Cristo está entre nosotros, esposos, y no lo reconocemos. Si confiamos en nuestras fuerzas, nos decepcionamos. Reconozcamos que el poder no está en nosotros. La humildad es la base de la esperanza.
Que no me engañen. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 1, 19-28
Deja un comentario