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La versión buena. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 16, 23b-28

EVANGELIO
El Padre os quiere, porque vosotros me queréis y creéis
Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 23b-28

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará.
Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente.
Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios.
Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre».

Palabra del Señor.

Nota: Proyecto Amor Conyugal anuncia un retiro para matrimonios que se celebrará en Madrid entre los días 16 y 18 de junio.

Hay pocas plazas. Para más información pincha aquí:
https://proyectoamorconyugal.es/retiro-matrimonios-proyecto-amor-conyugal-madrid-16-17-18-junio-2017/

La versión buena.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Llevamos dos días tratando el tema de la alegría. El primer día pasábamos de la tristeza a la alegría, el segundo nos decía el Señor que nadie nos podría quitar la alegría, y hoy nos dice que nuestra alegría será completa. Así nos lo cuenta el P. David Caja en Reinadelapaz.tv y también nos dice el Señor hoy que para llegar a ella, tenemos que pedir en Su nombre. Pedir en Su nombre implica pedir lo que Él pediría, con el amor con el que Él lo haría, y con la confianza puesta en Él.

Una historia.
Versión oración en mi nombre.
María: Señor, por favor, que cambie este hombre que me has dado. No soporto cuando se pone a ver las noticias a la hora de comer, ¡Con lo desagradables que son! En lugar de tener un rato agradable en familia.
Pedro (rezando junto a María): Señor, por favor, que cambie mi esposa. Pierde los nervios de vez en cuando y me hace sufrir mucho.

Versión oración en el nombre del Señor:
María: Señor, ¿Qué quieres de mí en los momentos en que mi esposo pone el telediario a la hora de comer? Soy débil y me dejo arrastrar por mis gustos, en lugar de estar pendiente de lo que tú quieres que haga en Tu nombre. Está claro que no estoy cumpliendo tus deseos, porque mi alegría no es completa, más bien, no hay ninguna alegría en mí en esos momentos, luego te estoy fallando, Señor. Creo que lo que quieres es que participe en los gustos de mi esposo y comente las noticias con él ¿Verdad? Así superaré mi egoísmo y convertiré mi momento de enojo en un momento de entrega, de amor por ti. Ayúdame Señor a hacerlo realidad.
Pedro: Señor, sé que tú no permitirías que mi esposa perdiera los nervios de vez en cuando, si no fuera porque de esa circunstancia quieres sacar un bien mayor. ¡Ah! ¡Claro! Entiendo, ¿Cómo no lo había visto antes? En esos momentos, en lugar de estar pendiente de mí, de los agravios que recibo, debo estar pendiente de mi esposa. De descubrir qué le ha llevado a ese estado y cómo puedo ayudarle, tranquilizarle. Eso es lo que Tú harías ¿Verdad? Eso es lo que quieres que yo haga. Ayúdame Señor a hacerlo realidad.

Y la alegría de María y Pedro, fue completa.

Madre,
Habrá un día en que el Señor nos hablará del Padre y lo comprenderemos todo. Ahora nos cuesta, por nuestra limitación y por la dureza de nuestro corazón, pero el día que comprendamos al Padre, ese día lo comprenderemos todo. Es tan grande, tan hermoso, tan inalcanzable para nosotros… contemplarle será nuestra alegría. Alabado sea nuestro Dios, que es tan grande y se ha fijado en nosotros. Amén.

La prueba. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 16, 16-20

EVANGELIO
Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría
Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 16-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos discípulos:
– «¿Qué significa eso de «dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver», y eso de «me voy al Padre»?»
Y se preguntaban:
– «¿Qué significa ese «poco»? No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
– «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: «Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver»? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».

Palabra del Señor.

La prueba.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Jesús nos augura la tristeza, pero también nos anuncia que nuestra tristeza se convertirá en alegría. ¿Qué clase de tristeza es la que se convierte en alegría? La que nos produce un mundo alejado del Amor. Cuando estamos sufriendo, nos da la sensación de que se alarga en el tiempo y no se acaba nunca. Sin ninguna duda es una gran oportunidad para crecer en la fe, esperanza y caridad.

