Si en mi matrimonio renuncio a muchas cosas por amor, el Señor me dará todo lo que necesito. Señor, yo me ocupo de tus cosas, ocúpate tú de las mías.
Dios, ¡Qué oferta! Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 10, 28-31
1 respuesta
Si en mi matrimonio renuncio a muchas cosas por amor, el Señor me dará todo lo que necesito. Señor, yo me ocupo de tus cosas, ocúpate tú de las mías.
Una cosa nos falta para ser esposos cristianos que aman como Cristo en Su Pasión a Su Esposa, sin importar si lo trata bien o si reconoce su entrega.
La solución para mi matrimonio no es el diálogo porque, si en mi corazón hay pecado, mi boca hablará de ese mal. La solución para mi matrimonio está en la conversión de mi corazón.
Muchas veces los esposos nos vemos como niños pequeños que intentan subir un peldaño y no llegan. Un día el Padre decide cogerlos en sus brazos y subirlos.
Por el Sacramento del Matrimonio, Cristo transforma nuestro amor en Caridad Conyugal y nos hace una sola carne. En esa entrega mutua, crecemos como personas.