La puerta estrecha. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 10, 1-10

EVANGELIO
Yo soy la puerta de las ovejas

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús: «En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños». Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

Palabra del Señor.

La puerta estrecha.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

El mundo está lleno de reclamos. Las mediciones de audiencias compiten unas con otras por ser más populares, las ofertas comerciales, las ideologías políticas, los clubes, etc. Pero todos llaman a las masas. Solamente hay uno que me llama por mi nombre, y ese eres Tú, Señor. Las demás llamadas prometen mi felicidad, pero buscan sus propios intereses. Otros se erigen como líderes a base de crear admiración hacia sí mismos, o criticando a otros, etc. Sin embargo Tú, Señor, tienes puesta tu atención en mí. Me pides que te siga por un camino único, que es mi misión, la que diseñaste para mi felicidad plena, desde toda la eternidad.

Es una misión que solamente puedo cumplir yo. Ser esposo de mi esposo concreto. Y si esta misión la realizo siguiéndote, por Tu camino, entonces daré mucho fruto.

Pero hoy Jesús no se presenta como “Pastor”, sino como “la puerta”. Son otros pastores los que conducen a sus ovejas “a través” de Jesús. Es el Papa Francisco el que conduce a Sus ovejas. Es el legado de San Juan Pablo II sobre el matrimonio el que nos orienta.

El buen Pastor no nos pide cosas que no haya hecho Él antes, como hacían los fariseos que cargaban a los demás con fardos pesados. Jesús nos enseña a amar al pecador y por ello nos muestra esa puerta estrecha. Ladrón es el que busca aquello que desea para su propio interés, es el que actúa movido por la triple concupiscencia y destruye a su paso lo que no le sirve del otro. El verdadero pastor sigue el camino del Pastor: Da su vida por recuperar a las ovejas perdidas, por recuperar al pecador, por colaborar en su salvación. El Señor nos hace a nosotros pastores de nuestros hijos, quizás también de algunas otras ovejas Suyas, para que les mostremos el camino que ya nos ha mostrado y hemos recorrido, nos pone otros matrimonios y familias para que les ayudemos. Aunque somos pecadores y somos limitados, nuestra misión es conducir a las ovejas de Dios a través de la Puerta, que es el Señor, sin buscar nada para nosotros. Así encontraremos fruto abundante para mayor gloria de Dios.

Hoy, Señor, como cada día te rogamos por esas ovejas Tuyas, para que no se pierda ninguna, te rogamos para que seamos para ellos mensajeros de Tu voz. Que tus santos ángeles nos ayuden a este rebaño de esposos y familias a caminar hacia los pastos que tienes preparados para ellos. María, Reina de la familia, ruega por nosotros.

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