Los discípulos le preguntan ¿qué significa ese poco? Jesús no responde a la pregunta que le hacen los discípulos, y en su lugar, invita a la confianza en Él. En la vida, somos probados, y hay muchas cuestiones que no podemos comprender, ni nos toca preguntar, sólo confiar. Por eso Dios, guarda silencio a veces para que confiemos en que es un Padre bueno y no nos deja.

Nota: Proyecto Amor Conyugal anuncia un retiro para matrimonios que se celebrará en Madrid entre los días 16 y 18 de junio.

Hay pocas plazas. Para más información pincha aquí:
https://proyectoamorconyugal.es/retiro-matrimonios-proyecto-amor-conyugal-madrid-16-17-18-junio-2017/

Una historia:
María está sufriendo en su matrimonio. Hace dos años, cuando ya no podía más, se lo contó a su madre y sus hermanas. Al principio ellas callaron, pero conforme la veían sufrir, ellas también iban arremetiendo contra él y le insistían en que debía dejarle, incluso por los hijos, que no debían respirar un ambiente tan nocivo para su educación.

Pero Maria amaba al Señor y casi sostenida por el Espíritu Santo, no daba ese paso. Su conciencia se lo impedía. Entonces desde el cielo se le mandó un instrumento de Dios, alguien que le habló de la verdad de un Evangelio sin rebajas, sin adaptaciones a medida, el Evangelio que acoge el sufrimiento, pero que le llevaría hacia la Verdad a ella y a su familia.

Esta persona, le invito a María a sufrir por su esposo, pero no con resignación, sino con la confianza en que Dios todo lo puede, y que quiere todo lo bueno para ellos. Ese Dios que vino a sanar lo que estaba enfermo, torcido, herido y lo hizo con su propia vida.
María abrazó el sacrificio y la oración corredentora. Cada vez que su esposo le contestaba mal, ella le respondía bien, con cariño, siempre con su mirada puesta en Cristo Crucificado.

María, a pesar del sufrimiento y de las presiones, fue fiel a su vocación, a su alianza con Dios y con su esposo. El resultado es que su esposo se ha convertido. Dios le fue sanando e hizo de él un hombre nuevo y sus hijos se admiraron y creyeron. Fue la mejor lección de amor que su madre les había dado.

Al subir al cielo María recibió todos los tesoros que ganó por su salvación, la de su esposo y la de sus hijos ¿Mereció la pena sufrir aquí un poco?

Madre,
Sé que no te gusta que suframos, pero sabes que es un bien para nosotros. Tenemos que pasar la prueba, la prueba de fe, la prueba de confianza, la prueba de caridad. Ayúdame a recordarlo cada vez, Madre. Las dificultades en mi matrimonio no son porque mi esposo sea un egoísta, o un orgulloso… sino que son pruebas que Dios permite para que demuestre mi confianza en Él. A ver cómo lo hago… Alabado sea el Señor, que tanto nos amó. Tengo la oportunidad de corresponderle. Amén.

Dejando hueco. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 15,26-16,4a

EVANGELIO
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15,26-16,4a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».

Palabra del Señor.

Dejando hueco.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Es el Espíritu de Jesús que nos envía el Padre. Cuando lo recibimos va guiándonos hasta hacernos vivir como Jesús. Para recibirlo es necesaria una actitud de escucha: Vaciarte de ti para llenarte de Él. Si no me vacío de mí, no cabe Él en mí. Podría oír el Evangelio de una manera superficial, pero de esa manera no causa ningún efecto. El Espíritu, o me va transformando en Cristo o no lo estoy acogiendo. En definitiva, cuando nos liberamos de todo: Criterios, apegos, orgullo, etc. cuando dejamos hueco al Espíritu Santo que Cristo nos envía, empezamos a dar testimonio de Jesús con nuestra vida. ¿Nos lanzamos ya?.

