Recuperarlo/a cuando está perdido/a es la misión que Dios me encomienda cada vez que mi esposo/a se desvía. Así me ama Dios, así debo amar yo, en respuesta a Su amor.
Al precio que fuera necesario. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 15, 1-3. 11-32
1 respuesta