
El matrimonio es una relación «hambrienta», porque está sin construir. Experimentar el «hambre» de más, es bueno, para seguir luchando por obtener la gracia de la Caridad Conyugal.

El matrimonio es una relación «hambrienta», porque está sin construir. Experimentar el «hambre» de más, es bueno, para seguir luchando por obtener la gracia de la Caridad Conyugal.