Cualquier pareja no cristiana se plantea pactar las tareas que hace uno y otro. Jesús habla de “ser” servidores el uno del otro, y eso implica una “conversión” del corazón. ¡He sido creado para mi esposo/a!
Ser o no ser. He ahí el dilema. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 20, 17-28
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