EVANGELIO
El que cumple la voluntad del Padre entrará en el reino de los cielos
Lectura del santo evangelio según san Mateo 7,21.24-27
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «No todo el que me dice «Señor, Señor» entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca.
Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.»
Palabra del Señor.
Nuestra anunciación.
Jesús llama prudentes a los que escuchan su palabra y la cumplen. La voluntad de Dios para nosotros, no es otra cosa que cumplir el Evangelio desde nuestra vocación conyugal, la llamada que Dios nos hace a la santidad. Que luchemos para ser imagen de Su comunión, como una sola carne y no haciendo más que un solo corazón y un solo espíritu. ¿Y si no lo hacemos? Todo le afectará a nuestra estabilidad… cualquier contratiempo: Nuestras diferencias, incomprensiones faltas de apoyo… Lo hundirán todo. Hundirán nuestro hogar, nuestra felicidad, nuestra plenitud. NO OS CONFORMÉIS con el chóped pudiendo elegir jamón de pata negra! Seamos exigentes. Construyamos sobre roca (que es Cristo) y el Espíritu actúa. ¡Sí actúa!
Para cumplir su palabra, necesariamente los matrimonios tenemos que reunirnos con otros matrimonios de la Iglesia, porque Cristo quiso que los cristianos viviéramos en comunidad. Somos Iglesia. Juan Pablo II dice que nos conocemos “en relación con otros”. La manera de conocernos, conocer a Dios y conocer nuestro matrimonio es “en relación con otros”. Y aprender sobre la vocación al matrimonio apoyándonos en el magisterio de la Iglesia. Es un sacramento, es un misterio de Dios, que nunca llegaremos a conocer del todo.
Si actuamos así, en nuestro camino, tendremos paz interior, fortaleza, esperanza… Vendrán las dificultades: Las tentaciones, las contrariedades de la vida, los enemigos… y no podrán con nosotros. Nos apoyaremos, nos pediremos consejo, nos consolaremos mutuamente… y nuestro amor no se tambaleará. Las dificultades nos unirán más. Reforzarán nuestra alianza. Nos amaremos con el amor de Cristo: Más fuerte que la muerte.
Hagamos la voluntad de Dios. Vivamos nuestro propio Proyecto de Amor Conyugal.
Este fin de semana teníamos una hermosa experiencia: Imaginar que el Ángel del Señor se presentara ante nosotros y nos anunciara nuestra misión, como hizo con la Santísima Virgen. ¿Qué me diría?: Escríbelo. ¿Qué le contestaría?: Escríbelo. Después revisa si tu vida está siendo coherente con esa llamada.
Con María, proclama nuestra alma la grandeza del Señor y se alegra nuestro Espíritu en Dios, nuestro Salvador.
Oramos por los frutos del sínodo de la familia:
http://proyectoamorconyugal.wordpress.com/2014/09/30/oracion-a-la-santa-familia/
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