
Lo que sana a mi esposo/a es el Amor de Cristo que Él me entrega por el Sacramento del Matrimonio para que yo se lo administre. Si no hay sanación, es que no está Cristo.

Lo que sana a mi esposo/a es el Amor de Cristo que Él me entrega por el Sacramento del Matrimonio para que yo se lo administre. Si no hay sanación, es que no está Cristo.