
Esposos, con nuestra naturaleza caída no conseguimos una verdadera comunión. Trabajemos con los dones sobrenaturales, la gracia, que Dios nos da a través de los sacramentos, la oración y nuestra entrega mutua.
¡El amor tiene un poder infinito!

Esposos, con nuestra naturaleza caída no conseguimos una verdadera comunión. Trabajemos con los dones sobrenaturales, la gracia, que Dios nos da a través de los sacramentos, la oración y nuestra entrega mutua.
¡El amor tiene un poder infinito!