Impregnados del Santo Aroma. Comentario para Matrimonios: Lucas 17, 11-19

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san

Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias. Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo:
«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».
Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

Impregnados del Santo Aroma.

Cada vez soy más consciente de la acción de Dios en mi vida y en nuestro Matrimonio. Cada vez soy más consciente de que no soy yo quien lo hace, sino que es el Espíritu del Señor el que lo hace. Pero ¿Me acuerdo de alabarle y darle gracias cada vez? Muchos desean tener presente al Señor en todo momento. Pues este puede ser un buen camino para ello: Alabarle y darle gracias por todo lo que sucede en mi vida y en nuestro matrimonio.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Esteban: ¿Qué tal hoy, Nati?
Natalia: Un día maravilloso, Esteban. Estoy pletórica con los frutos que ha dado Ntra. Madre en tantos matrimonios a través del retiro.
Esteban: Qué bien. ¡Te veo radiante! Cómo se nota que el Amor de Dios ha pasado por tu alma y la ha dejado impregnada de Su Santo Aroma. ¿Le has dado las gracias?
Natalia: Nooo. ¿Cómo iba a hacerlo sin ti? Te esperaba para poder alabar juntos a Dios. ¿Nos vamos a adorar al Santísimo como cada día?
Esteban: Me parece una idea maravillosa. Me encanta estar con Él y contigo, las dos personas por las que he entregado mi vida. Le debemos tanto al Señor…

Madre,

Que nunca seamos desagradecidos ni por lo bueno que ocurre ni por lo malo que Dios permite, siempre para nuestra purificación y para un bien mayor. Bendito y alabado sea Jesús Sacramentado que tanto bien hace en nuestros corazones de esposos enamorados. Amén.

Gracias por amarle tanto. Comentario para Matrimonios: Lucas 17, 7-10

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 7-10

En aquel tiempo, dijo el Señor:
«¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo:
“Enseguida ven y ponte a la mesa”?
¿No le diréis más bien:
“Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?
¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid:
“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».

Gracias por amarle tanto.

La clave del cristiano es saberse muy pequeño para que todo lo que hago apunte a Cristo como autor de todo. Lo que hago en mi nombre es vanidad de vanidades. Lo que hago en el nombre y con el poder del Señor, es para mayor Gloria de Dios. Es para la eternidad.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Lucas: Señor, hoy he mirado a mi esposa con compasión y con amor en un momento en el que me estaba despreciando. Sé que ese amor no viene de mí, sino que viene de Ti, y yo no tengo ningún mérito. Has sido Tú el que has salido a Su encuentro y la has rescatado. Gracias Señor por amar tanto a mi esposa.
Julia: Gracias Señor porque hoy he amado a mi esposo en un momento en que le estaba hablando de lo más importante para mí y ni siquiera ha dejado lo que estaba haciendo para prestarme atención. Me he sentido sola, ninguneada, incomprendida. Pero aún así, me has ayudado a mirar con ternura a mi esposo, que me ama mucho pero no tiene aún la sensibilidad para darse cuenta de estos detalles. Pero Señor, tiene tantas cosas buenas y tanto valor por sí mismo… Y es lo que me has iluminado en ese momento. Gracias Señor por permitirme amarle con Tu amor.

Madre,

Siervos inútiles somos. Hemos hecho lo que teníamos que hacer. Alabado sea el Hacedor de todo.

Mayor que tus pecados. Comentario para Matrimonios: Lucas 17, 1-6

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 1-6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay de quien los provoca!
Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado.
Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás».
Los apóstoles le dijeron al Señor:
«Auméntanos la fe».
El Señor dijo:
«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería».

Mayor que tus pecados.

Dice el Señor que es imposible que no haya escándalos. ¡Imposible…! Dice Él. Y es imposible porque somos pecadores, y cuando cometo un pecado, es un escándalo para mi esposo, para mis hijos, para los de mi alrededor y para toda la Iglesia. Es una infidelidad contra el amor para el que hemos sido creados y al que me he comprometido por mi matrimonio, y es una infidelidad contra la alianza de amor de Cristo conmigo por Su Sacrificio.
Por mi pecado merezco que me aten una piedra al cuello y me arrojen al mar, pero Dios ha inventado el perdón.
El perdón es un acto de amor más grande que el pecado porque es el amor de Cristo que es mayor que nuestro desamor.
Lo bueno es que Dios nos permite utilizar Su perdón para liberarnos de la culpa a través de la confesión y de las heridas mutuas a través de nuestro perdón mutuo.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Lucía: Pensé que me querías poco por las veces en que me hacías daño, y descubrí que la que te quería poco era yo, porque no te amaba lo suficiente como para perdonarte, así que me guardaba en mi corazón, que está hecho para amar, pero me guardaba ese dolor contra ti. Pero el Señor me hizo ver que si mi amor no es mayor que tu pecado, nuestra comunión no es posible.
Pablo: Gracias Lucía. Llevo mucho tiempo queriendo liberarme del peso de mis faltas para contigo. Con un deseo de hacerlo mejor, pero sin esperanza porque seguíamos enganchados al pasado. Bueno, a decir verdad, puse mi esperanza en el Señor, y ha funcionado.
Lucía: Se han notado tus oraciones, porque para mí era imposible, pero Dios me ha regalado la capacidad de amarte con Su misericordia. Alabado sea Dios.
Pablo: Alabado sea por siempre.

