Archivo por días: 23 enero, 2021

Locura sí, pero de amor. Comentario para Matrimonios: Marcos 3, 20-21

EVANGELIO

Su familia decía que estaba fuera de sí.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 3, 20-21

En aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer.
Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.

Palabra del Señor.

 

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Locura sí, pero de amor.

Cuando a la gente le parece ya exagerado lo que uno se entrega a los demás o lo que uno ama a Dios, piensan que uno está fuera de sí. A tal intensidad llega el amor de Jesús por la gente que permite que le dejen ni comer. De cara al mundo actual, para ser cristiano hay que estar un poco loco ¿O no es la cruz una locura? ¿O no es la confianza en la providencia un poco de locura? ¿O no puede parecer una locura estar realizando misiones en plena pandemia?

Aterrizado a la vida matrimonial:

La madre: Hija, eso ya no es normal. Que te quedes casi sin comer por ir a ver a tu marido un rato y tomar café con él. Un día te va a dar algo. Si total, lo vas a volver a ver esta noche ¿Para qué tanta prisa? Quédate un rato más, comes tranquilamente, descansas y te vas directamente a recoger a tus hijos del cole.
María: Mamá, quiero verle ¿Vale? Podemos estar juntos un rato. Él me dice que le sienta fenomenal estar conmigo, que le relaja y se despeja muchísimo, y que los días que no puedo ir, me echa mucho de menos y lo nota un montón.
La madre: Hija, qué bendición tiene tu marido contigo. Y este fin de semana ¿os volvéis a ir de misión con Proyecto Amor Conyugal?
María: Sí, Mamá.
La madre: Hija, no descansáis ni el fin de semana. Estáis locos. Vais a perder la salud.
María: Mamá, la vida está para entregarla por amor. Amor a Dios, amor a mi esposo, amor a nuestros hijos, amor a otros matrimonios… Ya descansamos en el Señor.

Madre,

Yo sé que tú prefieres que ame al Señor antes que a ti, porque amándole a Él, te hago feliz a ti. Eso es lo que tiene ser tan santa. Enséñanos Madre, a descubrir dónde está la locura y dónde la cordura, para que sepamos realmente ser fieles a la entrega total que nos pide Cristo. Por Él te lo pedimos. Amén.