgían unos lazos blancos que se entrelazaban uniéndonos entre nosotros. Era el amor que nos tenemos, que impedía que continuasen creciendo aquellas cárceles de piedra.

Entonces apareció un gigantesco Rey. Era Cristo envuelto en una potente luz. Y mandó a las luces y a las sombras que actuasen.
Las sombras se llevaban a los vecinos, a Clara, a Marcos, y a los tres chavales… entre sollozos y gritos desgarradores, y rompí a llorar sumido en una profundísima tristeza desconocida hasta entonces, el inmenso dolor de haber perdido a nuestros amigos para siempre. Después, las luces nos envolvieron y nos rescataron a nosotros, impidiendo el acceso de las sombras que arremetían ferozmente para intentar alcanzarnos.

El sueño acababa con una voz que decía: “Será antes de lo que creéis”. Y me desperté sudando, con la sensación de que, si esto ocurriese hoy, acabaríamos encerrados en una torre de nuestro individualismo y arrastrados por las sombras.

María, siempre he pensado que iríamos al cielo, pero no lo tenemos garantizado. No debemos confiarnos. Debemos luchar mucho más y trabajar por lo eterno, por el amor entre nosotros y con nuestros hijos. El resto lo hará el Señor. ¡Ah y no olvidemos a nuestros vecinos!

Madre,

Es verdad que sin querer, me veo entre los salvados. Me parece como que los malos son otros. Pero no tengo ninguna garantía de que vaya a ser así. ¿Y si me llevo la horrible y desgarradora sorpresa de perder la vida eterna? No debo confiarme, Madre. Tengo que construir muchos lazos de amor con mi esposo primero y con mis hijos después… El Señor me anima siempre a estar alerta. Señor, ten piedad y misericordia de nosotros. Amén.

De lo que necesito. Comentario para Matrimonios: Lucas 21, 1-4

EVANGELIO

Vio una viuda pobre que echaba dos monedillas
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 1-4

En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el tesoro del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedillas, y dijo:
«En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado más que todos, porque todos esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».

Palabra del Señor.

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De lo que necesito.

En este Evangelio Cristo me hace ver una vez más, que no tengo potestad ni las herramientas necesarias para juzgar a nadie. Pero hay otra cosa que me llama muchísimo la atención: El valor de lo que entrega la anciana, se mide sobre todo porque lo que entrega es todo lo que tenía para vivir. Ella no da de lo que le sobra, sino que da de lo que necesita para ella misma.
Puedo dar de lo que me sobra después de haberme reservado aquello a lo que tengo derecho o puedo dar de lo que, necesitándolo, me correspondería legítimamente. Dar de lo que necesito, entregar aquello que necesito y a lo que tengo derecho. Ahí está el verdadero valor de la entrega, y en el matrimonio tenemos muchas ocasiones para hacerlo. Que el Señor que nos mira, se sorprenda viendo cómo nos entregamos a nosotros mismos, y no las sobras.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Director Espiritual: ¿Qué tal ayer? ¿superasteis las tentaciones del demonio en la circunstancia complicada que estabais viviendo?
Carlos: Fue bien gracias a Dios. Carmen sacó una vez más el tema de siempre, y empezó a dar razones para defender su postura, como hace siempre. Lo habitual es que yo responda con las mías y se empiece a caldear el ambiente, porque es un tema que ya sabes que nos tiene resentidos. Así que renuncié a esa necesidad que sentía de defender mis razones por salvaguardar nuestra relación de comunión evitando entrar en oposición con ella.
Director Espiritual: Y ¿Así se superó la tentación del momento?
Carlos: En un principio parecía que sí, pero luego empezó a molestarle que no dijera nada. Se tomó mal mi silencio y empezó a ponerse más y más nerviosa repitiendo frases que yo había dicho en anteriores discusiones, hasta que terminó ofendiéndome y enfadándose conmigo.
Director Espiritual: ¿Y qué hiciste?
Carlos: La amo tanto que comprendí su dolor. Así que renuncié a mi necesidad de que se haga justicia y entregué mi honra por su salvación.
Director Espiritual: Bendito sea Dios. Has dado mucho y por tanto has amado mucho. Es la fuerza de vuestro sacramento matrimonial la que lo ha hecho posible.
Carlos: Estoy seguro de que no lo hice con mis fuerzas.

Madre,

Santa Teresa de Calcuta lo decía de una manera muy sencilla: Da hasta que te duela. Que note ese dolor en mi entrega a mi esposo porque así sabré que estoy dando más allá de lo que me sobra. A ti te lo ofrecemos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.