
En mi matrimonio puede haber un antes y un después de nuestro “sí”, como él «sí» de María. Sin mirar qué será de mí, porque será, simplemente, lo que Dios quiera.

En mi matrimonio puede haber un antes y un después de nuestro “sí”, como él «sí» de María. Sin mirar qué será de mí, porque será, simplemente, lo que Dios quiera.