Madre,

Gracias por mostrarnos el camino del Amor a través de Tu Hijo. Gracias Bendita Madre.

Mirada potenciadora. Comentario para Matrimonios: Marcos 12, 38-44

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Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 38-44.

En aquel tiempo, Jesús, instruyendo al gentío, les decía:
«¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en las plazas, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas y aparentan hacer largas oraciones. Esos recibirán una condenación más rigurosa».
Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas, es decir, un cuadrante.
Llamando a sus discípulos, les dijo:
«En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».

Mirada potenciadora.

Afortunadamente para mí, Dios no valora las cantidades objetivas, sino la intención y el corazón que ponemos en lo que entregamos. Así es el Corazón de Jesús que me ama tanto que está deseando sentirse amado por mí. Está deseando ver cualquier pequeño deseo, cualquier pequeño gesto que hago por Él, para darle un valor infinito en Su Corazón y presentárselo así al Padre. Hoy veo Su sobreabundancia, no sólo en lo que me da, sino también en cómo hace relucir cada pequeño detalle de amor que tengo con Él o con mi esposo.
Dame un corazón como el Tuyo, Señor, para que pueda valorar los gestos de amor de mi esposo según esa mirada potenciadora de Tu Misericordia.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Miryan: Cuando aprendí de San Juan Pablo que, como mujer, debo esforzarme por recibir tu amor de esposo, no según el baremo de mi juicio, sino según el Juicio de Dios, le pedí al Señor que me lo diera y entré en contemplación para que me presentara ante mí tus actos de amor desde Su mirada. Yo los consideraba pequeños e insignificantes, y los despreciaba por ese motivo, pero el Señor me está ayudando a saborearlos de verdad.
Juan: Qué bonito Miryan. Muchas gracias por compartirlo conmigo. Es cierto que soy poco detallista y un poco rudo, pero quiero mejorar en mis formas para contigo.
Miryan: No te preocupes, Juan, estoy viendo tus esfuerzos y disfrutando de tus buenas intenciones hacia mí. También me he dado cuenta de que me quieres mucho más de lo que imaginaba. Me encantas tal como eres.
Juan: Gracias por valorarme tanto y reconocer el amor que hay para ti en mi corazón. Te quiero muchísimo.

Madre,

Cuánto potencias y embelleces cada detalle de amor que tengo con vosotros y con mi esposo. Que nos miremos así entre los esposos. Alabado sea el Señor que hace tanto de tan poco.

 

En cada rincón. Comentario para Matrimonios: Juan 2, 13-22

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 13-22

Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
«Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre».
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito:
«El celo de tu casa me devora».
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:
«¿Qué signos nos muestras para obrar así?».
Jesús contestó:
«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré».
Los judíos replicaron:
«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?».
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

En cada rincón.

Jesús entregó Su Cuerpo humano para poder estar hoy Sacramentalmente en cada rincón del mundo. Es una maravilla estar ahora en Paraguay ante el Santísimo Sacramento, y hace unos días estar en Buenos Aires y poder adorar al Santísimo Sacramento.
Y ¡Cuánto recibimos de Él! Gracias Señor por entregarnos Tu Cuerpo, porque sin él no podríamos hacer nada.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Lorenzo: Me asombra tanto contemplar tu cuerpo maravilloso…
Catalina: Bueno, ya no es lo que era, ya está un poquito caduco.
Lorenzo: No importa. Sigue teniendo una grandeza y una belleza imponente, porque es templo del Espíritu Santo. Gracias a Dios, Él me ha dado la mirada con la que puedo reverenciarlo.
Catalina: Me encanta tu mirada de ahora. Me parece de una delicadeza y una pureza inmensas. Para mí que Dios me mira a través de ti.
Lorenzo: Alabado sea Dios.
Catalina: Alabado sea por siempre.

Madre,

En Tu seno se engendró el Cuerpo de Cristo. Gracias Madre por traernos tan inmenso don. Alabado sea Dios.