
Esposos, respetemos a nuestras familias de origen y recemos por ellos. Nuestros padres y suegros son plataformas en las que Dios se ha querido apoyar para nuestra historia de salvación.

Esposos, respetemos a nuestras familias de origen y recemos por ellos. Nuestros padres y suegros son plataformas en las que Dios se ha querido apoyar para nuestra historia de salvación.