Archivo por meses: junio 2020

Caridad o filantropía. Comentario para Matrimonios: Mateo 5, 43-48

EVANGELIO

Amad a vuestros enemigos
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

Palabra del Señor.

Avisos:

Caridad o filantropía.

La caridad es una virtud infusa que proviene de una acción sobrenatural de Dios y se instala en nuestra voluntad. Pero hay otro tipo de amor que proviene de las pasiones sensibles. El amor que viene de Dios está gobernado por la voluntad mientras que la pasión que nos arrastra tiene su origen en nuestros sentimientos y emociones. Por eso, amar sólo a los que me aman, no tiene mérito. Amar con el amor que viene de Dios, eso sí da fruto. Amar con un amor que no proviene de Dios se llama filantropía y pretende obtener algo a cambio.
Por eso, el que ama a los enemigos y reza por los que le persiguen, demuestra la pureza de su amor, demuestra que ama con el amor que recibe de Dios.
Cuando amamos a nuestro esposo solamente en los momentos en que “se lo merece”, demostramos la calidad de nuestro amor filantrópico. Si le amamos también en sus peores momentos, motivados por la bondad de Dios, eso sí que sí es caridad. Y no tiene que ver necesariamente con la emotividad o los sentimientos. Ese es nuestro fin en el matrimonio, la caridad conyugal.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Carmen: Estamos muy distanciados y tener relaciones con él, me repugna.
Teresa: Pero tú ¿Qué estás haciendo por evitar esa distancia con tu esposo?
Carmen: Alguna vez le hablaba intentando que comprendiese mi situación, pero él parece no enterarse. A veces me rehúye. Así que tiré la toalla hace tiempo. Estoy cansada.
Teresa: Carmen, los hombres no suelen vivir el mundo emocional que vivimos nosotras. Ellos necesitan otro tipo de cosas más sencillas. Una sonrisa, que estemos agradables, que no les recriminemos tanto las cosas…
Carmen: Ya, y yo ¿Qué? A darle todo lo que a él le gusta y a mí ¿que me zurzan?
Teresa: Pero tú quieres amar o buscas nada más que tu consuelo. Eso no es amar. Es egoísmo. Lo siento, Carmen.
Carmen: Ya, pero él…
Teresa: (Le corta) Carmen, eso es una tentación, para que no te esfuerces. Ama tú, es tu misión. Piensa que es un necesitado, un indigente del amor, y tú tienes que darle lo que no tiene para que sobreviva, y darle los medios para que ame por sí mismo. Eso sólo se consigue entregando amor. Ten en cuenta que tenéis un sacramento, y el Señor se hace presente cada vez que le amas o le acoges como es. Tú busca el bien de tu esposo y el Señor hará el milagro.
Carmen: Probaré a ver.
Teresa (2 meses más tarde): Hola Carmen. ¿Cómo te va?
Carmen: ¡Increíble! Empecé a esforzarme por buscar el bien de Antonio. Al principio me costaba muchísimo, pero vi que él se sorprendía un montón. De repente observé que me prestaba mucha más atención. Pero lo mejor de todo, es que esperaba que él se enamorase de mí y no está ocurriendo eso, sino que yo también me estoy volviendo a enamorar de él, no por lo que él me demuestra, sino por lo que yo me entrego. Y no te cuento lo de anoche… que no es para menores 😉
Teresa: (unos días más tarde) Hola Antonio. ¿Cómo estáis?
Antonio: Pues muy bien, Teresa. Por cierto, quería darte las gracias. Me dijo que había hablado contigo, y desde entonces ha cambiado y está mucho mejor incluso que cuando éramos novios. Me está dejando alucinado. Ya me dirás cuál es esa pócima secreta, para bebérmela yo también.
Teresa: Se llama la pócima de la perfección en el amor. Consiste en…
Antonio: Uf! Qué difícil! Para eso hay que tener mucha fuerza de voluntad.
Teresa: Sí, se empieza por un acto de voluntad. La Eucaristía diaria te ayudará, como le está ayudando a ella. Es el alimento del amor de los esposos.

