Archivo por meses: abril 2025

Un poquito de caso. Comentario para Matrimonios: Juan 10, 31-42

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 31-42

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.
Él les replicó:
«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».
Los judíos le contestaron:
«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».
Jesús les replicó:
«¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.
Muchos acudieron a él y decían:
«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».
Y muchos creyeron en él allí.

Un poquito de caso.

Jesús, para demostrar su filiación Divina, apoya su argumentación en Sus obras. Las obras son las que dan testimonio, somos instrumentos de un Padre bueno que no descansa, que sigue creando a través de cada persona, de cada matrimonio, repartiendo Su amor, llamando a la conversión. Por tanto, acercarse al Padre implica que contará con nosotros para esta labor.
Son dioses aquellos a quien vino la Palabra de Dios, dice el Señor. Y es que la Palabra recibida con un corazón enamorado, es la que fecunda las obras de amor. Al igual que cuando escuchamos al esposo lo hacemos para conocerle, comprenderle, satisfacerle… Cuando escuchamos la Palabra de Dios, es porque deseamos conocerle, satisfacerle… Ante esta actitud de acogida, el Padre se desborda en generosidad, nos da el ciento por uno. Dios viene y mora en el corazón de todo el que lo acoge.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ana: Paco, reza conmigo, anda.
Paco: Claro que sí, Ana. Me encanta rezar contigo.
Ana: Me acuerdo cuando tú no querías rezar conmigo, y te enfadabas si te lo pedía. Me gustaría ver con mis ojos cómo actúa Dios en la oración, que ha provocado ese cambio en ti.
Paco: Dios lo penetra todo, lo fecunda todo, lo envuelve todo. Es misterioso, pero nuestra relación ha cambiado muchísimo desde que rezamos juntos. Yo, que soy muy pragmático, y por eso me costaba creer, lo he visto. Estamos más unidos, nos miramos con mejores ojos, hay más paz entre nosotros… Esto es real. Soy testigo de que Dios existe y es bueno, porque veo sus obras en nosotros, y es una pasada.
Ana: Pues te animo a que des testimonio de esto ante tantos maridos incrédulos. Es una pena lo que se están perdiendo, porque son hijos de Dios, pero viven como si no lo fueran. Y tienen un matrimonio sagrado que construir.

Madre,

Todos los días experimentamos la acción de Dios en nosotros. ¿Cómo no vamos a creer? Y los que no la experimentan es porque no se ponen en Sus manos. Madre, que grande y qué bueno es Dios. Sólo con hacerle un poquito de caso, se vuelca con nosotros. Alabado sea por siempre. Amén.

RETIRO PARA MATRIMONIOS EN VALENCIA 30 MAYO – 1 JUNIO 2025

RETIRO PARA MATRIMONIOS EN VALENCIA 30 MAYO – 1 JUNIO 2025

Muy efectivo. Comentario para Matrimonios: Juan 8, 51-59

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 51-59

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
«En verdad, en verdad os digo: quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre».
Los judíos le dijeron:
«Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: “Quien guarde mi palabra no gustará la muerte para siempre”? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?».
Jesús contestó:
«Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: “Es nuestro Dios”, aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera “No lo conozco” sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría».
Los judíos le dijeron:
«No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?».
Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: antes de que Abrahán existiera, yo soy».
Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.

Muy efectivo.

Lo que les habla Cristo a los judíos no tiene ninguna lógica desde el punto de vista natural, porque les está hablando de experiencias sobrenaturales.
¿En qué mundo quiero vivir? ¿En el mundo terrenal de los judíos que no reconocen a Cristo a pesar de estar ante Él o en el mundo sobrenatural de Dios en el que se descubre al Señor en todo y en todos?

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Tomás: Esto de mirar con fe, te cambia el matrimonio.
Inés: Te cambia la vida. Pero ¿a qué te refieres?
Tomás: Me refiero a que cuando veo que ya no somos dos, sino uno solo, se acabaron las discordias, porque nadie va contra sí mismo.
Inés: ¿Y cómo haces para vernos como uno?
Tomás: Yo no puedo. Es por la acción del Espíritu Santo. Pero es muy efectivo. Quien ve a Jesús puede ver sus obras, y nuestra unión es obra de Su Espíritu.

