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EVANGELIO

Los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 1-6

En aquel tiempo, habiendo convocado Jesús a los Doce, les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.
Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles:
«No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco tengáis dos túnicas cada uno.
Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.
Y si algunos no os reciben, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, como testimonio contra ellos».
Se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.

Palabra del Señor.

Lo necesitamos. Gracias.

Jesús envía y da poder y autoridad para realizar Su misión: Evangelizar de palabra y realizar actos para la curación en las personas. No bastaba con las palabras, ni bastaba con las obras. Debían ser ambas.
Los que hemos sido enviados a proclamar el Evangelio del Matrimonio, es decir, todos los esposos cristianos, debemos no solamente proclamar la verdad y la belleza del matrimonio, sino entregarnos colaborando con nuestro tiempo y esfuerzo, para que otros se conviertan y empiecen a esforzarse por vivir el matrimonio como Dios lo pensó.
Esto hacemos desde Proyecto Amor Conyugal, con una actitud de pobreza, de humildad sabiéndonos siervos inútiles. Así, somos testigos de milagros que hace Ntra. Madre. Sólo por ponernos a Su servicio. ¡Una pasada! Luego está quien no lo acoge y quien lo acoge, quien no persevera y quién sí lo hace. Eso ya no depende de nosotros. Responder a la Llamada, nos toca a cada uno y sobre eso no podemos hacer nada. Ahora, que el que responde, flipa en colores.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Jaime: (Cantando) Tres cosas hay en la vida, salud dinero y Amor…
Marta: ¿Qué cantas de repente? Por cierto. Si tuvieras que decir las 3 cosas más importantes de tu vida, ¿Cuáles dirías?
Jaime: 1 Dios, 2 tú y 3 nuestros hijos y demás familia de nuestro entorno.
Marta: Muy bien. Más genéricamente yo diría: Ser de Dios, no ser de mí misma y ser para ti y los demás. En el camino espiritual es lo que se llama unidad de vida. El tema es que, o impulsamos estos 3 aspectos a la vez o no viviremos a alegría y la paz de Dios.
Jaime: A ver: Ser de Dios creo que lo somos porque está presente siempre en nuestra vida, aunque a veces no actuamos como hijos suyos y en eso hay que mejorar. No ser de mí, lo estamos trabajando en el camino espiritual y estamos en ello, y ser para los demás, también estamos en ello, porque estoy trabajando para llegar a ser cada vez más para ti y juntos para nuestros hijos y además colaboramos en Proyecto Amor Conyugal para la salvación de muchos matrimonios y familias.
Marta: ¡Bien! Parece que vamos por buen camino.

Madre,

La misión de anunciar la buena noticia del Evangelio es necesaria para nosotros. Gracias por darnos este camino para poder entregarnos. Gracias Bendita Madre