Madre,

Es tremendo como mi yo reaparece de vez en cuando exigiendo su parte del pastel, y dejo de construir. Ayúdame, Madre, tú sabes que “al atardecer nos examinarán de amor”. ¿Qué clase de amor voy a presentar?. Enséñame a mirar a mi esposo como un necesitado de amor, para que se conmueva mi corazón endurecido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Paz interior. Comentario para Matrimonios: Mateo 5, 38-42

EVANGELIO

Yo os digo que no hagáis frente al que os agravia
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 38-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas».

Palabra del Señor.

Avisos:

Paz interior.

Descubro que en el fondo, busco la paz interior y cuando alguien actúa injustamente contra mí o me ofende, me da la sensación de que alcanzaré esa paz si respondo a esa agresión con otra igual que “compense” la recibida. Nos da la sensación de que en el “equilibrio” (ojo por ojo y diente por diente) encontraremos la paz interior y no es así. Por eso dijo Cristo que no había venido a sembrar paz, sino espada.
La paz es un don de Dios, pero me ayuda a acogerlo cuando soy fiel a Su voluntad: Mi vocación. Para ello, tendré que batallar contra mis tendencias desordenadas hasta tenerlas controladas y esa es la gran batalla que sembró Cristo en mi corazón. No consiste en no sentir ni padecer como proponen los estoicos o al “nirvana” de eliminar mis deseos como propone el budismo, sino en ordenarlos al bien, al fin último. Por tanto, la paz no es un equilibrio sino el resultado de una lucha hacia ese fin último de nuestra vida, que en nuestro caso es la caridad conyugal.
Sin embargo, la paz total y definitiva, sólo la alcanzaremos cuando nos unamos a Dios plenamente, porque sólo Él, satisfará todas nuestras necesidades interiores. También la de justicia.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Luis: Teresa, te veo mucho más complaciente últimamente. ¿A qué se debe?
Teresa: Luis, he experimentado que, las situaciones en las que he respondido a lo que he percibido como una ofensa tuya devolviendo otra igual, no me he quedado en paz, sino más inquieta interiormente que antes. Además, mi relación contigo no ha quedado “en paz”, sino que se ha tensado más y he abierto la puerta a una “segunda ronda” de ofensas peores entrando en una escalada muy destructiva.
Luis: Entonces ¿qué haces? ¿Aguantar? Para mí eso es imposible. Además, se va uno cargando contra el otro, cargando… hasta que estalla.
Teresa: Ante una situación así, me planteo que el culpable es el demonio y toda mi agresividad la vuelco contra él y no contra ti. Es el mal el que a veces me hace ver como una ofensa lo que no lo es y otras veces nos empuja a ofendernos mutuamente. Los dos somos víctimas y no le voy a dar juego al mal. Acojo la injusticia con amor para que Dios haga justicia.
Luis: Te entiendo. Me parece estupendo.

Madre,

Danos la fortaleza necesaria no ceder a nuestros impulsos de negatividad, rechazo, oposición… Dejemos a Dios ser Dios. Él hará justicia. Alabado sea.

El hueco que dejaste. Comentario para Matrimonios: Juan 6, 51-58

EVANGELIO

Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 51-58

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
«Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo».
Disputaban los judíos entre sí:
«¿Cómo puede este darnos a comer su carne?».
Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».

Palabra del Señor.

Avisos:

El hueco que dejaste.