Madre,

Danos más fe para vernos siempre como uno. Gracias Madre.

Lo que hace el amado. Comentario para Matrimonios: Juan 8, 31-42

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 31-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:
«Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».
Le replicaron:
«Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Seréis libres”?».
Jesús les contestó:
«En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre».
Ellos replicaron:
«Nuestro padre es Abrahán».
Jesús les dijo:
«Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre».
Le replicaron:
«Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios».
Jesús les contestó:
«Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió».

Lo que hace el amado.

Hacemos lo que hace nuestro Padre sólo cuando le amamos de verdad. Creemos y confiamos en Jesucristo sólo cuando le amamos de verdad y amamos al Padre.
El Padre me ha querido amar tanto como a Su Hijo. Yo soy Hijo adoptivo, pero a un hijo adoptado se le ama tanto como a un hijo carnal, y a nuestro Padre adoptivo podemos responderle amándole tanto como le ama Su Hijo connatural.
Así que, amemos al Padre realmente como hijos y hagamos lo que Él hace.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Ricardo: ¿Qué rezas Marta?
Marta: Pues mira, Ricardo, le pido al Padre que me conceda reconocer todo Su Amor.
Ricardo: Y ¿por qué quieres reconocer Su Amor?
Marta: ¡Para quererte mejor!
Ricardo: Eso suena al lobo de Caperucita: ¡Para comerte mejor…!
Marta: Jajaja. Qué tontorrón eres.
Ricardo: Pero ¿Qué relacion tiene una cosa con la otra?
Marta: Pues que… Reconociendo el amor del Padre le amaré más, y al amarle más, querré lo que Él quiere, y el quiere que yo te ame.
Ricardo: Puf, eso en billar es casi una carambola a 5 bandas. Jajaja. Pero lo entiendo. Gracias por querer quererme más.

Madre,

Amamos al Padre, pero queremos amarle más hasta llegar a hacer lo que Él hace. Alabado sea por siempre.

¿Son mis genialidades? Comentario para Matrimonios: Juan 8, 21-30

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 21-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros».
Y los judíos comentaban:
«¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: “Donde yo voy no podéis venir vosotros”?».
Y él les dijo:
«Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados: pues, si no creéis que Yo soy, moriréis en vuestros pecados».
Ellos le decían:
«¿Quién eres tú?».
Jesús les contestó:
«Lo que os estoy diciendo desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me ha enviado es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él».
Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre.
Y entonces dijo Jesús:
«Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que “Yo soy”, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada».
Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

¿Son mis genialidades?

Jesús actúa como hombre, en total dependencia de Dios. Todo lo aprende de Él, dice todo lo que Él le dice y hace todo lo que le agrada.
Así debe ser en nosotros también. No podemos hacer nada por nuestra cuenta, todo bien lo hacemos por la gracia santificante y las virtudes infusas que Dios ha puesto en ella. Toda inspiración buena la hemos recibido de Dios, todo acto bueno viene de la gracia actual. Nosotros solo podemos disponernos para acoger la gracia que viene de Dios y dejar que actúe.
Y si esto me lo creo, entonces ¿De qué puedo presumir? ¿Qué le puedo exigir a otros que valoren en mí? ¿En qué soy mejor que otros si todo lo hace Dios? Se acabó la vanidad.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Teresa: Perdona Francisco porque llevo un tiempo pesando tu amor según lo que valoras mis habilidades. Y eso es injusto.
Francisco: Yo te amo por ti misma, Teresa, porque veo la imagen de Dios en ti, porque por la misericordia de Dios, tienes derecho a ser amada tanto como Él me ama a mí. Ese es tu auténtico valor.
Teresa: Lo sé. Dios ha decidido hacerme parte de Él y eso es lo que soy. Lo demás es vanidad de vanidades.

Madre,

Perdón porque a veces nos sentimos protagonistas de nuestras genialidades o nuestras buenas acciones. Si el Señor calla ¿Qué diremos? Alabado sea el Señor.