Archivo por meses: julio 2025

RETIRO MATRIMONIOS ALMERIA 26 – 28 SEPTIEMBRE 2025

RETIRO MATRIMONIOS ALMERIA 26 – 28 SEPTIEMBRE 2025

RETIRO PARA NOVIOS EN GRANADA 19 – 21 SEPTIEMBRE 2025

RETIRO PARA NOVIOS EN GRANADA 19 – 21 SEPTIEMBRE 2025

Amar en la dificultad. Comentario para matrimonios: Mt 8, 28-34

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Evangelio del día.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 8, 28-34

En aquel tiempo, llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gadarenos. Desde el sepulcro dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y le dijeron a gritos:
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?». A cierta distancia, una gran piara de cerdos estaba paciendo. Los demonios le rogaron:
«Si nos echas, mándanos a la piara». Jesús les dijo: «Id». Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo al mar y se murieron en las aguas. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país.

Amar en la dificultad:

Días atrás rezábamos en el Evangelio, la parábola del buen Pastor, donde Jesucristo sale en busca de la oveja perdida dejando a las otras 99. En este caso, aun sabiendo el rechazo de todos por los dos endemoniados, Jesús va más allá, elige amar, se compadece de los dos poseídos. Como siempre tiene la iniciativa de acudir, de llamar al necesitado. Cristo no se aleja del pecador, rechaza el pecado pero no al pecador, que se acerca para sanarle. Pero necesita de nuestra aceptación, de nuestro querer querer vivir con Él, por Él, y en Él, reconociendo que solos no podemos. Nosotros ponemos nuestro casi nada, nuestra voluntad, y Cristo pone Su Todo, llenando nuestro corazón de Su amor sanador y misericordioso.

Aterrizado a la Vida Matrimonial:

Juan: Angélica, qué feliz me siento después del retiro de Proyecto Amor Conyugal que hemos vivido.
Angélica: Sí, salí muy ilusionada, con la esperanza de vivir renovados, con otra mirada, pero han pasado dos semanas y creo que no va a ser posible.
Juan: ¿Por qué dices eso? Es cierto que hicimos la oración conyugal los 4 primeros días y los demás días no la hemos hecho.
Angélica: No sé si vale la pena esforzarse porque seguimos igual. Sigo pensando mal de ti, cuando ayer viniste tarde, y hoy cuando no me has dado un beso al despertar.
Juan: Tú misma, Angélica, dijiste los días que rezamos juntos que se respiraba una paz en casa que hacía tiempo que no se vivía, y que estabas feliz porque ya no estabas pensando mal de mí. Yo quisiera seguir intentándolo, y como nos dijeron: Dios nos pide nuestro casi nada, nuestra voluntad de perseverar.
Angélica: Tienes razón. Sabes que me va a costar mucho, así que te pido paciencia conmigo, aunque me da esperanza que voy viendo un cambio en ti que sólo puede venir de Dios, así que, gracias Juan por insistir en vivir nuestro matrimonio como Dios lo pensó.
Juan: ¡Cómo te acuerdas del cartel! No se nos tiene que olvidar. ¿Vale? ¿Te acuerdas también, de “tanto comportarse como un hombre enamorado, se volvió a enamorar”?. Pues me está pasando a mí.
Angélica: ¡Ayyyyyy Juan! vamos a invocar al Espíritu Santo y rezar con el Evangelio de hoy.

Madre,

Te pedimos que nos ayudes a actuar como Tu Hijo, acudiendo a nuestro esposo al auxilio de su pecado como sacrificio y entrega por el amor que nos une en comunión. Alabado sea nuestro Salvador.

Rescata-dos. Comentario para matrimonios: Mateo 8,23-27

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 8,23-27

En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole:
«¡Señor, sálvanos, que perecemos!».
Él les dice:
«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?».
Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma. Los hombres se decían asombrados:
«¿Quién es este, que hasta el viento y el mar lo obedecen?».

Rescata-dos.

Señor, hoy nos dices que guardamos un trozo de nuestro corazón para nosotros, y que no te lo entregamos como hijos tuyos porque nos falta fe ante las dificultades.
Nos dices que descansemos en Tu plan, que cuando vienen las dificultades entre nosotros, Tú te haces más fuerte y poderoso si acudimos a la Gracia en la oración y en los sacramentos, especialmente en nuestro sacramento del matrimonio.
En las dificultades, si nos comportamos como hijos tuyos y acudimos a ti, Tú demuestras Tu poder, y nos rescatas de la tormenta elevando nuestro sacramento con toda Tu Gracia y con todo Tu Poder.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Carmen, al llegar a casa para comer: Hola cariño ¿Qué tal la mañana?
Elías: Mal. Además no quiero ni hablar.
Carmen: Bueno, ¿que culpa tengo yo de que te vaya mal? ¡Anda y que te den! ¡Que bastante tengo yo con lo mío!
Elías tras hacer oración por la tarde, con la Gracia de Dios y de su sacramento, decide acudir a Carmen: Cariño, perdóname, porque hoy en la comida ha salido mi amor propio ante las dificultades que estoy pasando en mi trabajo, y en lugar de acudir al Señor para pedir ayuda, te he soltado una coz.
Carmen: Tranquilo Elías, yo tampoco te he ayudado, y en lugar de acogerte y comprenderte, también te hice daño.
Elías: ¿Te parece si ahora en la oración le pedimos al Señor que nos ayude a confiar más en sus planes?
Carmen: ¡Me parece una súper idea! Y mañana se lo ofrecemos al Señor en misa.
Los dos juntos: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo…

Madre,
Que como Tú digamos Sí al Plan de Dios. Enséñanos a decir: «Hágase en nosotros según tu palabra». Alabado sea el Señor.