¿Sabemos pedir? Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 7, 7-11

EVANGELIO

Quien pide recibe
Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 7-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden!»

Palabra del Señor.

¿Sabemos pedir?

Pedir, buscar y llamar, son las tres acciones que menciona Cristo.

Pedir es rezar, buscar es interesarse por entender, y llamar es realizar la acción, actuar.
El camino del matrimonio hacia la santidad, requiere de la humildad de saberse necesitados de la ayuda de Dios, lo que nos lleva a la oración. También requiere de saber que es un don recibido, lo que nos lleva a la contemplación y por tanto, a la formación. Y requiere de una entrega en totalidad, lo que nos lleva al compromiso.

Si nos falta alguna de estas actitudes, las consecuencias serán desastrosas para nuestra misión: O no pediremos, o no descubriremos el tesoro que hay en el matrimonio, o nos perderemos llamando a las puertas equivocadas.

Padre, te pedimos porque sabemos que nos amas, porque confiamos en Ti. Nuestra petición es que nos hagas uno, como Tú eres uno, y te damos gracias porque nos lo concederás. Así nos lo enseñó Cristo: “Todo lo que pedís en la oración, creed que ya lo habéis recibido” (Mc 11, 24) (del Catecismo: CEC 2610)

Para llegar a esa unión, es necesario ponernos metas más cortas. Por ejemplo, aprender a participar de la mirada del Creador hacia mi esposo/a. Purificar la mirada para verle según el valor que realmente tiene. Su grandeza, la belleza que ha puesto Dios en él/ella. La intensidad con que Dios le ama. Aprender a amarle por el amor que Dios le tiene. Descubrir el tesoro escondido por el que merece la pena que lo deje todo, mi orgullo, mi comodidad, mi “justicia” humana. Descubrirte Señor en él/ella. Esto te pedimos, que tu Espíritu nos ilumine.

Tú quieres mostrarte a quien está dispuesto a dejarse sorprender… a los pequeños y sencillos. Qué gran suerte tener un Padre bueno, que nos da lo que le pedimos.

Oramos con el Papa por el Sínodo de la familia:
http://proyectoamorconyugal.wordpress.com/2014/09/30/oracion-a-la-santa-familia/

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