Archivo por días: 17 enero, 2016

A parches. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 2, 18-22

EVANGELIO
El esposo está con ellos

Lectura del santo evangelio según san Marcos 2, 18-22
En aquel tiempo, como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vinieron unos y le preguntaron a Jesús:
-«Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?»
Jesús les contestó:
-«¿Es que pueden ayunar los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Mientras el esposo está con ellos, no pueden ayunar.
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo; y entonces ayunarán en aquel día.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto – lo nuevo de lo viejo – y deja un roto peor.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos. »

Palabra del Señor.

A parches.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Normalmente intentamos arreglar los problemas que nos van surgiendo en la vida a base de parches. Si uno de los dos se agobia con la carga de trabajo, negocia y tira del otro para que asuma más tareas; si la relación con la familia política no va bien, negociamos el número de visitas “soportables”; si estamos estresados, planeamos una escapadilla; y así, vamos poniendo parches, mientras la vida se va consumiendo y no acabamos de arreglarla.

Jesús habla de “a vino nuevo, odres nuevos”. Si quieres un amor nuevo tienes que cambiar todo el “envoltorio”. Tienes que cambiar tú. Porque el Espíritu Santo no puede residir en un cuerpo que se resiste a recibirlo. Porque el amor verdadero no puede residir en aquel que se resiste a entregarse, porque el amor sin medida no cabe en alguien que no para de medir lo que tú das y lo que doy yo.

Con el Espíritu no se juega. O vas a por todas y dejas que te transforme, y pones todo lo que eres y tienes a Su disposición, o no pararás de poner parches en tu vida, muchos de los cuales provocarán “un roto peor”.

Pongamos un ejemplo: Si tu esposo no está contigo porque no te acompaña en la fe, en lugar de recriminárselo ¿Te has planteado hacer oración y ayuno por él? Si realmente eres fiel en esta oración de intercesión (a diario) y ayuno, verás grandes milagros. Nosotros los hemos visto en varios matrimonios. Cambios impactantes, odres realmente nuevos.

El precio es alto, sí, pero la recompensa es mayor. La recompensa es el amor verdadero que convierte a las personas. ¿Para qué quieres tu vida si no hay en ella amor verdadero? Deja ya de resistirte, lánzate a glorificar a Dios con tu disposición y entrega total.

Alabado seas Señor, por este don del matrimonio que has puesto en nuestras manos, y que nos lleva hasta Ti. Bendito seas por este esposo que me has dado, para que juntos, rompiendo lo antiguo, lo que éramos, lleguemos a Ti formando una unidad nueva. Espíritu Santo, ven a mí, aquí estoy para hacer tu voluntad.

Cuestión de importancia, milagros y gloria. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 2, 1-11

EVANGELIO
En Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos

Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
– «No tienen vino.»
Jesús le dice:
– «Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora.»
Su madre dice a los sirvientes:
– «Haced lo que él diga.»
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo:
– «Llenad las tinajas de agua.»
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les dice:
– «Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.»
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al esposo y le dice:
– «Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora. »
Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.

Palabra del Señor.

Cuestión de importancia, milagros y gloria.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Qué importancia tendrá para Dios el matrimonio, que Jesús inicia su vida pública realizando un milagro en favor de unos novios. Es María impulsada por el Espíritu Santo la que lo provoca. En una boda da comienzo su vida pública, en una boda realiza el primer milagro, manifiesta Jesús su Gloria a los discípulos, en una boda creyeron en Él.

Hoy nos hacemos 3 preguntas: Tendríamos que revisar si nosotros le damos tanta importancia a nuestro matrimonio como le da Dios. Después preguntarnos si ha hecho Jesús milagros en nuestro matrimonio porque hemos hecho lo que Él nos dice, tal como propone María. Y por último ¿Cómo ser signos del Amor De Dios manifestando su gloria en nosotros para nuestros hijos?

Sobre la importancia que le damos a nuestro matrimonio: Si hemos descubierto ya que es nuestra misión en la vida, tenemos la responsabilidad de actuar como estos esposos que habían invitado a María y a Jesús a su boda. Están presentes, participan de ella, ríen juntos, tienen una relación de amistad. Comparten alegrías y dificultades… Invitémoslos como a nuestros mejores amigos.

Sobre los milagros que Jesús hace en nuestro matrimonio: El vino como símbolo de amor, se acaba en todo matrimonio que se ama exclusivamente de forma humana, porque el amor humano tiene límites, se aburre, está basado en la justicia humana. En cambio el amor de Dios es ilimitado. Tenemos que dejar a Maria que haga el papel de Madre intercesora, mediadora de todas las gracias. Ella nos apuntará a hacer lo que su amadísimo Hijo y nuestro Señor Jesucristo nos dice en el Evangelio. Pongamos todo en sus manos.

Y por último ¿Cómo ser signos de la Gloria de Dios?:
Nosotros ponemos el agua como símbolo del amor humano. Somos esa gotita de agua que se echa en el cáliz de vino que va a ser consagrado. Y al igual que en la Eucaristía, principal alimento de los esposos, será Dios quien lo convierta en el mejor de los vinos. Allí, por la entrega del cuerpo de Cristo como ofrenda, se glorifica la entrega total en cuerpo y alma del esposo a su vocación. Y “así como se regocija el marido con su esposa, se regocija tu Dios contigo”. El cuerpo místico de Cristo se encarna en la Santa Eucaristía y se convierte en alimento Santo para dos esposos que se entregan el uno al otro en su nombre, y por hacer lo que Él les dice, su amor se va transformando en el vino del amor de Dios. Ofrezcamos nuestro matrimonio diariamente en la Eucaristía.

Oración:
Jesús y María, venid a nuestro matrimonio. Todos los días os haremos partícipes de nuestras alegrías y dificultades, pondremos nuestra intimidad en común con vosotros. Madre, a ti te encomendamos la guía de nuestros pasos, todo lo ponemos en tus manos. Y juntos nos ofrecemos cada Eucaristía, como ofrenda a Dios, para que santifique nuestra unión, por Jesucristo nuestro Señor, amén.