Parece una locura y sin embargo es una locura de Amor. Parece mentira y sin embargo, es la mayor Verdad. Parece imposible y sin embargo, Tú Señor, lo has hecho posible. Pues si imposible era que Tú, tan grande, te hicieses pan ¿cómo no vas a poder hacerme a mí, tan pequeño, parte de Ti? Parece imposible, pero Tú lo harás.
Eso celebro hoy, Señor. Que Tu locura de amor no tiene límites y que has querido fijarte en mí. Tú quieres que yo también me haga pan para mi esposo, que caiga en tierra y muera, para que por mi sacrificio, unido al Tuyo, mi esposo viva. Mi matrimonio es el hueco que dejaste en Tu Sacrificio para que me pudiera unir Contigo a él. Por mi matrimonio querías hacerme protagonista de Tu obra.
Los esposos hacemos también nuestra eucaristía en la acogida y entrega mutuas. Así, nuestra eucaristía se alimenta de Tu Eucaristía.
¡Qué locura! Cómo has querido Señor que se entrelacen nuestras vidas, nuestros corazones, nuestros sacrificios. Es una locura la Tuya que arrastra mi corazón y se lo lleva Contigo.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Mercedes: (El lunes) Paco, a qué Misa vas hoy.
Paco: No sé. Me escuece un poco la garganta. Prefiero quedarme en casa y reservarme.
Mercedes: Vale, pues me voy yo.
Mercedes: (Al día siguiente) Paco, ¿Vas a ir hoy a la Eucaristía?
Paco: No, Mercedes. Sigo cuidándome a ver si se me pasa.
Mercedes: (El viernes de aquella semana) Paco ¿Me echas una mano para subir la ropa de invierno al altillo?
Paco: ¿Tiene que ser hoy?
Mercedes: Sí, porque no se va a quedar rodando. No tengo dónde dejarla.
Paco: Pero bueno, no me das opción. Cuando se preguntan las cosas, es con la posibilidad de decir que no ¿no te parece? Me estás forzando a hacer algo que no quiero hacer ahora.
Mercedes: Paco ¿Qué te pasa? ¡No te reconozco! Tus respuestas parecen las del antiguo Paco.
Paco: (Después de un largo silencio) Sí, tienes razón, Mercedes. Es que, llevo toda la semana sin ir a la Eucaristía por curarme este resfriado. Al final, no me lo he curado y encima, me falta el alimento y estoy cayendo en mis antiguos pecados. Hoy me doy cuenta una vez más de que no soy nada. Sin la Eucaristía sucumbo.
Mercedes: Claro, ahora lo entiendo. Venga, que te llevo en coche a misa esta tarde. ¿Te parece?
Paco: Alabado sea el Señor. Él es la fuente de nuestro amor.

Madre,

Me puede faltar todo en la vida, me puede faltar hasta la vida, pero nunca quiero que me falte el deseo de amarle hasta el final. Hasta la locura te amo, Señor. Ya no quedan dudas en mi corazón de que te amo, Señor. Alabado sea el Señor.

RETIRO PARA MATRIMONIOS EN PALMA DE MALLORCA 25 y 26 DE JULIO

RETIRO PARA MATRIMONIOS EN PALMA DE MALLORCA 25 y 26 DE JULIO 2020

Proyecto Amor Conyugal os invita a participar en un retiro para Matrimonios, con el objetivo de adentrarnos juntos en la Verdad del Matrimonio (según San Juan Pablo II) y experimentar la Alegría del Amor (según el Papa Francisco).

¿A quién va dirigido este retiro? A todos los esposos unidos por el Sacramento del Matrimonio y que quieran vivir una EXPERIENCIA de AMOR juntos, estén en crisis o no. A todos los que quieran fortalecer y reavivar su Sacramento del Matrimonio.

FECHAS: Será desde el sábado 25 de julio a las 09:00 h hasta el domingo 26 de julio a las 17:30 h.

LUGAR: Franciscanos TOR La Porciúncula. Avda Fra Joan Llabrés, 1, 07600 Playa de Palma (El Arenal) Mallorca

PRECIOS: 150 euros por matrimonio (no incluye pernoctación). Si necesitáis alojamiento los días del retiro no dudéis en comentárnoslo.

