Tengo que descubrir la grandeza y la belleza de lo que Dios me ha dado. En especial, a ti, esposo/a. Te miro como hijo/a de Dios. Una maravilla de la creación, de un valor incalculable.
Lo sobrenatural me compromete. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 21, 33-43. 45-46
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