Archivo por días: 17 octubre, 2016

40 días de esfuerzo. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 12, 13-21

EVANGELIO
¿De quién será lo que has preparado?

Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 13-21
En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:
«Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia».
Él le dijo:
-«Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».
Y les dijo:
-«Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».
Y les propuso una parábola:
«Las tierras de un hombre produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose:
«¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha».
Y se dijo:
«Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente»
Pero Dios le dijo:
«Necio, esta noche te van a reclamar el alma, ¿de quién será lo que has preparado?»
Así es el que atesora para sí y no es rico ante Dios».

Palabra del Señor.

Nota: ProyectoAmorConyugal organiza un retiro para matrimonios y familias en Madrid, entre los días 21 y 23 de octubre. Pedimos vuestras oraciones.

Para más información pulsa aquí: http://wp.me/p6AdRz-wY

40 días de esfuerzo.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Todos atesoramos algo ¿Qué atesoro yo? Podrían ser contactos, fama, reputación, hijos competitivos, dinero, poder, comodidades, viajes, experiencias diferentes, estética física, colecciones, buena imagen, amigos, lazos familiares…

Hoy, preparando el retiro de matrimonios del próximo fin de semana, veíamos unos vídeos de la película Prueba de Fuego. Recordáis que en ella, el padre del marido le propone 40 días de esfuerzo para recuperar a su esposa. Un día no decirle nada negativo, otro día un gesto cariñoso, comprarle un detalle, estudiar sus gustos, entrega aunque ella no lo reconozca, otro día tirar aquello que le tenía enganchado, otro día dar hasta que duela comprando aquello tan caro que necesitaba la madre de ella… Cada paso que daba, le costaba mucho, suponía un gran esfuerzo, pero ese hombre estaba atesorando amor, y si atesoro amor, estoy atesorando tesoros en el cielo, que permanecen para siempre.

Madre:
¡Ayúdame!. De una vez por todas, no quiero dejar que me arrastren las cosas de este mundo. Invertiré en convertir nuestro amor conyugal en Caridad Conyugal. Para eso he sido creado. Alabado sea el Señor por tanto como me ha dado y la paciencia que tiene conmigo. Bendito sea.