Suplemento económico para ayuda a otras familias: a voluntad (importante para ayudar a otros matrimonios con dificultades económicas que quieren hacer el retiro).

También si creéis que podríais necesitar ayuda para vuestros hijos (podéis anotarlo al final del cuestionario, en «observaciones»). Quisiéramos que fueran unas horas que os pudiérais dedicar totalmente el uno al otro, cuidar vuestro matrimonio con toda la atención puesta en ello, es sólo un fin de semana…

INSCRIPCIÓN: Para realizar la inscripción, pincha aquí (A partir del domingo 14 de junio a las 20h): https://forms.gle/DKF3fvmuB15QPWQTA

¿Cuándo? Lo antes posible. Se suele llenar en pocos minutos.

Nos pondremos en contacto con vosotros para confirmaros la reserva de plaza y daros las instrucciones para realizar el pago

 o indicaros si estáis en lista de espera. En caso de que no hubiese plazas disponibles.

Para consultar cualquier duda sobre el retiro o ponerte en contacto con nosotros, escríbenos a palmaproyectoamorconyugal@gmail.com

Sobre Proyecto Amor Conyugal: https://proyectoamorconyugal.es/acerca-de está compuesto por matrimonios católicos que profundizamos en nuestra vocación conyugal y que ayudamos a otros a convertir su matrimonio en algo GRANDE.

La base es la confianza. Comentario para Matrimonios: Mateo 5, 33-37

EVANGELIO

Yo os digo que no juréis en absoluto
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos al Señor”.
Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza,
pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.

Palabra del Señor.

La base es la confianza.

Qué importante es mantener mi palabra. Que mi sí sea sí y mi no sea no. Es necesario para que confíen en mí, para generar una estabilidad a mi alrededor, para que pueda haber unos cimientos sobre los que apoyar una vida. Si necesitara jurar es porque en alguna ocasión no he sido fiel a mi compromiso. El amor se basa en una alianza y se demuestra el amor siendo fiel a esa alianza. ¿Qué confianza puede tener mi esposo en mi promesa de amor si no soy fiel a mis otros compromisos?

También pienso en qué sería de mí si Dios fallase a sus promesas, Si hubiera algún riesgo de que cambiase de opinión sobre su promesa de estar siempre conmigo ¿Qué sería de mí? Pues bien, yo he sido creado a Su imagen, para actuar como hijo suyo y mediante la confianza que genero, transmito la confianza que tengo en Él.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Pedro: María, ¿Vamos a ir a la celebración de cumpleaños de mi madre?
María: ¿Por qué me preguntas? Estoy segura de que ya has quedado con ella y me vienes a mí de nuevas.
Pedro: Lo tuyo es el colmo, te juro que no he hablado con mi madre, eres una retorcida.
María: Es que me has metido ya tantas veces… El año pasado, hiciste exactamente lo mismo y a los cinco minutos me llamó tu madre diciéndome que ya le habías quedado en que íbamos.
Pedro: Tienes razón, María, me merezco que no me creas, pero créeme ahora si te digo que no he hablado con ella. Desde entonces he vivido muchas consecuencias por mentirte y es horrible. Necesito que vuelvas a tener confianza en mí.
María: Es cierto, Pedro. Te he incitado a jurar y eso no está bien. Perdóname por no creerte a la primera. Debo confiar en ti, como Dios confía en mí cada vez que le digo que no voy a volver a caer y me sigue dando oportunidades.
Pedro: Te dije sí al entregarme el día de nuestra boda, esposa mía, ante Dios, y no puedo fallarte. No puedo traicionar tu confianza. Te amo.

Madre,

El amor tiene que estar basado en la confianza. Yo no confío en mis fuerzas para ser fiel. Pero confío en las de Dios, que me sostiene. Le doy gracias porque Su sí es sí y Su no es no, y esto me da mucha tranquilidad, me da esperanza. Alabado sea mi Señor.