Una historia:
Pedro: ¿Venís el sábado a una barbacoa?
Juan y Marga: Pues mira, nos encantaría, nos apetece muchísimo, pero no podemos. Tenemos grupo de matrimonios.
Pedro: Pero ¿Qué hacéis en esos grupos?
Juan y Marga: Profundizamos en la verdad revelada por Dios sobre nuestro matrimonio.
Pedro: Menudo rollo… ¿Y si la hacemos el viernes?
Juan y Marga: No podemos tampoco.
Pedro: ¿Y eso?
Juan y Marga: Hemos quedado con un matrimonio que necesita ayuda.
Pedro: ¿Y el domingo?
Juan y Marga: No, el domingo vamos a misa en familia por la mañana y después dedicamos la tarde a estar juntos y tener después un rato de oración especial.
Amigo de Pedro: Pedro ¿Invitaste a Juan y Marga a la barbacoa?
Pedro: Sí, pero esos están obsesionados con las cosas de Dios y de la Iglesia. Todo el fin de semana, que si grupos, que si rezar…

Pero Juan y Marga han entrado en una nueva lógica, la de Cristo. Si te acuestas cansado por lo que te has entregado, es que has amado.

Madre,
Pídele al Señor que envíe su Espíritu sobre nosotros con más fuerza que nunca. Estoy abierto a lo que Él quiera hacer de mí. En Él confío, Madre. Si conociéramos el don de Dios… Alabado sea nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bienes materiales y espirituales. Amén.

Sales nutritivas. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 14, 15-21

EVANGELIO
Le pediré al Padre que os dé otro Paráclito
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 15-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros.
No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».

Palabra del Señor.

Nota: Proyecto Amor Conyugal anuncia un retiro para matrimonios que se celebrará en Madrid entre los días 16 y 18 de junio.

Hay pocas plazas. Para más información pincha aquí:
https://proyectoamorconyugal.es/retiro-matrimonios-proyecto-amor-conyugal-madrid-16-17-18-junio-2017/

Sales nutritivas.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

El amor se apoya en una alianza. El que es fiel a esa alianza, saborea los beneficios de la relación de comunión. El Señor es mi único Dios, mi principio y mi fin. Siendo fiel a la alianza que Él ha establecido conmigo a través de Sus mandamientos, saborearé la experiencia brutal de que Él está en el Padre, y yo en Él y Él en mí.

Acojo a mi esposo y me entrego a él/ella hasta que la muerte nos separe. Esto es la comunión entre personas. Estar en Cristo es la experiencia más potente, profunda, sanadora y revitalizante que se puede vivir. Incorporar a ella mi relación conyugal, es la bomba.

Una historia:
Volvieron a casa después de unas vacaciones en las que habían buscado su descanso, su relajación, habían tratado de divertirse a tope. Pero entre ellos había quedado como una amargura, se masticaba un ambiente hostil, estaban como en oposición. Casi esperando a que el otro metiera la pata para restregárselo.

Andrés, salió a la terraza. Las plantas estaban decaídas también, como ellos. Los tallos doblados y los pocos pétalos que quedaban estaban mirando para abajo, como si lo único que se pudiera esperar de ellos fuese que se desprendieran en cualquier momento para formar parte de aquella tierra seca e infértil. Pero Andrés se apresuró a buscar el abono, unas sales especiales muy nutritivas para aquella tierra dura. Las esparció por todas las macetas. Después cogió la manguera y espolvoreó agua fina por todos lados, empapando después la tierra. Al día siguiente, como un milagro, los tallos se habían enderezado, y comenzaban a surgir de ellos nuevos brotes. Había salvado sus plantas.

Andrés comprendió que eso mismo era lo que necesitaban ellos y su matrimonio. Y comprendió que el alimento que les faltaba no era corporal, que de eso ya habían tenido más que suficiente durante todo el verano, sino espiritual. Esas sales nutritivas para el alma, eso es el Espíritu Santo. Andrés y su esposa se cogieron de la mano y comenzaron a rezar juntos, pidiéndole a Dios que les enviase el Espíritu. Pero era necesario estar en disposición para recibirlo. Su alma estaba sucia después de aquel verano caprichoso y egoísta. Y fueron a pedirle perdón a Dios en confesión. Él no había sido lo más importante en todos aquellos días, sino que lo habían dejado de lado, con lo cual habían fallado al primero y más importante de los mandamientos, y a partir de ahí, fallaron en varios de los demás.

