EVANGELIO
No quedará piedra sobre piedra
Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 5-11
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo:
-«Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»
Ellos le preguntaron:
-«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»
Él contestó:
-«Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: «Yo soy», o bien «El momento está cerca»; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque eso tiene que ocurrir primero, pero al final no vendrá en seguida.»
Luego les dijo:
-«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.
Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. »
Palabra del Señor.
Una vida de verdad.
Se tiende a pensar que la verdad es lo que se ve y se toca, y eso de la fe son invenciones falsas de algunos iluminados. Se tiende a pensar que el matrimonio es como una especie de engaño, en el que uno cae movido por las hormonas y después, toca soportarlo durante el resto de la vida (el que aguante).
La verdad es inmutable. No puede ser que algo verdadero en un momento y deje de serlo en otro. En este sentido, la verdad de lo que vemos, deja bastante que desear: Hubo un tiempo en que no existía y habrá un tiempo en que dejará de existir. Por tanto, todo lo caduco, no forma parte de la esencia de la verdad. Eso sin contar con que ya sabemos que lo que percibimos como real es falso: Por ejemplo, la materia es totalmente hueca, y nos da sensación de solidez.
Es el argumento de Jesús. ¿Dónde está aquel templo que muchos admiraban y en el que muchos pusieron sus ilusiones? ¡No existe!. De igual manera, ¿Qué verdad construimos los matrimonios? Si todo aquello en lo que centramos nuestra vida pasa, todas nuestras ilusiones pasan… ¿Qué queda?. Piensa sobre qué has trabajado hoy y reflexiona: Cuál de ellas no desaparecerá algún día. Entonces ¿Para qué ha servido tu esfuerzo?.
Los que acogemos el don del Sacramento del Matrimonio que Dios nos entrega, sí tenemos una vedad inmutable en la que basar nuestra vida. Esa verdad es el Señor. A Él nos unimos mediante el bautismo, por él hemos sido salvados, con Él nos unimos mediante el sacramento del Matrimonio, nos amamos con Su amor y generamos la vida que recibimos de Él. Es el camino, la verdad y la vida. Todo eso perdurará para siempre.
Trabajemos todos los días un poquito pero firmemente para construir nuestra casa basada en Él que es la Roca; si trabajamos para que su ley sea la que rija nuestro hogar; si nos esforzamos realmente para sacar tiempo para orar; en definitiva, si le hacemos Rey de nuestra vida, Él nos dará fruto abundante, el ciento por uno. Todo aquello que nos esforzamos por mejorar y no fuimos capaces de conseguir.
Él es la verdad inmutable que permanecerá para siempre. El no falla. Los matrimonios que vivan en Él, experimentarán al paz interior y la armonía de vivir una vida auténtica, llena, plena.
Oramos por los frutos del sínodo de la familia:
http://proyectoamorconyugal.wordpress.com/2014/09/30/oracion-a-la-santa-familia/
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