EVANGELIO
Cuando les sea arrebatado el esposo, entonces ayunarán.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-15
En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».
Palabra del Señor.
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¿Por qué ayunas?
Vale, o sea, que estamos en cuaresma, esos días en que se anima al sacrificio y la penitencia, y la Iglesia nos propone un Evangelio en que los discípulos de Jesús no ayunan. ¿A qué viene esto? Se nos quiere resaltar que el ayuno no tiene valor en sí mismo sino como manera de unirse a Cristo, imitando su ejemplo, como forma de entrega a Dios no sólo con el espíritu sino también con el cuerpo y como requisito apostólico de entrega total a la causa de Cristo, soportando hambre y sed por el evangelio (1Cor 4,11; 2Cor 11,27). Para Jesús como Pablo el ayuno es una consecuencia de su misión, pues una vida cómoda y egoísta no es compaginable con el apostolado verdadero, dispuesto a todo, incluso la muerte.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Alicia: Esta cuaresma voy hacer más ayuno que la pasada.
Juan: ¿Por qué más?
Alicia: Necesito apoyarme en los sacrificios para ir alcanzando la perfección cristiana.
Juan: Pero los harás por amor a alguien ¿no?
Alicia: Sí, sino no tendría ningún fruto. Tengo una misión contigo, que es amarte, y veo que mis pasiones me arrastran a menudo y me impiden amarte. Por eso me uno a Cristo en Su el ayuno que realizó antes de emprender Su misión de Evangelizar al mundo, para que Él me ayude a llevar también mi misión.
Juan: Me parece maravilloso. Y muchas gracias por entregar tu sacrificio para poder amarme más y mejor. Yo voy a unirme a tu ayuno también, pero el mío va a consistir en no quejarme de nada.
Alicia: Creo que al Señor le va a encantar… Y a mí también, jajaja.
Juan: Jajaja. Anda, guapa, no te metas conmigo.
Laura (hija de Juan y Alicia): ¿He oído que papá no va a quejarse? Me parece fenomenal, porque me voy a pegar unas vacaciones que no veas. Jajaja
Alicia: ¡Ah! Él no se quejará, pero… ¡Tachán! Aquí está tu madre para poner criterio en tus vacaciones. Jajaja.
Laura: Oohhh noooo. Vaya chasco…
Madre,
Nos unimos a Cristo en Su sacrificio a través del nuestro. Nosotros en esta cuaresma cogemos también nuestra cruz, la que surge cada día en nuestro matrimonio y familia, y le seguimos. Alabado sea el Señor.
La palabra nos deja lo importante del ayuno para nosotros en lo personal y espiritual.
El matrimonio ofrecer el ayuno por nuestros ser amados principalmente por nuestro esposo por el amor que le tenemos y por nuestra familia.