Voy a dejar de exigirle a mi esposa/o que sea más perfecta/o y, en su lugar, voy a hacerla/o feliz, que se sienta acogida/o por mí. Así quizás Dios me dé autoridad para ayudarla/o a sacar lo mejor de sí.
Sacando lo mejor de ti. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 1, 21-28
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