Ya en gracia de Dios, volvieron a pedirle al Señor que les enviara el Espíritu Santo. Y su matrimonio, como aquellas plantas, volvió a florecer. Los tallos que sostenían la hermosura de su unión, se enderezaron y volvió a brillar en sus ojos la pureza del amor de Dios.

Madre,
Qué hermosas hace Dios las cosas. Todo lo Suyo es tan hermoso… Si algo no es hermoso es que no viene de Dios. Me encanta disfrutar de la belleza de Dios en nuestra vida, me encanta saborear sus cosas. Gloria a ti por siempre Señor.

¡Ayuda! Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 15, 12-17

EVANGELIO
Esto os mando: que os améis unos a otros
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 12-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Este es mí mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».

Palabra del Señor.

Nota: Proyecto Amor Conyugal anuncia un retiro para matrimonios que se celebrará en Madrid entre los días 16 y 18 de junio.

Hay pocas plazas. Para más información pincha aquí:
https://proyectoamorconyugal.es/retiro-matrimonios-proyecto-amor-conyugal-madrid-16-17-18-junio-2017/

¡Ayuda!
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Ya no somos siervos del Señor, porque Él nos ha revelado su intimidad y esto sólo se hace con los amigos. En contra de lo que se suele pensar, al amor a los amigos es más grande que el amor a los enemigos. Nadie le diría a su esposo: “Te quiero como al peor de mis enemigos”, porque no saldría muy bien parado… Se ama hasta a los enemigos, pero para que lleguen a ser amigos y entonces el amor crezca. Cuanto mayor es el grado de amistad, mayor es el grado de intimidad y mayor es el amor que se puede alcanzar. Por eso, es con nuestro esposo con el que mayor grado de amor podemos alcanzar aquí en la tierra, porque con él/ella es con quien más intimidad podemos compartir.

Una historia:
Teresa se da cuenta de que muchas veces está mirando cuánto se entrega a ella su esposo, para corresponderle en la misma medida. De hecho, normalmente se queja de que su esposo le ama poco, tiene pocos gestos por ella y siempre le falla en las mismas cosas. Pone el telediario justo a la hora de comer en lugar de hablar con ella, está demasiado absorbido por su trabajo, y le hace poco caso. Todos estos pensamientos nada tienen que ver con el amor. Cuando se sienta un rato con su esposo, y quiere hablar del amor que hay entre ambos, le saca todas estas cosas, y eso no es hablar de amor, es hablar de sí misma, es un enfoque egoísta. Leyendo el Evangelio de hoy, Teresa se da cuenta de que nunca le pide al Señor amarle como Él le ha amado. Y si no lo hace Dios en ella ¿Quién lo va a hacer?
Raúl, su esposo, no está tan pendiente de lo que Teresa le da o lo que hace por él. De hecho, no está demasiado pendiente de Teresa. Al leer este Evangelio, también siente la necesidad de pedirle a Dios que le ayude a amar a su esposa como Él le ama. Tiene que estar mucho más volcado con ella, se lo merece. El Señor lo haría.

Ambos reconocen lo mal que lo hacen y cuánto necesitan del amor de Dios, cuánto necesitan recibirle en la Eucaristía, llenarse de Él en la oración y construir una intimidad juntos.

Madre,
El amor es lo más hermoso que existe, pero nos resistimos a entregarnos por miedo, por pereza, por egoísmo, por orgullo… Creemos que así nos defendemos de algo o conseguimos algo mejor y no nos damos cuenta del tesoro tan grande que nos perdemos: La experiencia de vivir el amor verdadero. Cristo lo hizo y Dios lo glorificó. Alabado sea nuestro Señor por siempre.