Culpable por amarle. Comentario para matrimonios: Lucas 12, 49-53

EVANGELIO

No he venido a traer paz, sino división.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 49-53

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división.
Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».

Palabra del Señor.

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

Culpable por amarle.

El Espíritu del Señor es como un fuego que arde en nuestro interior. Por eso mismo, porque actúa como el fuego bajo un tronco seco que pita y chisporrotea, provoca conflictos. Además, el Espíritu del Señor no es compatible con la tibieza, como nos lo enseña en el Apocalipsis: te vomitaré porque no eres ni frío ni caliente. Ante la pureza del que ama a Dios yendo a por todas, reacciona contra él, como reaccionó contra Cristo: El mundo os aborrece porque no sois del mundo, aunque yo os elegí del mundo (Jn 15, 19). Pues todo el que obra el mal, aborrece la luz y no va a la luz para que no sean censuradas sus obras (Jn 3,20).
Los que no se han entregado a Cristo sinceramente, se sienten censurados y rechazan a los que sí lo han hecho, aunque no abran la boca. A su lado se sienten juzgados porque en el fondo no son de Cristo. Y ahí, en la contraposición radical entre los que son de Cristo y los que no acaban de serlo, se produce la división inevitable. Si la estás sufriendo, alégrate. Vas por buen camino.

Aterrizado a la vida matrimonial:

(Luisa llega de una misión de Proyecto Amor Conyugal)
Alicia (madre de Luisa): Desde luego estáis locos. Con lo complicada que está la situación, el riesgo que corréis y el lío de trabajo que tenéis, no entiendo cómo os metéis en esas cosas.
Luisa: Mamá, tenemos una llamada de la Virgen a ayudar a matrimonios. Ella salvó el nuestro ¿No vamos ahora a entregar la vida por otros?
Alicia: Eso son tonterías. ¿De verdad crees que la Virgen quiere que dejéis a vuestros hijos conmigo todo el fin de semana y os vayáis a ayudar a unos desconocidos?
Luisa: Nuestros hijos tendrán su recompensa al ver el amor de sus padres.
Alicia: Está claro que os estáis volviendo majaras. Desde luego, la próxima vez no contéis conmigo. No pienso seguir colaborando con esta locura vuestra.
(Luisa y su esposo se entregaron al Señor, y el Señor, los amó hasta el extremo, y dieron mucho fruto).

Madre,

Qué fácil es juzgar a los demás y cuántas veces se utiliza esto como excusa para no seguir a Cristo, pero esa excusa no valdrá cuando Dios venga a recoger los frutos de nuestra vida. Madre, ayúdanos a caminar toda la familia unidos hacia la santidad. Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *